Médicos del Hospital de Guaiparo afrontan la difteria con las uñas

El personal de salud consignó dos cartas al IVSS para exponer la falta de insumos como antibióticos, tratamiento para difteria, aparatos para hacer diagnósticos. Además de alertar que los programas de cirugías especializadas se paralizaron por ausencia de recursos.

Bolívar. Los médicos del Hospital Raúl Leoni de Guaiparo, en el estado Bolívar, han tenido que hacerse cargo de la contingencia de la epidemia de difteria en medio de la crisis humanitaria.

El lugar, hasta la semana pasada, había recibido al menos 17 casos sospechoso de la enfermedad —erradicada hace 24 años en el país—, y ya ha causado la muerte de cuatro niños. Ayer, la antitoxina diftérica para cumplir el tratamiento para difteria estaba agotada en sus anaqueles.

El pasado 19 de octubre, el personal médico elevó una carta al director del hospital y al director del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS), Carlos Rotondaro. Los pediatras explicaron que los pacientes tienen cinco días sin antibióticos para ser tratados. Tampoco hay alcohol y los procedimientos se realizan sin asepsia. No se está pasando consulta externa porque las instalaciones están contaminadas con aguas negras. No hay tratamiento para pacientes con asma, como esteroides endovenosos, ni hay reactivos para serologías de VIH, VDRL y hematologías.

El resto de los especialistas especificó que no hay tomógrafo ni resonador magnético, así como placas ni sistema digital en servicios de hospitalización y emergencia para leer los exámenes. “Hemos tenido que recurrir a los teléfonos inteligentes del personal para tomar una foto o la imagen del monitor para mostrarla al momento de evaluar en la cabecera del paciente en hospitalización, emergencia o quirófano. Esto supone una práctica inadecuada porque por el tamaño de la imagen se escapan detalles radiológicos”, exponen.

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Funcionan tres de ocho quirófanos porque tienen los aires acondicionados dañados; filtraciones y cajas quirúrgicas que requieren reemplazo. Desde hace tres años no hay patólogo, por lo que el Servicio de Anatomía Patológica permanece cerrado y no se hacen biopsias oncológicas. De siete equipos de ultrasonido, solo están operativos dos porque se necesita configuración de software, problema que no ha sido resuelto en dos años y limita los diagnósticos.

Hay déficit de analgésicos y en este momento solo cuentan con tres tipos de antibióticos. Casi un récord, puesto que en algunos meses, apenas han tenido uno. El área de Emergencia de adultos no tiene aire acondicionado y los pacientes reposan en el lugar con temperaturas de 38 grados.

No hay cardiólogos porque fueron jubilados antes de tiempo, de modo que no se hacen cateterismos para colocar marcapasos y resincronizador cardíaco. No se están efectuando cirugías bariátricas  ­—procedimiento quirúrgico para tratar la obesidad—; ni laparoscópica básica y avanzada por falta de insumos. Ante la falta de quirófanos, las cirugías oncológicas presentan fallas y por ahora están suspendidas las cirugías electivas dada la ausencia de recursos.

Foto cortesía: La Causa R Guayana


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