El grupo de expertos académicos que auditó el software de las máquinas de votación aseguró que no existe una vulnerabilidad en el código del programa, al que calificaron de robusto.

Caracas. El grupo de expertos y académicos que desde el pasado 14 de junio han estado auditando el sistema automatizado de votación ofreció este viernes una rueda de prensa en la que dio señas de sus hallazgos, luego de la culminación de la primera fase de la auditoría, la cual se centró en el software de las máquinas de votación.

Robinson Rivas, magíster en Ciencias de la Computación de la Universidad Simón Bolívar y director actual de la Escuela de Computación de la Universidad Central de Venezuela, fue uno de los voceros del grupo de 10 académicos y manifestó que en conjunto se encuentran “satisfechos” con el proceso de auditoría que han llevado a cabo; destacó la “buena disposición” de los técnicos del Consejo Nacional Electoral (CNE) y de ExClé.

Rivas aseguró, sin entrar en detalles, que “todo lo que un software de votación debería tener, este lo tiene”, refiriéndose al de las máquinas de votación, y añadió que para poder llegar a esta conclusión se hizo un análisis muy minucioso del funcionamiento del programa.

“Nuestra tarea en esta auditoría ha sido confirmar que se trata de un software de calidad, y ha sido así”, aseguró.

Ante la pregunta de si habían encontrado algún tipo de vulnerabilidad que pudiera comprometer alguna de las garantías del proceso de votación, como el secreto del votante, o que la votación refleje el total de sufragios registrados, Rivas aseguró que no habían encontrado ninguna.

Hasta ahora, en la auditoría, no hemos visto algo que pueda ser calificado como una vulnerabilidad seria del software de las máquinas, indicó el académico.

Sobre la posibilidad de una vulnerabilidad, el otro vocero del grupo de expertos, el profesor Emilio Hernández, doctor en Ciencias de la Computación de la Universidad de Southampton de Inglaterra y profesor titular jubilado de la Universidad Simón Bolívar, aseguró que no solo no se habían encontrado vulnerabilidades, sino que además se recomendaron cambios para que estas fuesen aún menos probables.

Es un sistema complejo, quizás un caso entre 1.000.000 pudiera tener una vulnerabilidad, lo que nosotros hemos hecho con las recomendaciones es llevar esa cifra a 1 en 100.000.000”, dijo.

En relación con los cambios que se han recomendado, Hernández destacó que no todos se habían implementado, pero dijo que algunos sí, lo que demuestra que lo que se comenta en las auditorías si está llegando a los oídos de los técnicos del CNE. “Se trata de recomendaciones para mejorar el software, para mejorar algunas cosas de forma puntual”, agregó.

Hernández agregó que, contrario a lo que la gente pudiera pensar, el software de las máquinas no es pequeño ni vulnerable, sino que es “robusto” y está “muy bien diseñado para hacer lo que debe”.

Uno pudiera pensar que se trata de un programa sencillo para simplemente sumar los votos, no es así. Se trata de un software con más de 36.000 líneas de código, es robusto y completo, dijo.

Por los momentos, la auditoría integral al sistema de votación automatizado culminó su primera fase, que se centraba en el software de la máquina de votación. Desde el próximo martes 6 de julio se avanzará en la revisión del software de totalización, los sistemas de transmisión y los componentes físicos del sistema, como las máquinas de votación.


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