Apertura de frontera Venezuela-Brasil beneficia al turismo, el comercio y la educación

Venezuela-Brasil

Con la apertura de la frontera Venezuela-Brasil no solo se reactiva el turismo internacional y el comercio en general en el estado Bolívar, sino que más de 1000 niños que viven en Gran Sabana estudian en Pacaraima y podrán asistir a clases.

Ciudad Guayana. La apertura de la frontera Venezuela-Brasil este 24 de febrero significó una celebración para ambos países. El acto comenzó pasada las 5:00 p.m. y se hizo en presencia de las autoridades de Roraima y Pacaraima (Brasil), así como del gobernador de Bolívar, Ángel Marcano; el alcalde de Gran Sabana, Manuel Vallez; el alcalde de Caroní, Tito Oviedo; e incluso el exgobernador Francisco Rangel Gómez.

Los primeros en celebrar la noticia fue el gremio turístico, que recientemente solicitó se creara un corredor especial en la frontera.

Desde Asocanaima celebramos la puesta en marcha o reapertura de la frontera de Brasil y Santa Elena de Uairén. La activación de la misma permitirá el flujo turístico a nuestro estado, permitiendo que nuestro pueblo vuelva a sus actividades turísticas”, celebró la Asociación de operadores Turísticos de Canaima, Asocanaima.

A principios de noviembre del año pasado, la Cámara de Turismo en Bolívar solicitó esta reapertura.

“Para el sector turismo, esto es de suma importancia. Si analizamos el potencial del mercado que tenemos en esta zona. En las poblaciones aledañas son 4 millones de habitantes, es un mercado interesante. Esta actividad turística integra muy bien a la comunidad indígena de la etnia pemón, y hace que puedan mejorar su situación”, destacó Gilbert Almarza, presidente de la Cámara de Turismo en Bolívar.

Con la reapertura de la frontera Venezuela-Brasil, Almarza también hizo hincapié en que ahora se debe mejorar los productos, los procesos, la atención a los turistas, para ser más competitivos en los mercados.

“El abrir esta frontera traerá beneficios al estado Bolívar y el suroriente del país. Se va a mejorar el sistema turístico y el comercio en general”, sostuvo.

Paso a estudiantes

El cierre de la frontera, desde marzo de 2020 cuando se decretó la pandemia de COVID-19 en el país, significó que venezolanos que viven en Gran Sabana, pero estudian en Pacaraima, no pudieran asistir a clases cuando en Brasil retomaron la asistencia.

Hasta 2019, se estimó que 1200 niños, niñas y adolescentes de Gran Sabana cursaban estudios en Pacaraima. Ese año también cerraron la frontera para impedir el ingreso de la ayuda humanitaria. Padres y representantes debieron organizarse para que sus hijos no perdieran clases.

La solución fue cruzar por trochas y alquilar una vivienda entre varios para pernoctar de lunes a viernes. Así lo hicieron esta vez otro grupo de representantes.

Mi hijo mayor ya culminó los estudios, pero el menor no. Nos tocó a cinco familias hacer lo mismo. Pagar una casa y los representantes nos turnábamos la estadía para estar con los muchachos porque también tenemos que trabajar”, comentó una representante.

Pero no todos podían hacer esto por lo costoso que resulta la logística. Solo en transporte son entre 40 y 80 dólares por traslado. En Brasil, con 51 inasistencias a clases, se pierde el año escolar. Esto se flexibilizó por la pandemia, y quienes no pueden asistir tienen la opción de las clases virtuales. Sin embargo, esta modalidad no resulta suficiente, menos a la hora de recibir una orientación de mayor preparación que no tienen los padres.

La decisión de los padres de que sus hijos estudien en una escuela de Brasil, es porque Gran Sabana no escapa al deterioro de las instituciones educativas.

En el caso de los comerciantes, la reapertura de la frontera es un impulso económico, ya que la principal fuente de distribución proviene de Brasil. La economía en Santa Elena de Uairén se maneja principalmente con moneda brasilera, los reais.


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