En una comunidad ubicada en este sector han muerto cuatro personas por la enfermedad, según denuncian los vecinos. No solo eso: de acuerdo con sus estimaciones, hay más de 70 casos confirmados en la zona.

Ciudad GuayanaLa historia de Puerto Libre está asociada a uno de los primeros centros poblados de Puerto Ordaz. El tiempo, pese a su valor histórico, y las desatenciones gubernamentales lo han condenado a formar parte de uno de los cordones de pobreza que rodean a la conurbación industrial.

Los últimos días han sido para sus habitantes la confirmación de que las condiciones de miseria a las que están sometidos continúan haciéndoles jugarretas: allí han confirmado más de 70 casos de paludismo.

La enfermedad comenzó a cobrar víctimas. Hasta el viernes, cuatro personas habían muerto en el sector. Las dos últimas, después de que el martes la comunidad protestara para llamar la atención al respecto.

No hubo respuestas. No al menos por parte del Instituto de Salud Pública, ente adscrito a la Gobernación de Bolívar. Tal parece que hubo una razón: en su cuenta de Twitter, por los menos, los puntos álgidos de información estuvieron en la celebración de los 12 años de Francisco Rangel Gómez en la Gobernación.

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Un año nada fácil

Pero el paludismo no es novedad en la región. Entre mayo y junio, un brote afectó a sectores del sur, principalmente en los municipios Gran Sabana, Roscio, El Callao, Padre Pedro Chien y Piar.

A este último, por ejemplo, a mediados de año habían llegado más de 800 casos. En ese momento, el diputado a la Asamblea Nacional Américo de Grazia (La Causa R-Bolívar) hizo público un punto de cuenta firmado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, en el que aprobaba 87 millones para la reducción en al menos 30 % de la transmisión de la enfermedad. El detalle: en el camino al Instituto de Salud Pública, el dinero desapareció.

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Las consecuencias siguen viviéndose y sintiéndose a simple vista. La solución que voceros gubernamentales ofrecieron a los habitantes de Puerto Libre es que se dirijan al servicio de Malariología de Core 8 para que, colas mediante, se les entreguen las medicinas.

Tarea compleja. Hablar de ir a un módulo puede ser fácil, hacerlo es el punto difícil: Puerto Libre está en el extremo este de Puerto Ordaz; Core 8, en el extremo oeste. Dadas las condiciones económicas de los habitantes de la comunidad afectada, el traslado, sin sumar la precariedad del servicio de transporte en Ciudad Guayana, es una misión tortuosa. Es lo que se vive acá. Es lo que, tal parece, seguirá viviéndose en los próximos días.

Foto: Cortesía Correo del Caroní


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