La inflación convirtió el plato navideño en un lujo para docentes activos y jubilados

Después de dedicarle toda su vida a la docencia Maryori, quien es docente jubilada, no puede mantenerse por sí misma. Percibe tan solo $12 mensuales que no le alcanzan para continuar con las tradiciones decembrinas.

Caracas. Maryori, de 73 años de edad, recuerda con añoranza los tiempos en los que podía comprarse una lavadora, pintar la casa, comprar el niño Jesús para sus hijos, hacer las hallacas y aún le quedaba para ahorrar. Todo eso lo hacía con los aguinaldos. 

Es jubilada del sector educación y ya no recuerda el sabor de una uva, tradición del 31 de diciembre. Este año cree que tampoco podrá hacer hallacas a menos de que su hijo le mande dinero.

Maryori tiene dos hijos, uno de ellos emigró a Estados Unidos y ahora vive con su hija menor. Mi hija es la que trabaja y paga todo, mi pensión y mi jubilación no alcanzan para nada.

En diciembre los precios han aumentado de manera más acelerada y ello limita aún más las posibilidades de los docentes activos y jubilados de hacer sus compras para continuar con las tradiciones de estas fechas. 

Solo en noviembre el índice de precios al consumidor registró un incremento de 21,9 %, la cifra mensual más elevada desde abril de 2021, con consecuencias directas en el consumo, la actividad económica y el tipo de cambio, según los cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

Foto: Gleybert Asencio

Después de dedicarle toda su vida a su profesión ahora Maryori no puede ni mantenerse por sí misma. Lo que más le pesa es saber que depende totalmente de sus hijos para alimentarse y costear las medicinas que requiere para la tensión y la ansiedad. 

La docente recibe Bs. 130 bolívares de jubilación, pero no está segura porque a veces le descuentan dinero y ella no entiende por qué, lo que sí sabe es que apenas le alcanza para pagar el agua y la luz del apartamento donde vive alquilada en la zona de Los Ruices. 

Además recibe la pensión que son 130 bolívares más, lo que da un total de 260 bolívares, equivalente a 12 dólares mensuales (según la tasa del Banco Central de Venezuela al 13 de diciembre de Bs. 14,12)

También espera cobrar la cuota de aguinaldo que le corresponde en diciembre, que es de 130 bolívares adicionales. A Maryori la pensión y su jubilación no le alcanzan para nada, menos en diciembre cuando hay tantos gastos.

Ni hallacas de masa sola 

Comprar los ingredientes para hacer solo 50 hallacas costaba al menos $68, hasta la última semana de noviembre de 2022. Con lo que percibe Maryori por sus años de servicio como docente solo puede comprar la harina y el onoto.

Ni hallaca de masa sola se puede hacer este año.

Foto referencial: Tairy Gamboa
Hasta tres trabajos 

Gleimi, es docente activa, trabaja en dos instituciones, una distrital y otra nacional. Tiene ocho años de servicio y desde hace dos años también hace tortas para poder completar el dinero necesario para los servicios básicos. 

A la docente le pagaron el aguinaldo de manera fraccionada, recibió ocho meses de aguinaldo equivalentes a 1500 bolívares, mientras que en la institución nacional recibió cuatro meses de aguinaldo por 465 bolívares en total. 

Al principio era algo, pero ahora como está ese dólar de loco, ya no es nada, dijo la docente. 

El economista, profesor universitario y exjefe de mesa de cambio del BCV, Hermes Pérez, aseguró que el alza del dólar es consecuencia del rebrote inflacionario que vive Venezuela desde mayo. El experto añadió que el salario mínimo perdió 72 % de su valor inicial en nueve meses (de $30 a $8,45).

Mercado municipal de San Martín | Foto: Manuel Díaz

En diciembre Gleimi y su esposo, quien es obrero, acondicionaban la casa y compraban algún adorno nuevo para el árbol navideño, pero este año hicieron una lista de prioridades. Ambos tienen dos hijos, de 19 y 17 años de edad, y prefirieron hacer hallacas y comprarse ropa. 

Aún no han sacado la cuenta del costo de las hallacas, pero si han ido a ver ropa y Gleimi contó con impresión que si hay gente que compran, algunos muchas cosas y otros muy pocas. La desigualdad es lo que principalmente notó. 

Según la Encuesta de Condición de Vida (Encovi) Venezuela está en el continente más desigual del mundo y es el país más desigual de América en el 2022.

Ves que hay personas que compran comida en grandes cantidades, mientras otros apenas compran una harina pan, dijo Gleimi. 

El instructivo Onapre 

Maryori lleva más de un año que escucha que la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) le coarta su salario, pero ya a esta fecha ni se acordaba de ese instructivo. 

El instructivo Onapre fue dictado por el Ministerio del Trabajo el 11 de octubre de 2018.  El memorándum 2792 eliminó los contratos colectivos de la administración pública. Además, determinó el salario mínimo como base para calcular el pago por escalas y fijó una sola tabla salarial para todo el sector.

La jubilada manifestó que lo que sí la tiene preocupada es el constante aumento del dólar, que devalúa aún más lo poco que percibe.

No hay para regalar 

Maryori no va a regalar nada este año porque apenas le alcanza para comer y pagar algunos servicios. En los buenos tiempos de la economía venezolana acostumbraba preguntarle a cada ser querido que querían de regalo. Regalar por regalar nunca me ha gustado

Gleimi sí hará un par de regalos, especialmente para sus hijos, pero no lo hará con su sueldo de docente sino con lo que tiene ahorrado de la venta de tortas. Vende una porción de quesillo en $1 mientras que una torta completa va desde $8 hasta $20. 

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