Deslizamientos de tierra y desgaste ponen en peligro puente de guerra de Calderas en Barinas

Puente Calderas

Hace tres años, el entonces gobernador de Barinas, Argenis Chávez, instaló un puente provisional con la promesa de construir otro permanente, pero nunca se concretó.

Barinas. Un puente de guerra desgastado es la conexión de la parroquia Calderas, en la vía que desde Barinas conduce hacia el estado Mérida, en el piedemonte andino.

Las lluvias recientes han provocado deslizamientos de tierra y es peligroso para cualquier vehículo atravesar la infraestructura casi sin capa asfáltica, que sustituyó hace tres años el puente anterior.

Esa estructura cedió ante la arremetida del río el 25 de mayo de 2020, y en ese momento fueron los propios habitantes quienes improvisaron una escalera para dar entrada y salida al pueblo.

Desde entonces, las calamidades no han terminado para los caldereños. Virginia Sarmiento, presidente del Colegio de Médicos del estado Barinas, nacida en estas tierras, habla sobre la gravedad de la situación. Son cerca de 21.000 habitantes los que se ven afectados. “Ahora que ya entraron las lluvias, el transporte público no sube por el riesgo de que los carros patinan y van de un lado a otro”.

Pero como médico evidencia lo que viven aquellos que por problemas de salud deban trasladarse hasta la ciudad de Barinas: “¿Cómo hace esa persona? La dejan en el puente, esa gente se tiene que meter al barro para resolver”.

Puente Calderas
Foto: Briceida Morales

Los puentes de guerra se convirtieron en una solución rápida en muchas vías de Venezuela, sin embargo no cuentan con mantenimiento.

Los habitantes de la parroquia Calderas viven a diario su viacrucis, bien sea por las lluvias, bien por las obras mal hechas o inconclusas, como en este caso: un puente permanente que quedó en promesas en la gestión de Argenis Chávez.

Cinco meses después del desplome, el 12 de octubre de 2020, fue cuando el exgobernador anunció la instalación del puente de guerra en colaboración con el Ministerio para las Obras Públicas, una estructura de 45 metros de longitud y 40 toneladas.

A pesar de ser una de las parroquias que moviliza mayor cantidad de turistas cada año, por sus bellezas y riquezas naturales, la médico lamenta que este pueblo no haya tenido la atención ni nacional ni regional. Por esta inacción los pueblos quedan en total abandono y sólo cuando hay procesos electorales se acuerdan de Calderas.

Por su parte, William Quintero, guía de la zona, relata: “En estos días me tocó acompañar a unos turistas hasta el puente porque el autobús no llegaba hasta el pueblo, esto implicó doble gasto para ellos”.

Predice que cuando arrecien las lluvias, aquellos terrenos que medianamente se compensaron en el verano, pueden ceder. Existen zonas como Los Naranjos donde el agua pasa por encima de la carretera.

Podemos quedar prácticamente incomunicados por la desidia nacional y regional, sabemos que la mayor inversión debe hacerse en repavimentación, corrección de alcantarillas y muros de contención”.

Foto: Briceida Morales

Quintero menciona, además, que los camiones no llegan hasta el pueblo en épocas de lluvia. El gas no llega hasta arriba y el Clap –que suele ir dos o tres veces al año– tampoco logra subir, por lo que deben pagar un costo extra para trasladar los cargamentos.

El guía recuerda que antes de empezar este caos, un concejal habló de acometer una “operación cayapa” para arreglar el anterior puente de Calderas y convocó al pueblo. Los mismos habitantes le hicieron saber que eso no se arreglaba con cayapa, sino que, por el contrario, arreglar ese puente cuyas bases se habían socavado ameritaba un trabajo de alta envergadura como se evidenció tiempo después, cuando una nueva crecida del rio, terminó por derribarlo.


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