En solo cinco días, del 25 al 30 de enero, 12 trabajadores de la prensa —la mayoría extranjeros— han sido detenidos arbitrariamente. La mayoría aprehendidos en el Palacio de Miraflores. Solo en el primer mes del año se registraron 40 ataques contra la libertad de expresión.

Caracas. La información en Venezuela está tras las rejas. El cerco impuesto por el gobierno de Nicolás Maduro va en escalada. En solo cinco días, del 25 al 30 de enero, 12 trabajadores de la prensa —la mayoría extranjeros— han sido detenidos arbitrariamente.

Periodistas detenidos por más de 50 horas, esposados en una silla, sin posibilidad de mantener comunicación con familiares y abogados, metidos en calabozos. Para Marysabel Rodríguez, oficial del programa de Observatorio Social de Espacio Público, es claro el nivel de represalias y ensañamiento contra los periodistas con respecto a otros años.

Nunca habíamos registrado una ola de detenciones a periodistas en tan poco tiempo. Hay un patrón importante que revela ensañamiento contra la prensa, el nivel de represalias es mayor. No es lo mismo una requisa en Maiquetía, como veíamos en años anteriores, que estar por más de 15 horas detenido, pese a la intervención diplomática, explica.

Desde el 22 de enero, en el país se inició una serie de protestas que han dejado hasta el 28 de enero 35 personas asesinadas tras la represión de Nicolás Maduro. En comparación con los momentos políticos de 2017 y 2014, este año se ha caracterizado por ser más violento. Para Rodríguez, ha ocurrido “un efecto cascada” que se ha traslado a periodistas.

Siempre cuando hay momentos noticiosos, el pico de conflictos trae periodistas, pero las limitaciones también se incrementan. Vemos una alerta que sucede en un contexto conflictivo y puede representar una escalada a la cobertura informativa, explica.

En 2017 se produjo un pico importante de detenciones a periodistas extranjeros en el contexto de protestas, 12 en total. En 2018 se registraron 9 casos. En lo que va de 2019, son 8 las víctimas.

Por ser periodistas y el tipo de cobertura que hacen, ese ha sido el criterio este año del Saime para deportarlos, expresa Rodríguez. El canciller del gobierno de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, escribió en su cuenta en Twitter que “algunos periodistas han ingresado al país de forma irregular sin cumplir previamente con la respetiva solicitud del permiso de trabajo” en el Consulado. “Varios han tratado de acceder al Palacio Presidencial sin acreditación”, agregó.

La Ley de Extranjería y Migración no establece que el periodista requiera un permiso de trabajo para reportear en Venezuela. Solo el artículo 17, numeral 4, señala que “los trabajadores de medios de comunicación de otros países debidamente acreditados para el ejercicio de las actividades informativas” no requieren de la autorización laboral para el ejercicio. La acreditación debe ser otorgada por el Ministerio de Comunicación e Información.

Hay que decir que son cientos las solicitudes que llegan al ministerio por parte de colegas extranjeros y que con total intención no son respondidas de manera oportuna por este despacho, advirtió Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).

En noviembre de 2017, Espacio Público y Expresión Libre introdujeron una demanda de protección de derechos e intereses difusos con una solicitud de amparo cautelar por la falta de objetividad, transparencia y diligencia del Ministerio de Comunicación e Información en el procedimiento de otorgamiento de acreditaciones a la prensa extranjera.

La ONG registró, entre enero y septiembre 2017, restricciones a 14 corresponsales internacionales que no pudieron entrar al país, fueron expulsados del territorio o estuvieron detenidos por varias horas e incluso incomunicados tras interrogatorios por servicios de inteligencia para luego ser deportados.

“Pasamos la noche en una silla esposados”

Maurén Barriga Vargas, colombiana y periodista de la agencia de noticias EFE, fue detenida por el Sebin el 30 de enero junto con Leonardo Muñoz, también colombiano y periodista de EFE, cuando estaban llegando al hotel.

Se los llevaron para hacerle “una entrevista”. Antes de ser trasladados, Barriga y Muñoz pudieron contactar a su delegada y abogados. “Se fueron con nosotros detrás, pero no los dejaron ingresar”, cuenta Barriga. Estando en la sede del Sebin, se enteraron de que allí también se encontraba su colega y compañero de trabajo, el español Gonzalo Domínguez, quien fue retenido ese mismo día.

Nos dijeron que eran unas medidas preventivas, nos pidieron información de la noticia que estábamos dando, nos preguntaban que por qué estábamos cubriendo. Fue incómoda la noche, pero gracias a Dios, el trato que recibimos fue bueno, dice. Y agrega: “Pasamos la noche en una silla esposados. Nos dijeron que era por rigurosidad del sitio, que era una medida de prevención”.

Barriga destaca que al entrar a Venezuela reportaron que eran periodistas, advierte que desconocían que necesitaban un permiso que se tramita en el Ministerio de Comunicación e Información para estar en el país.

Barriga, Muñoz y Domínguez fueron liberados sin deportación este 31 de enero.

Este jueves también fue puesto en libertad el periodista venezolano Rolando Rodríguez, quien estaba trabajando con los periodistas francés, Baptiste des Monstiers y Pierre Caillet. A los tres los detuvieron el martes en el Palacio Miraflores, donde también han sido aprehendidos otros ocho periodistas en lo que va de mes. El primer caso se registró el 25 de enero y se trató de Rodrigo Lopes, reportero brasileño.

A Rodríguez lo detienen al pedir permiso para tomarle una foto al Palacio de Miraflores. Permaneció 50 horas detenido junto con Monstiers y Caillet. Los tres fueron llevados al Helicoide.

Fui esposado en una de las sillas, hubo bastante presión psicológica por los videos que tenía en mi teléfono de las marchas del 23 enero. Me dijeron que los franceses eran terroristas, que estaba metido en tremendo lío, cuenta. No les permitieron comunicarse con familiares y abogados. Rodríguez permaneció en una celda.

A las 10:00 p. m. del martes fueron detenidos cuatro periodistas en los alrededores del Palacio de Miraflores: se trata de los reporteros venezolanos Maiker Yriarte, de TV Venezuela, Ana Rodríguez, de VPI, y los chilenos Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, de TVN Chile.

Registran 40 ataques con la libertad de expresión

Marco Ruiz, secretario general del SNTP, reportó que en un mes han registrado 40 ataques contra la libertad de expresión, de esos, 19 responden a detenciones arbitrarias, en algunos casos desapariciones forzosas cuando el Gobierno no asume la detención.

En los últimos 10 días han salido del aire siete programas de radio y los que se mantienen han modificado la agenda porque no pueden hablar temas relacionados con la política.

Ruiz consignó ante el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Venezuela, donde piden al organismo que exija al Estado el cumplimiento de lo que establecen los pactos y tratados internacionales en materia de libertad de expresión que han sido suscritos por Venezuela.

Hay unos hechos que evidencian una vulneración y deterioro dramático en los últimos 15 días del estado de la libertad de expresión, expresó.

El artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, relacionado con la libertad de expresión, de investigar y recibir información, está silenciado, pese a la lucha que mantienen los medios por hacer la cobertura diaria.

Foto: Carmen Victoria Inojosa


Participa en la conversación