Después de 78 días desde el primer apagón, la medida de Nicolás Maduro de reducción del horario escolar se mantiene. Los maestros tratan de cubrir el contenido en dos horas, pero se hace imposible. Han tenido que enviar guías a casa y hacer ejercicios prácticos. Otros ajustaron la materia a media hora de clase.

Caracas. Maestra, hacemos todo apurado, es la frase que le dicen a Mary Zuniaga los niños de segundo grado de la Unidad Educativa Caricuao. Apenas dos horas son las que tienen los docentes del turno de la tarde para impartir el contenido a los estudiantes.

Por eso, Zuaniga debe apresurar la clase, pronto serán las 2:00 p. m. y tendrá que despedir a los alumnos, aunque entraron al salón a las 12:00 del mediodía.

Es una cosa terrible, no da tiempo de ver prácticamente nada. Les mandé a los estudiantes a que vengan con la fecha ya copiada en el cuaderno para adelantar eso, dice Zuaniga.

Han pasado 78 días desde el primer apagón que dejó a todo el país sin servicio eléctrico durante varios días. Sin embargo, el Plan de Administración de Carga del Sistema Eléctrico Nacional se mantiene. Esta situación ha restado más de la mitad de horas a la jornada escolar de los estudiantes del turno de la tarde. En Gaceta Oficial N° 41.623 del 30 de abril se ratificó el horario especial de actividades escolares de 7:00 a. m. a 2:00 p. m. “Hasta el periodo que acuerde el Ejecutivo Nacional”, se lee.

En la Unidad Educativa Caricuao los estudiantes deberían estar en el aula desde la 1:00 hasta las 5:30 p. m. La dirección decidió que llegaran a las 12:00 m. Allí esperan a que a la 1:00 p. m. lleguen los maestros. Lo que se traduce en una hora de clases.

Con un mismo tema pasamos toda una semana, es poco lo que se puede hacer en una hora. Yo trato de hacer mil cosas, pero no podemos hacerlo todo, cuenta Zuaniga. Ella, junto con otros docentes, propuso trabajar al menos hasta las 4:00 p. m., pero recibieron una comunicación del Ministerio de Educación donde exponen que se debe respetar la gaceta.

El presidente del Sindicato Venezolano de Maestros de la parroquia Caricuao, Raúl Parra, asegura que los docentes están reinventando el proceso de evaluación: Como no pueden dar el contenido completo, están elaborando guías y llegan a la escuela a evaluar. Explicar el contenido en ese tiempo es muy difícil.

Las escuelas bolivarianas están en actividades hasta las 12:00 m —debería ser hasta las 3:00 p. m.—, las del Gobierno de Distrito Capital extienden el horario hasta 3:30 p. m. Otras instituciones públicas también han reducido la jornada matutina. Trabajan de 7:00 a 10:30 a. m. Luego a las 11:00 a. m. hasta las 2:00 p. m. reciben el turno de la tarde, cuenta Parra. En la parroquia Caricuao hay 78 escuelas, de esas, 11 son privadas.

La situación de los estudiantes de media general no es diferente. Un profesor de matemáticas en Caricuao cuenta que entre los docentes del turno de la tarde se pusieron de acuerdo para compartir las dos horas y atender a los estudiantes durante media hora. Ella tiene estudiantes de cuarto año, segundo año y primer año.

Lo hacemos para cubrir las tres materias que les corresponden ver en la tarde. El tiempo es demasiado corto. En esa media hora asigno una actividad, una guía de ejercicios. También los mando a investigar o adelantar los temas con un mapa conceptual para la siguiente clase. Me tengo que enfocar en la parte práctica, dice. También suele negociar con los profesores para que le cedan media hora más.

Pero ya sé que la siguiente semana no me corresponde a mí, sino a la otra profesora. Yo siento que esto está perjudicando a los estudiantes, los está poniendo apáticos, agrega la profesora de matemáticas.

Al momento los planteles no manejan un plan para recuperar clases o nivelarlos en los contenidos que no vieron. Los de media general terminarán el lapso en las próximas tres semanas.

Estos jóvenes apenas tuvieron 8 días de clases en marzo. Los meses siguientes la restricción del horario escolar del turno de la tarde los vuelve a dejar sin rutina escolar.

Cecodap ha dicho que esta medida “restringe la posibilidad de que se cumpla el horario escolar para cumplir los programas académicos y procesos de aprendizaje”.


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