74% del país está en riesgo “muy alto” de incendios forestales durante abril

De acuerdo con el monitoreo realizado desde Global Forest Watch Fires a los sistemas Modis y Viirs por la ONG Sembramos Todos, desde enero a la fecha hubo 700 indicios de incendios forestales en el estado Aragua.

Caracas. Venezuela se enfrenta a bajas probabilidades de precipitaciones en gran parte de su territorio. Es época de sequía. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrológica (Inameh) calculó un riesgo de incendios forestales de 74 % y el aumento significativo de la calima, que en el contexto de la pandemia del COVID-19 podría influir en el incremento de enfermedades respiratorias en los ciudadanos. 

“Debido a la incidencia perpendicular de los rayos solares sobre nuestro territorio, hay un riesgo alto de incendios forestales, de 74%”, explicó el Inameh en sus redes sociales, y en una imagen satelital se muestra la propagación del humo en varias regiones del país que sigue un patrón de vientos sentido noreste-suroeste. 

Las altas temperaturas se mantendrán en buena parte del país. El modelo de predicción Global Forecast System (GFS) usado por el Inameh estima que los valores máximos serán entre 38-40 °C en áreas de los llanos, nororiente, noroccidente y la región sur. En el caso de este 14 de abril, el sol incide perpendicularmente en zonas de Zulia, Trujillo, Portuguesa, Cojedes, Guárico, Aragua, Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro.

Expertos han coincidido en que la temporada de sequía en el país podría mantenerse hasta el 20 o el 22 de abril. Caracas percibe una calima tipo B, que se produce por eventos especiales, como los incendios forestales, que producen un fenómeno meteorológico que consiste en la formación de pequeñas partículas de polvo o cenizas en suspensión.  

Por otra parte, el monitoreo realizado desde Global Forest Watch Fires a los sistemas Modis y Viirs por la ONG Sembramos Todos desde enero a la fecha, arrojó que hubo 700 indicios de incendios forestales en el estado Aragua. Por los promedios y márgenes de error que arrojan ambos sistemas, se estima que más de 250 incendios se han desarrollado en la región en lo que va de año, siendo San Casimiro, en el sur del estado, el municipio con más incendios. 

Esta situación podría provocar en los venezolanos algunas enfermedades respiratorias e irritación de las mucosas, como obstrucción nasal, picor en la garganta y tos. Si la calima persiste por muchos días, pueden aparecer o agravarse el asma, dolor torácico o broncoespasmos, y desarrollarse crisis de ansiedad. 

Como ya lo ha establecido la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los casos con mayor riesgo de empeorar si se contagian de COVID-19 están los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, que en esta época de sequía deben velar por mantener correctamente el tratamiento prescrito por su médico para estar controlados.

Para los individuos sanos, los médicos han establecido recomendaciones más sencillas como lavarse las manos y la cara, mantener las ventanas cerradas, usar trapos mojados en las orillas de las ventanas y puertas, e hidratarse con mucha frecuencia.

La sequía en Caracas provocó que el pasado 12 de abril se registraran 14 incendios forestales de distintas magnitudes. Diferentes cuerpos de bomberos y Protección Civil trabajaron con las uñas para poder dar respuestas. No solo se enfrentaron al fuego, sino también a la escasez de agua, uniformes desgastados y falta de equipos de protección.

Arde el Parque Nacional Henri Pittier

“Arde de nuevo el Parque #HenriPittier y los #BomberosForestales y #Guardaparques de #Inparques casi que de manos atadas.  Hay un incendio de tres días en #LasTrojas y los jefes de Inparques Aragua, simplemente contestaron que ese incendio no se veía”. 

Con esta denuncia hecha este 13 de abril por el  Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Nacional de Parques (SUNEP-Inparques), alertó sobre los constantes incendios que siguen registrándose en el primer parque nacional de Venezuela, el Henri Pittier, sin que los guardaparques y bomberos cuenten con los equipos necesarios y mucho menos con vehículos y gasolina para trasladarse y combatirlos.

Así lo señaló Enrique García, director de la ONG ambientalista Sembramos Todos, quien explicó que en el sur del estado Aragua se ha registrado el mayor número de incendios desde que comenzó el mes de abril. Es el  municipio San Casimiro, con 98 incendios, el más afectado, seguido de Urdaneta con 93, Zamora con 58, José Félix Ribas con 49, Revenga con 42, Camatagua con 39, San Sebastián con 34, Santos Michelena con 25, Mario Briceño Iragorry con 16 y Tovar con 15.

Estos sistemas satelitales –indicó García– también han registrado un promedio de 8925 alertas de incendios en todo el país, solo entre el 4 y el 11 de abril de este año.

Bolívar, Monagas y Anzoátegui son los estados con más incidencias de alertas, con 2001, 1678 y 1237, respectivamente.

En Aragua, mientras tanto, los incendios continúan, y este 12 de abril se registró uno de grandes proporciones en el sector El Roble de la Colonia Tovar, que aún no se ha podido extinguir. “Este incendio  ya lleva dos días, mientras los tres bomberos que hay en la Colonia no tienen cisterna, pues está retenida en la gobernación”, denunció María Misle, una habitante de la Colonia Tovar.

Mientras tanto, el SUNEP-Inparques informó que solo cinco bomberos forestales y cinco guardaparques lograron trasladarse a combatir otro incendio dentro del parque nacional, en los sectores Guamita, Chimborazo, Las Brisas, Las Trojas y Tucupido.

“Los guardaparques y bomberos forestales no pudieron salir a combatirlos porque no tienen transporte; buscaron apoyo en carros particulares pero no tenían gasolina, así como tampoco tenían alimentos ni hidratación. Desde ese día hasta la presente fecha, ni el director Rafael Fernández Trompiz ni la coordinadora del  parque Henri Pittier, María Trompiz, han brindado apoyo al personal ni han estado al frente de las diversas situaciones que se han presentado en la región”, refiere el comunicado del sindicato.

Mientras tanto, los habitantes del estado Aragua padecen de serias dificultades respiratorias ante la permanente calima que  cubre al estado, y muy particularmente a Maracay, arropada por un denso humo que ahoga a sus residentes.