#Claves Espacios tomados para aislar pacientes asintomáticos y leves de COVID-19 en Caracas

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Luego del desalojo forzoso el pasado 25 de julio de 90 estudiantes que se mantenían en la residencia Livia Gouverneur porque no pudieron viajar a sus casas al inicio de la cuarentena, la alcaldesa de Caracas celebró que “habían puesto todo bien bonito en tres semanas” para poder recibir a 251 pacientes asintomáticos.

Caracas. La pandemia avanza en las 22 parroquias del municipio Libertador de Caracas y la ciudad concentra la mayor cantidad de casos comunitarios desde la llegada de la COVID-19 al país. La administración de Nicolás Maduro insiste en el aislamiento de todos los pacientes que sean asintomáticos o tienen síntomas leves y hayan dado positivo en la prueba rápida.

Mosca, Caracas, alertó el mandatario en cadena nacional el domingo 16 de agosto luego de que Delcy Rodríguez leyera la cifra de infectados en la ciudad que llegaba a su punto más alto: 399 casos, la mayoría en las parroquias El Valle y Sucre. En esa misma reunión, la alcaldesa del municipio Libertador, Érika Farías, habló sobre las acciones que tomaría en las parroquias de la ciudad, que incluía despistajes y la habilitación de espacios para los pacientes.

Sin embargo, la orden de no mantener a los venezolanos con síntomas leves o asintomáticos cumpliendo la cuarentena en casa la dictó Maduro mucho antes. El 7 de abril, el mandatario exigió una hospitalización del 100 % de los pacientes con COVID-19 en el país. A partir de esa medida, la Alcaldía de Caracas ha tomado y adecuado instalaciones públicas, y en algunos casos privadas, para aislar pacientes: 

-Hoteles: en marzo, la orden del sector hotelero era aislar a las personas que tuvieron contacto con algún viajero. Con el ingreso significativo de migrantes venezolanos, se dio una segunda etapa en que los ciudadanos que retornaron también debían guardar la cuarentena en los hoteles por al menos 14 días. Era una información contradictoria frente a las declaraciones de Maduro a inicios de la pandemia cuando aseguró que tenía un arsenal de camas para enfrentar el virus. 

La tercera ola de aislamiento era que todo aquel que diera positivo en la prueba rápida de COVID-19 debía guardar la cuarentena en un hotel hasta tener el resultado de la PCR. El problema comenzó con las denuncias de demora en los resultados, que varían entre 10 y 15 días en Caracas, y las malas condiciones de algunos hoteles.

Esto despertó miedo en la población. Hay personas que prefieren quedarse en sus casas con síntomas leves de COVID-19 antes que hacerse la prueba, salir positivo y pasar un largo rato en aislamiento. Además, especialistas como Patricia Valenzuela, médico infectólogo de la policlínica La Arboleda, han destacado el peligro de la automedicación y la falta de basamento científico de tratamientos caseros como los tés.

Para el 11 de agosto, Farías aseguró que 90 hoteles del Distrito Capital estaban ocupados. No detalló los nombres ni ubicaciones. 

-El Poliedro de Caracas: el pasado 16 de julio, Maduro pidió tomar estas instalaciones para casos asintomáticos y leves. El anuncio incluía 1200 camas para personas que dieron positivo en la prueba PCR; 300 dentro de la cúpula y una unidad de triaje con 900 cupos en el estacionamiento. 

Aunque el número de camas llama la atención, expertos aseguraron para un especial de Crónica.Uno que el uso del Poliedro como un hospital intermedio de campaña es una acción improvisada que está lejos de romper con la cadena de contagios en Caracas.

-Residencia estudiantil Livia Gouverneur: luego del desalojo forzoso el pasado 25 de julio de 90 estudiantes que se mantenían en esa residencia porque no pudieron viajar a sus casas al inicio de la cuarentena, la alcaldesa de Caracas celebró que habían puesto todo bien bonito en tres semanas para poder recibir a 251 pacientes asintomáticos.

Antes de vaciar las instalaciones de la residencia, ubicada en Sabana Grande, hubo protestas de los jóvenes que viven allí desde el año 2013. El desalojo estuvo encabezado por Robeza Poelo, secretaria general de la juventud del PSUV, el viceministro para el Vivir Bien Estudiantil, Domiciano Graterol y un equipo médico. 

-Complejo Deportivo Parque Naciones Unidas: Farías anunció el 28 de julio que tomarían las áreas del parque, ubicado en El Paraíso, para convertirse en un centro de aislamiento. “Ya está listo y cuenta con todos los equipos médicos y logísticos”, aseguró el domingo 24 de agosto y agregó que tiene una capacidad para 171 personas, aunque no detalló si solo serán asintomáticos o leves. 

Hospital Intermedio de Campaña-Parque Naciones Unidas. Foto cortesía: Érika Farías

-Gran Salón del hotel Alba Caracas: según la información de Érika Farías, al habilitar este salón se van a sumar 200 camas, de las 230 que ya existen. Denuncias de venezolanos que estuvieron aislados en este hotel apuntan a que los pasillos no están iluminados, algunas habitaciones no tienen bombillos, pocas veces cumplen con las tres comidas para los pacientes y, luego de recibir tratamiento por seis días, pueden irse a sus casas sin repetir la prueba PCR para confirmar si superaron o no la enfermedad. 

-Mansión “Forever”: el coordinador del Frente por la Defensa del Norte de Caracas, Carlos Julio Rojas, denunció el 24 de agosto que representantes comunales del Sistema de Gobierno Popular de Caracas del Eje 4 ocuparon, sin la autorización del dueño del inmueble, una casa llamada Forever, ubicada en la avenida Los Pinos en la Alta Florida, durante la noche del 23 de agosto. 

Según la información que maneja, será para convertir la casa en un Centro de Atención Integral (CDI) para pacientes asintomáticos de COVID-19. Al parecer, esperan vecinos de Chapellín, San José, Alta Florida, La Campiña, Los Cedros y zonas aledañas. 

-Clínica Jiménez Muñoz: vecinos de Las Acacias, en la parroquia San Pedro, protestaron el lunes 28 de julio luego de una orden de la Alcaldía de Caracas hacia los trabajadores de la clínica para cerrar el centro de salud y, presuntamente, tomarlo como un punto para atender contagios de coronavirus. 

El personal expresó que no tienen capacidad de hospitalización porque no hay tomas de oxígeno y otros insumos necesarios. Solo son 13 consultorios, de los cuales varios están inhabilitados por filtraciones y los han usado como depósitos. Los vecinos también manifestaron su temor de que no se tomen las medidas de bioseguridad pertinentes y se propague el virus en el sector. 

Hasta ahora no hay respuesta sobre qué pasará con la clínica. Los vecinos y trabajadores piden que se revierta la medida de la Alcaldía.

Venezuela acumula desde marzo 40.338 casos de COVID-19, de los cuales 10.613 están residenciados en Caracas. Desde mediados de julio, la capital del país es el epicentro de la pandemia. Los centros de salud están trabajando al tope de su disponibilidad y en muy pocos hay unidad de cuidados intensivos para pacientes con insuficiencia respiratoria moderada-grave. No obstante, el gobierno de Maduro mantiene su modelo de aislamiento parecido al empleado por China, y su sistema de flexibilización 7×7.

Foto: Gleybert Asencio

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