Para la zafra 2018, esperaban alcanzar las 70.000 toneladas de caña de azúcar, ahora solo podrán sumar 50.000 toneladas. No cuentan con fertilizantes y agroquímicos suficientes para cubrir la cosecha actual.

Valencia. De 170 productores de caña de azúcar en la entidad carabobeña solo se mantienen activos 30. Constantes robos, falta de fertilizantes, escasez de repuestos automotrices son algunos de los problemas que ponen en jaque a los cañicultores en el estado Carabobo.

La información fue dada a conocer por Eugenio Rodríguez, presidente de la Asociación productores de caña de azúcar de la entidad carabobeña, quien apuntó que el sector se encuentra en estado crítico y que se podrían ir a la quiebra, pues debido a los robos han perdido de 20.000 toneladas de caña de azúcar.

Teníamos estimado producir 70.000 toneladas de caña de azúcar, ya para este momento solo se cuentan con 50.000 toneladas. Esto se traduce en unas 800.000 tonaleadas de azúcar que no podrán producirse y que no irán al anaquel.

La última zafra pujante en Carabobo fue en 2006, cuando se cultivaron 4500 hectáreas. 12 años después, en 2018 solo quedan 900 hectáreas sembradas. Rodríguez comentó que el índice de robos aumentó en 2014, luego de que voceros del Gobierno manifestaran que no era necesario comprar azúcar si podían con una caña de azúcar “endulzar el café”. La mayoría de los robos son protagonizados por menores de edad, grupos de familia y mujeres embarazadas.

A juicio de Rodríguez, la situación se genera por la severa crisis económica que atraviesa el país y conduce a la gente a llevar a cabo estas prácticas para buscar sustento.

Cañicultores de Carabobo

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Reveló que hay fincas a las que les robaron todo el sembrado. Por ello, pidió a las autoridades gubernamentales nacionales y regionales  coordinar políticas para que los cuerpos de seguridad presten apoyo. Reconoció que han recibido atención de efectivos castrenses, pero se hace insuficiente.

Otra razón que podría contribuir a que la producción siga cayendo es la falta de fertilizante y de insumos para el mantemiento de la maquinaria agrícola, así como falta de lubricantes, cauchos y repuestos.

Un caucho que debe costar regularmente unos 8 millones de bolívares, en el mercado se cotiza hasta en 50 millones de bolívares. Un tambor de aceite diesel vale en el mercado 150 millones de bolívares, cuando su costo real es de 3 millones de bolívares. Las baterías son cobradas en 200 millones de bolívares y su precio regulado es de 5 millones de bolívares, apuntó el cañicultor.

Las cantidades de fertilizantes que consiguen en Agropatria son insuficientes y solo alcanzan para 50 % de la cosecha. La especulación los vuelve a alcanzar pues un kilo de urea —cuyo precio fijado es de 60.000 bolívares— es vendido en mas de 100.000 bolívares y cada hectárea de siembra requiere 50 kilos de este fertilizante.

Las exigencias del sector son claras: mayor seguridad para evitar los robos y desvalijamiento de las fincas, liberación del precio del azúcar —que sea llevado a 70.000 bolívares por kilo— y que se haga un trabajo conjunto con las autoridades gubernamentales para que les sean suministrados los fertilizantes, agroquímicos y la dotación de repuestos, lubricantes y cauchos.

Fotos y videos: Leomara Cárdenas.


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