“En este país le cortan la vida a los policías”

El año 2015 cerrará con más de 145 funcionarios caídos a manos del hampa, en el área metropolitana de Caracas, según cifras extraoficiales

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. En vísperas de Navidad la familia de Johan Araggon, de 34 años, tuvo que ir a la morgue de Bello Monte para retirar su cadáver. No había palabras que consolaran a su padre Manuel Araggon, a solo horas de la llegada del niño Jesús.

Tampoco habría cena navideña, pues su lugar lo ocuparía un entierro. Johan era funcionario de Policaracas y fue asesinado a las 6:30 pm del martes 22 de diciembre, mientras guardaba su moto, después de llevar a su casa los ingredientes para las hallacas y un pernil.

De acuerdo con datos extraoficiales, al menos 145 funcionarios han caído a manos del hampa durante el año 2015. Según testimonios de familiares de estas víctimas los crímenes generalmente fueron para robarles el arma, la moto o ejerciendo sus funciones.

“En este país le cortan la vida a los policías, a los niños, a amas de casa. ¿Hasta cuándo? Cómo es posible que casi a diario maten a dos policías, en ninguna parte se está seguro”, soltó el señor Manuel, destrozado, con lágrimas en sus ojos que arrugaban el corazón de quienes lo acompañaban.

papá policaracas
El padre del funcionario de Policaracas no podía contener su dolor.

Solo la resignación queda entre viudas, padres, hermanos e hijos, que este año despidieron a policías por culpa de la violencia desenfrenada en las calles del área metropolitana de Caracas, y que confían más en la justicia divina.

“¿Qué te puedo decir? ¿Todo lo que siento lo puedes publicar? Deberían darle luz verde a todos los policías para que exterminen a todos esos malandros”, soltó el hermano del detective jefe del Cicpc Jonathan Arteaga, de 34 años, asesinado en noviembre, en Las Mercedes para robarle el arma.

Dolientes desamparados

Los deudos de los funcionarios además de pasar por la dolorosa pérdida, deben afrontar otras diligencias, sobre todo cuando hay hijos de por medio que dependían de las víctimas.

Elvira Montero, madre de Kendy Dayana Urrea Montero, de 24 años, se las vio negras para mantener a su nieta, tras el asesinato de la oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el 27 de noviembre en El Cementerio.

“A mi hija la mataron como un perro, a la niña no le queda nada, solo le queda la caja de ahorro y la liquidación de mi hija”.

La señora quedó a cargo de la pequeña, de cuatro años, pues la funcionaria era madre soltera. “Vivía conmigo y su hija, no sé cómo localizar a su padre”, sollozaba en días posteriores.

Como esta madre, quedaron otros parientes. Yulibed Perdomo, viuda del supervisor de la PNB, Aldrid Crespo, ultimado en el barrio Unión de Petare el 25 de agosto, también reclama una pensión para sus hijos, en vista de que está desempleada y a cargo dos niños, de 11 y dos años.

“Me encuentro sacando los papeles, es un proceso muy lento. Mis hijos quedaron desamparados, sin una pensión. Es injusto que esto le pase a mis hijos a y los hijos de todos los asesinados este año. Ya basta de tanta indolencia, deberían pensar en los hijos de estos hombres que mueren haciendo patria, como ellos dicen”.

Se estima que el año 2015 cerrará con más de 145 funcionarios asesinados en el área metropolitana de Caracas, de acuerdo con cifras extraoficiales, pues los entes gubernamentales encargados de suministrar esta información no otorgan dichos datos.

Foto: cortesía Yasmín Velasco/Cristian Hernández


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