Al menos 14 semáforos instalados en toda la avenida Urdaneta están apagados. Algunos tienen el círculo vacío en donde debería ir el contador de segundos. En el caso de la Baralt, una de las zonas que migraría a la tecnología digital, nunca lo hicieron. Pero allí, los semáforos de color amarillo siguen funcionando.

Caracas. Un tubo con cables guindando es el esqueleto de lo que alguna vez fue un semáforo en la avenida Libertador, a la altura de La Campiña. No hay luz para nadie. Ni los carros, ni los peatones tienen algo que les indique si pasar o detenerse. Algunos ni miran para arriba, sino que voltean de un lado a otro para ver si tienen chance de cruzar. Los carros aceleran si no ven personas caminando, o los esquivan.

Al terminar la avenida Libertador, sentido centro, un cúmulo de carros se tienen que tocar corneta para ver quién pasa primero. Los que van con dirección a Maripérez aceleran temerosos de chocarle al de adelante. Los que van para Bellas Artes esquivan los carros que se quedan debajo del elevado y los que van a Plaza Venezuela pasan poco a poco.

Foto: Gleybert Asencio

Para el año 2015, la Alcaldía de Caracas informó que en el municipio Libertador había 330 intersecciones semaforizadas, para un total de 2100 semáforos. Este dato lo dieron porque se iba a hacer una migración de la tecnología analógica a tecnología digital. Además, José Gregorio Franquis, entonces director de Transporte y Vialidad, dijo que iban a aplicar una tecnología led con un contador que podía durar hasta 10 años operando.

Pasaron seis años para que 14 semáforos con esta tecnología que están instalados en toda la avenida Urdaneta estén apagados. Algunos tienen el círculo vacío en donde debería ir el contador de segundos. En el caso de la Baralt, una de las zonas en donde iban a migrar a tecnología digital, nunca lo hicieron. Pero en esa zona, los semáforos de color amarillo siguen funcionando.

Aquí hay que cruzar la calle viendo para arriba y para abajo. Eso sí, hay que rogar que no aparezca un fantasma, sostuvo el señor Jaime, vendedor de un kiosco frente al puente de Fuerzas Armadas, al referirse a que un carro puede aparecer de imprevisto. Agregó que el semáforo de la esquina donde él trabaja tiene un mes y medio dañado. Aunque parece poco tiempo, ya ha visto dos personas que pasaron un susto fuerte por motos que casi los atropellan.

En el último decenio de Acción para la Seguridad Vial de la Organización Mundial de la Salud (2011-2020), especifican que, todos los años, los accidentes de tránsito se cobran casi 1,3 millones de vidas y provocan traumatismos entre 20 millones y 50 millones de personas más. Igualmente, indican que el 90 % de las defunciones y traumatismos por tránsito ocurren en países de medianos y bajos ingresos.

Los traumatismos causados por el tránsito están en el puesto número cinco de la lista de la OMS de principales causas de defunción para el año 2030.

Foto: Gleybert Asencio

Según la información oficial, a principios de marzo se hizo un Plan de Mantenimiento y Modernización de la Red Semafórica que abarcó 1406 semáforos en 34 avenidas y principales calles del municipio para garantizar arterias viales seguras a los ciudadanos que transitan por la ciudad.

En Santa Mónica hay 13 semáforos que no sirven en toda la avenida Teresa de la Parra. Los vecinos calculan que desde hace cinco años se ha presentado esta problemática y no ha ido ninguna cuadrilla para hacer las reparaciones pertinentes.

Nosotros hemos tratado de tocar la puerta en la Alcaldía de Caracas para que arreglen los semáforos de la esquina en donde está Crema Paraíso, porque siempre escuchamos como casi chocan porque hay personas que van a agarrar la autopista que van muy rápido, comentó la señora Magaly López, vecina de la zona.

López agregó que en esta urbanización hay un porcentaje alto de vecinos que son adultos mayores que son vulnerables. De hecho, según un estudio que levantó la Asociación Civil Convite en 2018, al menos 48 personas de la tercera edad fueron arrollados en 2018, siendo la principal causa de muerte en ese segmento de la población durante ese año y el 2017.

Otros sectores en donde hay semáforos daños son Plaza Venezuela, la avenida Victoria, en la parroquia San Pedro, El Valle y Coche. La mayoría de los semáforos para peatones están dañados. Algunos tienen cables sueltos y están en muy mal estado.

Foto: Gleybert Asencio
Un problema con historial

Los semáforos dañados son un problema viejo. En el año 2017, Convite levantó una encuesta en el que recibieron 41 reportes, a través de una aplicación que activaron, y 33 de ellos estaban en el Área Metropolitana de Caracas, en su mayoría en Libertador y Sucre.

Celia Herrera, ingeniero civil, profesora y especialista en temas de vialidad, explicó a Crónica.Uno que los semáforos dejan de funcionar por razones como vandalismo, siniestros viales y fallas por energía eléctrica. La experta precisó que en el país, con los bajones eléctricos y picos de intensidad de corriente, suelen generarse fallas, e incluso, hay personas que se dedican a robarse el cableado. 

La profesora expuso que instalar un semáforo en determinado lugar es una decisión que se toma a partir de un estudio de tránsito, el cual se sustenta en que ocurren muchos encuentros peligrosos entre vehículos y peatones en ese sitio, que ponen en riesgo la vida y bienes de las personas. La idea es regular los flujos. Tratar de ordenar los pasos, agregó.

El mundo ha avanzado súbitamente desde la década de los 2000 en temas de movilidad, comentó Herrera, y citó algunos ejemplos de la región como Colombia, Chile y Brasil. Igualmente, sostuvo que hay grandes ejemplos en el ámbito internacional donde usan sistemas inteligentes de semáforos que se controlan desde centros de tránsito en donde pueden reorganizar y cambiar los tiempos de acuerdo con los flujos de vehículos, de peatones y de la hora del día.

semáforos de Caracas
Foto: Gleybert Asencio

Participa en la conversación