“Aquí han muerto por depresión esperando ser indemnizados”, dicen vecinos de Mata Redonda y La Punta en Maracay

Mata Redonda

Hace 17 años, el TSJ dictó una sentencia que ordena indemnizar a todos los propietarios de La Punta y Mata Redonda, afectados por el lago de Valencia. De 1362 familias apenas quedan 275, la mayoría de la tercera edad, que aún reclaman el pago de sus viviendas.

Maracay. Añejos problemas ambientales padecen, desde hace décadas, los pocos habitantes de las urbanizaciones Mata Redonda y La Punta, al sur de Maracay. Pero también deben lidiar con las pretensiones de la Alcaldía de Maracay de empalmar las aguas servidas de los sectores La Esmeraldita y Casanova Godoy.

La municipalidad quiere hacer empotramientos en la boca de visita perteneciente al sistema de cloacas de Mata Redonda, que de por sí ya está colapsado debido al crecimiento del Lago de Valencia.

Por eso, un grupo de residentes de ambas urbanizaciones calificaron de inaceptable la decisión de acrecentar los problemas sanitarios con los que conviven desde que se decidió desviar las aguas del rio Cabriales y otros afluentes al Lago de Valencia, así como las descargas de aguas residuales de Maracay-Valencia.

Es inadmisible que el alcalde Rafael Morales pretenda solucionar los problemas de aguas servidas de urbanizaciones adyacentes a nuestras comunidades, cuando en Mata Redonda y La Punta las aguas negras circulan por las calles y dentro de las viviendas. Aquí ya hay un problema de salud pública”, señala Isolina Cabrera.

Y aunque la cuadrilla de la Alcaldía de Girardot finalmente debió paralizar los trabajos luego de la presión ciudadana, los residentes de Mata Redonda y La Punta no desaprovecharon la oportunidad para insistir en su reclamo. Exigen las indemnizaciones a las que tienen derecho según tres sentencias del Tribunal Supremo de Justicia.

Ya han transcurrido 17 años desde que el TSJ ordenó al entonces Ministerio del Ambiente, hoy Ministerio de Ecosocialismo y Aguas, ejecutar el mandato de la Sala Constitucional a través de las sentencias 1632/2006, 1752/2007 y 868/2012 y que prevén el pago pecuniario con apego al justo valor de cada vivienda.

Pero a la fecha, de 1362 familias beneficiadas con estas sentencias, aún quedan sin indemnizar 275. Estas sobreviven en medio de unos urbanismos contaminados y con colapso en los servicios públicos.

Mata Redonda
Habitantes de Mata Redonda y La Punta rechazan trabajos de la alcaldía de Maracay. Foto Gregoria Díaz
Condiciones inhumanas

Las cloacas de las urbanizaciones del sur de Maracay se encuentran siete metros por debajo del nivel del Lago de Valencia y drenan solo con la ayuda de unas bombas de achique.

Después de las inundaciones de octubre de 2020, cuando las aguas alcanzaron hasta tres metros dentro de las viviendas, muchos propietarios, en su mayoría personas de la tercera edad, han muerto.

Esto es inhumano –dice Cabrera, acompañada de otros vecinos–. Esta situación nos ha traído muchos problemas de salud, como el estrés y la depresión. Vecinos que perdieron absolutamente todo y otros que han fallecido de tristeza esperando la indemnización”.

Las familias que aún sobreviven en Mata Redonda y La Punta, así como otras localidades cercanas al Lago de Valencia, siguen padeciendo las consecuencias de no ejecutarse las obras de control y saneamiento.

“El dinero de esas obras hidráulicas se desapareció, nosotros aquí muriendo y no hay dinero para indemnizar”, señalan los afectados.

Reiteraron el llamado al Tribunal Supremo de Justicia para que se pronuncie sobre el desacato del Ministerio de Ambiente que dirige actualmente el ex gobernador de Aragua, Rodolfo Marco Torres, y ordene la ejecución definitiva de las sentencias.

La ley está de nuestra parte –finaliza Isolina Cabrera– son 17 años de espera, sufriendo y muriendo.


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