El peligro de las ‘perreras’ como transporte sigue latente en Ciudad Guayana

Perreras en Ciudad Guayana

Son varios los accidentes con víctimas fatales registrados en Ciudad Guayana, y que involucran a las mal llamadas perreras. Aunque las autoridades prometieron en su momento su salida de circulación, siguen como medio de transporte público.

Puerto Ordaz. El aumento en el costo del pasaje en transporte público y las supervisiones de parte del Instituto de Transporte y Tránsito Terrestre obvian la circulación de las mal llamadas “perreras” en Ciudad Guayana. Aunque nunca dejaron de circular por completo, su uso se observaba mayormente hacia los asentamientos campesinos.

En las últimas semanas, sin embargo, las perreras (unas camionetas tipo pick up) circulan libremente por las principales avenidas y calles de Puerto Ordaz y San Félix.

Usuarios denunciaron también que el aumento impuesto por transportistas de entre Bs. 3 y 5 no significó ninguna mejora en la prestación del servicio.

Las unidades están en muy mal estado. De paso sufres el maltrato de colectores y estás inseguro porque hay autobuses que prácticamente frenan en el hierro”, denunció Oswaldo Indriago, usuario del transporte público en Ciudad Guayana.

Hasta marzo de este año, el gremio de transportistas tenía una data de 1860 unidades, de las cuales solo 1240 estaban operativas. Actualmente, son 1600 operativas y 150 en paro técnico.

Un transportista explicó que “la mayoría buscó manera de sacar sus unidades como sea. Muchas estaban paralizadas por falta de gasolina o gasoil. A nosotros nos siguen despachando combustible subsidiado por un listado que nos llaman, y eso no nos rinde para trabajar ni en el día. Se compra gasolina a seis bolívares el litro, y el gasoil a dos bolívares”.

En ello influyó también que resurgiera la circulación de las “perreras” que, en principio, iban solo a funcionar en rutas alternas que no cubren los autobuses. Sin embargo, ya están en las principales vías.

Accidentes mortales

Con cada accidente en el que se vieron involucrados este tipo de vehículos, tanto gobernación como alcaldía prohibieron entonces su circulación, orden que solo se cumplió por unos meses.

El primer accidente ocurrió en 2009, luego de que la tarde del 18 de julio una perrera que transitaba por el puente Caroní cayó al río. 15 personas murieron y al menos seis resultaron heridas.

En 2014 se repitió un accidente con una perrera involucrada. Un vehículo particular chocó contra la parte trasera de la camioneta pick up mientras cargaba pasajeros. El saldo fue de 13 personas heridas y un fallecido, un señor de 54 años quien sufrió desprendimiento de sus piernas y no resistió la operación.

Para ese año se contabilizaban en Ciudad Guayana 1010 perreras que funcionaban como transporte público, según admitió el entonces alcalde José Ramón López.

Sin solución

En 2015, las autoridades municipales y regionales hicieron la misma promesa de 2009, acabar con la circulación de las “perreras”. Pero no solo continuaron en circulación, sino que ante la crisis de transporte público, comenzaron a usarse otros vehículos no aptos para tal fin, como camiones de carga.

Incluso, hubo un tiempo en 2018 en que camiones militares hacían transporte desde la plaza El Hierro, en Puerto Ordaz, hasta el sector La Económica, en San Félix. Esto a pesar de que el 7 de diciembre de 2017 se registró otro fatal accidente.

En esa oportunidad, un camión volteo llevaba en la parte trasera a 16 pasajeros a quienes ofreció el traslado gratuitamente. Transitaban por la vía Macagua cuando se volcó. Cuatro personas murieron.

C70 chasis largo
La falta de un transporte digno lleva al usuario a poner en peligro su vida en vehículos no aptos para cargar pasajeros como transporte público. Foto Archivo Marcos Valverde

El 25 de febrero de 2019 se volcó una perrera en la ruta Villa Bahía-Unare, en Puerto Ordaz, y dejó cinco personas heridas, una de ellas un niño de 9 años. El 21 de mayo de ese mismo año, también en la vía Macagua, se registró otro accidente, pero con un autobús. Dos personas murieron y otras 20 resultaron heridas.

Para el 22 de septiembre de 2020, un nuevo siniestro ocurrió en Ciudad Bolívar, con un camión de carga, modelo C70 chasis largo. En este no hubo fallecidos, pero sí 40 heridos, incluidos ocho menores de edad.

Proyecto Transguayana

Hace más de 20 años se engavetó en la Alcaldía de Caroní el proyecto Transguayana. Fue una propuesta de solución a la falta de transporte público ante el crecimiento poblacional en Ciudad Guayana.

El proyecto planteaba una ruta desde Cristóbal Colón hasta El Caimito, con más de 20 paradas y 266 autobuses. El Banco de Desarrollo de América Latina otorgó 30.000 dólares a la Alcaldía de Caroní para la puesta en marcha de esta obra, pero por no tener lista la ingeniería básica, debieron devolver los recursos.

El peligro de las 'perreras' como transporte sigue latente en Ciudad Guayana
El terreno que serviría de zona de transferencia para el proyecto Transguayana se vendió al BCV. Foto Jhoalys Siverio

La Corporación Venezolana de Guayana (CVG) pagaría la ingeniería básica, pero no lo hizo porque el terreno destinado para una de las zonas de transferencia se vendió al Banco Central de Venezuela para construir la subsede en la ciudad. Esta obra tampoco se culminó y figura entre las más de 20 obras inconclusas en Bolívar, de acuerdo con un informe de la ONG Transparencia Venezuela.

En cambio, se construyó el sistema de Buses de Tránsito Rápido (BTR) para el Transbolívar, dependencia de la Gobernación de Bolívar, que significó otra caja negra. El diseño de los brocales en las paradas ocasionó constantes accidentes por quitar espacio en el carril rápido de las avenidas. Además, se hizo una inauguración improvisada justo antes de las elecciones parlamentarias de 2015. De más de 400 autobuses de diferentes tipos, tiene menos del 10 % de su flota activa.

Del proyecto TuCaroní, dependencia que pertenecía a la Alcaldía de Caroní, solo quedó un “cementerio” de autobuses yutong.

El peligro de las 'perreras' como transporte sigue latente en Ciudad Guayana
El sistema Tucaroní se dejó perder y su sede se convirtió en un cementerio de autobuses yutong. Foto Jhoalys Siverio (Archivo)

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