En Palo Verde, choferes llevan entierros para evitar secuestros

Los transportistas sostuvieron que en Lomas, a la altura del estadio, es donde más se registran atracos. Bandas de menores de edad, armados, se las tienen aplicada

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. Cuando hay entierros en la zona 5 del barrio José Félix Ribas, de Petare, los transportistas de la línea Unión Conductores Palo Verde prefieren recogerse. Al llegar a la altura del estadio dan media vuelta y pierden el día de trabajo, antes de ser víctima de los antisociales que secuestran unidades.

Los valientes que cumplen la ruta deben transitar por esa zona, a la altura de la calle 10 de Lomas del Ávila, con la posibilidad de que algún sujeto se monte en la unidad y lo obligue a llevar a su gente al sepelio.

 “Si el entierro es de un malandro pesado y piden más unidades hay que donárselas, porque estamos en riesgo y no queremos eso. Cuando los velorios son en el estadio es más complicada la situación, hay más peligro; el último fue ahí”, sostuvo José, un socio de la línea.

Por eso, antes de pasar por el mal rato, los choferes prefirieron llegar a un acuerdo y prestar una unidad para trasladar a amigos y familiares al entierro. Si quieren otra deben alquilarla, a menos de que los hampones los obliguen a aportar una más.

“Tienen que pasar una carta del consejo comunal solicitando el servicio y se la prestamos. Fue la manera que encontramos de controlar esta situación y evitar algún secuestro”.

Bandas de menores tienen un aplique

La línea Conductores Palo Verde es la única con ruta en la comunidad, además del servicio del Metrobús. Anteriormente trabajaban hasta las 11:00 pm, pero por medidas de seguridad redujeron el horario y actualmente a las 9:30 pm están regresando a casa.

El transportista añadió que recientemente tenían el aplique de un grupo de cuatro muchachitos, que abatidos hace poco, y desde entonces han disminuido un poco los atracos.

“En la estación del Metro hay muchas bandas que son un azote. Cazan a la víctima desde el vagón y cuando abordan la unidad es que los roban; se montan específicamente a quitarles el celular o la cartera”, explicó.

Otro de los modus operandi es abordar la camionetica como un pasajero más y a la altura del estadio atracan, se bajan y escapan por un callejón. “A veces aparece un motorizado, se monta el parrillero y roba, mientras el otro lo espera abajo. Esas motos bajan normalmente desde Filas de Mariche”.

Soltó que hasta hablaron con miembros de los barrios cercanos, para que les pidieran a los jóvenes que dejaran de robarlos. La mayoría son adolescentes y muchachos que no pasan de 22 años, quienes suelen amenazarlos con cuchillos o armas de fuego.

“Hablamos con la gente que los conoce como una manera de controlar esta situación de inseguridad, porque esas banditas roban mucho. Otra medida que tomamos fue colocar un servicio directo a Lomas, porque la entrada donde está el estadio es la más delicada, y nos ha ido bien”.

Las paradas también son otro punto donde los delincuentes aprovechan para despojar de sus pertenencias a los vecinos. “La delincuencia está desatada, estamos enfrentados a una terrible descomposición social”.

El transportista pidió a los cuerpos de seguridad prestar mayor atención a la salida del Metro Palo Verde y debajo del elevado de Petare, pues en esta zona los abordan los delincuentes.

“Nosotros sabemos quiénes son de tanto que nos roban. Algunos compañeros se han metido en problemas porque no los dejan montarse y los amenazan. A veces se suben a vender cosas, pero van a ver que pueden robar y le dan el pitazo a otros”.

Foto: Cristian Hernández


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