Desde las 9:00 a. m., los vecinos fueron asediados por la PNB y los grupos paraestatales que en horas de la noche intentaron entrar a las edificaciones.

Caracas. Horas de represión han vivido los habitantes de la parroquia La Candelaria.

Docenas de afectados por los gases, un señor herido por perdigón en la cara y otro que recibió el impacto de una bomba en la cabeza, se suman a los lesionados que este sábado 10 de junio dejó la fuerte represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, específicamente la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

A eso de las 9:00 a. m., cuando se empezaban a organizar para la marcha convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hacia la avenida Victoria, los participantes fueron asediados por grupos de choque, que incluso dañaron el mural en honor a los caídos ubicado en la esquina Tracabordo.

La tanqueta sembró el terror en horas de la noche.

Eso molestó a quienes se concentraban y se desató la protesta en el sitio. Gritando consignas y con cacerolas comenzaron a tomar las calles, muy cerca de la sede del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, que se encuentra en la avenida Urdaneta.

Cuatro esquinas: Tracabordo, Ferrenquín, Teñifero y Peligro fueron tomadas por los manifestantes. Pasado el mediodía, pese a las bombas lacrimógenas que eran disparadas hacia los edificios, la gente de La Candelaria Norte se fue sumando. También los vecinos del barrio Anauco.

Por los lados de la clínica Luis Razetti, a una cuadra de la estación del Metro Bellas Artes, actuaban en grupo los funcionarios de la PNB que lanzaban los gases a las residencias Parque Caracas, donde en horas de la tarde se fueron a refugiar los opositores.

Con chorros a presión dispersaron a la gente.

Cerca del Sambil de La Candelaria permaneció un grupo de personas gritando que no tenían comida. Un joven dijo que todavía vivía en un refugio y que no tenía cómo mantener a sus cuatro hijos. También participó un señor que tenía guindando un morral tricolor de los que entrega el Gobierno. Decía que el dinero solo le alcanzaba para comprar yuca.

En ese punto se armaron barricadas. La policía, a las 5:00 p. m. reprimió a los vecinos; mientras los bomberos auxiliaban a los asfixiados dentro de los edificios. Incluso los uniformados se metieron a algunas residencias y desde las terrazas disparaban hacia los que protestaban.

Fue descomunal el lanzamiento de gases. Una bomba cayó dentro de la sede de la Cruz Roja. Acto seguido, el puesto de socorro colgó la bandera que identifica mundialmente a la institución. No es la primera vez que el humo se mete a esta dependencia.

GNB y colectivos armados, el dúo que según los vecinos causaron destrozos.

En horas de la noche los ataques siguieron. Los vecinos denunciaron que los grupos de choque del Gobierno intentaron ingresar a las edificaciones de la zona, destrozaron fachadas y rejas y agredieron a las personas que estaban en las calles armando barricadas. Entre los afectados están Doramil, Mirador, Roselis y Darijak I.

En la avenida Urdaneta, diagonal a la plaza Candelaria se incendió una tanqueta, la segunda esta semana, mientras las cacerolas no dejaban de sonar.

Por algunas calles de la parroquia circuló la ballena disparando chorros de agua. Los residentes gritaban y caceroleaban.

También en la parroquia Coche se registraron protestas bien entrada la noche. Hubo barricadas encendidas y la tanqueta llegó reprimiendo cerca de la vereda 60, en la urbanización Carlos Delgado Chalbaud; también unidades motorizadas impidieron protestas por la crítica situación del país en la intercomunal Valle-Coche.

Foto: Carlos Julio Rojas


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