Un joven de 16 años y otro de 28 quedaron atrapados en una alcantarilla cuando buscaban material estratégico, una práctica que se extendió en varios sectores de Ciudad Guayana como forma de sustento económico.
Ciudad Guayana. Este lunes 26 de abril se cumplieron 48 horas de la desaparición de José Marcos Pereira, de 16 años de edad. El adolescente quedó atrapado en una alcantarilla de Puerto Ordaz junto con Leonel Lara, de 28 años, cuando buscaban material estratégico, como cobre, hierro, aluminio y hasta oro.
Una tercera persona llegó a ingresar con ellos a la tubería madre de aguas servidas en la avenida Monseñor Zabaleta, en el sector Villa Central. Sin embargo, los olores lo sofocaron y no continuó. Todavía era mediodía del sábado 24 de abril cuando no se supo nada más de las dos personas que siguieron dentro, y avisaron a familiares.
La búsqueda comenzó a eso de las 7:00 p. m. Bomberos de Caroní confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de Leonel Lara, e indicaron que las víctimas, procedentes de la comunidad de Los Sabanales en San Félix, “realizaban trabajos de mantenimiento y reparación”.
Sin embargo, la realidad de estas personas es que buscaban material estratégico entre las aguas residuales. Se trata de una práctica que se extendió en varios sectores de Ciudad Guayana como forma de sustento. Ya no solo se busca entre el vertedero de Cañaveral.
Marcos Pereira, padre del adolescente desaparecido, admitió que, en medio de su necesidad económica, se dedica a esta práctica desde hace cuatro años.
“Son como cuatro años desempeñando esta labor, en vista de la necesidad que tenemos y tomamos este riesgo. En este momento pido que me entiendan como padre, que, por favor, cómo es posible que estoy mendigando un poquito de gasolina o un detector de metal para buscar a mi hijo”.
Una búsqueda entre obstáculos
La mañana de este lunes, en medio de las labores de búsqueda, pidió a las autoridades un detector de metal que facilite ubicar las conexiones y tapas de salida. El mapa de las tuberías, aparentemente, no está actualizado, comentó.
“Que me presten el apoyo con un detector de metal, que eso es rápido. Ya van a pasar las 48 horas, la gente está trabajando, pero no tienen las herramientas necesarias. Me gustaría que el Estado me prestara el apoyo y entienda mi dolor como padre de familia. Quiero a mi hijo, pues”, manifestó Pereira.
La búsqueda se extendió a sectores aledaños, como Villa Colombia y la urbanización Orinoco, pero el joven sigue sin aparecer. El padre considera que deban romper la calle para bajar al menos dos metros y continuar la búsqueda, a la que se sumaron Bomberos Municipales, Protección Civil, vecinos de la comunidad y allegados.
La recolección de material estratégico
Un informe publicado en marzo de 2021 por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) sobre las prácticas de esclavitud moderna y explotación laboral en Venezuela, con énfasis en las condiciones del estado Bolívar, detallan precisamente esta forma de sustento a través de la recolección de material estratégico.
Allí se explica cómo el trabajo en el vertedero de Cañaveral, que anteriormente se hacía en Cambalache, ya no solo se limita a la recolección de basura.
“Se extiende a la recolección de material estratégico. La estatal refinadora de alúmina, CVG Bauxilum, aunque no es la única, es la más cercana, vía fluvial, a la comunidad de Cambalache. En sus alrededores pueden hallarse desechos, los cuales son negociados entre los guardias que custodian las empresas y los recolectores”, detalla el informe.
Agrega que se pueden llegar a conseguir ganancias de 70 dólares semanales al dedicarse a esta labor.
“El proceso consiste en llegar a la zona, pagar una cuota de $50 dólares americanos por que los custodios les permitan trabajar, y proceder a recolectar el material”.
Es por ello que la recolección de material estratégico es una práctica que se extendió a otros sectores de la región.
“Desde hace ocho años se ha vuelto común, especialmente en zonas como Castillito en Puerto Ordaz y la UD 145 en San Félix; mostrando la aglomeración de familias en las aguas residuales en búsqueda de hierro, cobre y bronce, y en los días de suerte, oro, que posteriormente venden en el sector Vista Alegre. Estas familias consiguen aproximadamente 90 a 100 kilos diarios de estos materiales, lo que representa 1,5 y 2 dólares diarios”, explica la investigación de CDH-UCAB.
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