El personal del ambulatorio se mantuvo en su sede colonial hasta hace dos meses. Ahora atiende a unas 60 personas diarias en un dispensario cercano, en el sector Las Perlas. Esperan que el gobernador de La Guaira, José Alejandro Terán cumpla, con la promesa de rescatarlo.

La Guaira. Mientras el gobierno regional insiste en la rehabilitación de ocho Centros de Diagnóstico Integral y cinco salas de quirófanos en el hospital José María Vargas de La Guaira, en el ambulatorio ubicado en la parroquia Maiquetía, a los pacientes no se les puede garantizar el derecho constitucional a la salud por la precariedad de sus instalaciones.

Un vistazo general de la infraestructura colonial en la que funciona el ambulatorio, confirma el reclamo realizado por los vecinos en redes sociales: hay filtraciones en las paredes, el techo está roto, abruma la humedad; las puertas y cerraduras se encuentran desvencijadas, todo, en medio de la inoperatividad de los servicios más básicos del inmueble.

En junio pasado, el gobernador de La Guaira, José Alejandro Terán, prometió recuperar la vetusta sede del ambulatorio de Maiquetía para reabrirlo en favor de sus comunidades.

Sin embargo, la demora en la respuesta obligó al personal a trasladarse a un dispensario en el cercano sector de Las Perlas. En ese espacio, atienden “con las uñas” a unos 60 pacientes diarios en las áreas de medicina general, ginecología, pediatría y nutrición.

Era tétrico ir a la casa vieja del ambulatorio, uno sentía que las paredes sin pintura y con tantas filtraciones, se nos iban a caer encima; a eso le sumas que ya no conseguías medicamentos para bajar la fiebre de los niños y tampoco para estabilizar a un abuelito”, comentó Mercedes Hidalgo, residente del sector El Rincón.

Maiquetía es una parroquia muy próxima al puerto de La Guaira, que no posee un hospital público, pero alberga al 30% de la población del Litoral Central, estimada en 500.000 habitantes.

El personal del ambulatorio trabaja desmotivado, con sueldos miserables, sin medicinas, casi sin insumos, entonces no es como para hacer una fiesta”, sostuvo Carmen Infante, maestra jubilada que vive en Las Perlas, donde todavía se perciben los rastros de la tragedia de las lluvias de 1999.

“Al ambulatorio de Maiquetía lo abandonaron prácticamente, desde hace 20 años”, afirmó uno de sus enfermeros que complementa su sueldo al laborar en una clínica privada por las tardes.

Sin medicinas

Consciente de que podría ser mejor atendida en los ambulatorios de Catia La Mar y La Guaira, Alma Requena señaló que prefiere ir a Las Perlas por el costo del pasaje, recién aumentado de 1,5 a 2,5 bolívares.

Hace 15 días, requirió de un chequeo médico por un cuadro viral y no había antipiréticos. También constató la ausencia de otros medicamentos básicos.

Eso es así hasta en hospitales grandes, como el Periférico de Pariata”, añadió Requena, quien habita en el barrio Piedra Azul.

La ausencia de medicamentos en el citado hospital se reflejó con testimonios de los afectados en una nota informativa de Crónica.Uno, publicada el 14 de septiembre de este año.

Un día después, un grupo de médicos, enfermeras y personal de salud de ambulatorios y hospitales de la región protestó por esta causa y sus bajos salarios en las afueras del hospital Vargas de La Guaira.

La convocatoria de los gremios sanitarios produjo un enfrentamiento verbal con un puñado de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela. Pero, los agentes de la Policía de La Guaira controlaron las tensiones entre los bandos.


Participa en la conversación