La organización Orfavideh, defensora de los Derechos Humanos, recomendó a los periodistas de sucesos no solo guiarse por lo que digan las autoridades, sino buscar las historias por medio de familiares y allegados.

Caracas. Dilcia Mendoza perdió a su hijo de 19 años el 14 de julio de 2006 en un presunto enfrentamiento, según versión policial, con el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en Antímano. Aunque las autoridades lo acusaron como “azote de barrio”, su madre lleva 11 años limpiando su nombre.

Desde entonces, es miembro de la Organización de Familiares de Víctimas de Violación de Derechos Humanos (Orfavideh), la cual fue creada en 2013 junto con Araceli Sánchez y Maritza Molina, quienes se unieron para buscar justicia luego de las muertes de sus hijos a manos de funcionarios policiales y civiles.

Dicen que fue un enfrentamiento, pero mi hijo no tenía pistola. Mi hijo quería estudiar Criminalística. Por este tipo de cosas muchos muchachos quedan marcados y afectan a la comunidad donde viven, dijo Mendoza en el foro “Des-cubriendo la Violencia”, realizado por Efecto Cocuyo en el Centro Cultural Chacao.

Mendoza, junto con las demás fundadoras de la organización, sostuvo que aquellos periodistas que cubran la fuente de sucesos deben buscar más allá de lo que piden las fuentes oficiales y darle voz a los afectados por la violencia en el país.

Yohana Marra, periodista del portal digital Crónica.Uno y quien participó como ponente, señaló que para llegar a la información de primera mano, más allá de estar en la escena de crimen, también se debe conversar con los familiares de la víctima, así como asistir al funeral y tratar de hacer seguimiento en los casos si es posible.

El hijo de Maritza Molina también fue asesinado en un hecho irregular en Barlovento, en 2012. El joven murió luego de denunciar la desaparición de unos medicamentos en el hospital donde trabajaba como médico.

Su muerte sospechosa llevó a su madre a investigar su caso. A pesar de tener a las autoridades en contra, dejaron todo en un “intento de robo”. No obstante, los presuntos delincuentes no se llevaron pertenencias del muchacho. 

Sus averiguaciones hicieron que se topara con Orfavideh, quienes le prestaron ayuda para llegar a la verdad del asesinato de su hijo mayor.

Madres de las víctimas pidieron a los periodistas no solo guiarse por las versiones policiales. sino buscar testimonios de familiares

Esta organización recordó a los periodista que las víctimas y familiares de este tipo de casos deben ser tratados con respeto. Así como asegurarles que al contar sus historias o cómo ocurrió el homicidio, sus vidas no corren peligro ni riesgo de verse amenazados de otras maneras.

En este punto, las periodistas de sucesos Yohana Marra y Vanessa Moreno, la segunda de Efecto Cocuyo, recomendaron realizar chequeo de los avances de las investigaciones policiales y no obligar a los familiares a hablar de sus situaciones, dado que se debe respetar el duelo por sus seres queridos.

Araceli Sánchez perdió a su hijo en el tercer piso de su casa, en Los Jardines de El Valle, cuando el Cicpc ingresó sin una orden de allanamiento y disparó dos veces contra el muchacho. Por tal motivo, ayudó a fundar Orfavideh.

“Piensas que estás superando la muerte de tu hijo o familiares y cuando estás solas te das cuenta de que no es así, necesitas ayuda”, comentó Maritza Molina.

Foto: Francisco Bruzco


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