Dos estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello, víctimas de un atraco a mano armada en el edificio Cincuentenario, dijeron que los delincuentes parecían unos alumnos más. Pidieron seguridad

Shaylim Castro/@ShayC_
Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. Este jueves en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) no se hablaba de otra cosa que del robo ocurrido en la planta baja del edificio Cincuentenario, el miércoles a las 2:30 pm, donde dos sujetos -uno de ellos armado- le robaron los celulares a tres muchachas.

Jennifer Mathura y Eukarys Campera, ambas estudiantes de Comunicación Social, fueron víctimas de estos hombres, quienes no tenían pinta de delincuentes, al contrario, parecían unos estudiantes más.

Jennifer fue sincera y comentó que la valiente de la historia fue su amiga Eukarys, pues con los nervios ella salió corriendo. Entre las dos rememoraron el hecho, aunque la palabra la tomó Eukarys.

En ese momento, ellas se encontraban estudiando en la entrada del edificio y se percataron de que los chamos, vestidos con blue jeans, camisa azul oscuro y bolso, las veían de una manera persistente.

“Uno de ellos se acercó a nosotras como si nos fueran a preguntar algo y me enseñó la pistola, la activó, me apuntó con ella en el estómago y me dijo que todo sería un robo silencioso”, comentó Eukarys con la impotencia reflejada en su voz, mientras recordaba el suceso.

Su reacción fue hablarle golpeado al antisocial y no entregarle el celular cuando se lo pidió, lo que provocó que el delincuente la agarrara por el cabello y la empujara.“Después le pidió el teléfono a ella (Jennifer) y se lo dio de una. Cuando se iban el otro chamo forcejeó con una chama para quitárselo también. Me lo intentaron pedir de nuevo y le dije que no”.

Eukarys contó que para el momento ya se había formado el alboroto y uno de los ladrones logró huir. Mientras que al otro le lanzó un envase que tenía a la mano.

“Salí corriendo detrás de él pegando gritos de que estaban robando y varios se unieron para perseguirlo también”.

Ambas dijeron que el hampón intentó escapar por la pasarela que conecta con la salida de la estación del Metro Antímano, pero con los gritos los funcionarios de seguridad de la entrada bajaron la santamaría para evitar que se fuera.

El sujeto al darse cuenta se devolvió para irse por otro sitio y cuando Eukarys se dio cuenta ya había un gentío persiguiéndolo, aunque saltó una cerca del estacionamiento, a la altura de la biblioteca, que da para la autopista Francisco Fajardo.

Luego del alborto y cuando los ánimos se calmaron, llevaron a las víctimas al decanato estudiantil para ayuda psicológica y para que contaran lo sucedido.

Este jueves los comentarios entre pasillos eran referidos a la seguridad interna, pues no entienden cómo estos hechos pueden ocurrir si se tiene un control de quienes ingresan a la universidad, por ello pidieron mejoras en la vigilancia, la cual consideran debe ser más exigente al momento de dejar entrar al alguien que no sea de la UCAB.

Eukarys también mostró su inconformidad, pues los estudiantes fueron quienes persiguieron a los delincuentes mientras los vigilantes llegaron cuando ambos habían escapado.


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