Recursos del Estado venezolano, múltiples niveles y unidades de organización, además de la presunta complicidad de la FANB y la Milicia Bolivariana juegan en contra de la oposición democrática, que incluso para principios de marzo aún no tiene su maquinaria electoral completamente activada para las elecciones parlamentarias de este año.

Caracas. El chavismo viene desde principios de año aceitando su maquinaria electoral para la renovación de la Asamblea Nacional (AN) prevista para este 2020, lo cual le da ventaja sobre una oposición fragmentada: una parte irá a la contienda y otra aún no sabe si participará. Lo único cierto es que el Gobierno está en campaña desde hace rato.

El chavismo, por un lado, ha mantenido activa su maquinaria electoral y de participación y propaganda desde la última elección en la que participaron: las elecciones a concejos municipales de 2018, una organización que en la actualidad gira en torno a las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCh) y las Redes de Articulación y Acción Sociopolítica (RAAS).

La primera de estas dos unidades, las UBCh, fueron creadas originalmente en el año 2013 por el Comando de Campaña Bolívar Chávez con fines electorales, y desde entonces han funcionado como la estructura fundamental del aparato político del oficialismo para las movilizaciones de calle, las articulaciones de la población de cara a procesos electorales y además como mecanismo de agitación y propaganda política.

Para el 7 de enero de este año, Julio León Heredia, gobernador del estado Yaracuy y vicepresidente de organización política del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), dio a conocer que en Venezuela se encontraban constituidas y en funcionamiento un total de 14.381 UBCh, cuyos jefes participaron en un evento el 10 de enero en el Poliedro de Caracas para afinar la organización.

En el esquema organizativo del PSUV, las UBCh son la unidad de organización más cercana a las comunidades y las encargadas de realizar los recorridos casa por casa en las distintas zonas geográficas del país para la realización de propaganda política, y su coordinación queda a su vez a cargo de los Círculos de Lucha Popular (CLP), que se encargan de funcionar como puentes entre estas unidades y el mando nacional del partido oficialista.

Las RAAS, una nueva maquinaria para mapear los votos de la población

Para 2017, dos años después de su mayor derrota electoral en la historia, el chavismo optó por una nueva unidad de organización para las elecciones, una que si bien no remplaza las 14.381 UBCh, sí termina adueñándose del protagonismo en la maquinaria electoral chavista: las Redes de Articulación y Acción Sociopolítica (RAAS).

Las RAAS, definidas por el PSUV como “un modelo de unidad de organización superior para la defensa integral de la nación”, tienen entre sus muchas áreas de trabajo el tema electoral, para lo cual su función primordial de “caracterización sociopolítica” de los venezolanos es fundamental.

A través de las visitas casa por casa, las RAAS –en conjunto con las UBCh– realizan la labor de identificar sociopolíticamente a los venezolanos, lo que les permite saber e informar al PSUV las tendencias políticas de los ciudadanos. Esto se puso en práctica para mayo de 2018 en las elecciones presidenciales.

León Heredia definió el concepto a perfección en el programa de la Gobernación de Yaracuy, Rindiendo Cuentas N° 304, en el que dijo que la meta principal es saber dónde están los votos duros y suaves, así como los votos en contra.

“Cada jefe de calle, así como tiene caracterizada socialmente la calle, debe hacer una caracterización sociopolítica en lo electoral: voto duro, voto suave y voto en contra. Hay que saber la realidad, pero sobre todo el foco debe estar en ese voto duro, no puede quedarse nadie sin ir a votar. El jefe de calle debe saber dónde vota cada quien, y desde la calle se planifica la movilización. Debemos saber todos los votos en el territorio y entonces, a través del sistema de las RAAS, se va a saber en los centros electorales quién vota en ese centro para que nos articulemos y logremos una extraordinaria victoria”, expresó en aquel programa del 4 de mayo de 2018.

En la actualidad, las RAAS se mantienen como estructura de la maquinaria chavista, aun fuera de un calendario de campaña electoral, realizando una agenda de visitas casa por casa en todos los estados del país, agenda que, según el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, les ha permitido alcanzar y mapear a más de la mitad del Registro Electoral (RE).

Son 11.251.550 electores que se les visita en su casa, se les conoce, se les da la mano. Según el RE hemos tocado 54,3 % del RE. En la visita vamos calificando si es voto duro, voto blanco, si es opositor o si no quiere saber nada de elecciones, comentó Cabello en una rueda de prensa el pasado 2 de marzo.

Una oposición dividida

Al otro extremo de la preparación para elecciones este año se encuentran los partidos de la oposición venezolana, muchos de los cuales ni siquiera han empezado a movilizar su maquinaria para prepararse para una contienda electoral. De hecho, en algunos casos, existen partidos que ni siquiera han tomado una decisión formal sobre si participarán o no.

Con respecto a los partidos que en este momento apoyan a Juan Guaidó como presidente de la AN, quizás el que más preparado se encuentra es Acción Democrática (AD), que, a través de su organización tradicional, se ha mantenido movilizado desde mediados de 2019 para afrontar los próximos comicios que se realicen en el país.

Édgar Zambrano, vicepresidente nacional de AD y diputado a la AN, confirmó a Crónica.Uno que la tolda blanca se encuentra trabajando con la Maquinaria Electoral Adeca (Maelecad) la cual, en sus propias palabras “tiene presencia en todos los estados y municipios”.

La Maelecad forma parte de la estrategia de AD para las elecciones venideras “llámense parlamentarias, llámense presidenciales”, como dijo Zambrano, algo que están intentando construir “desde abajo hacia arriba” como “preparación del músculo electoral”.

Otros partidos del llamado G4, que además incluye a Un Nuevo Tiempo (UNT), Voluntad Popular (VP) y Primero Justicia (PJ), aún no han definido si participarán en las elecciones para la AN de este año. En el caso de PJ, el diputado Ángel Medina sí señaló que la organización se encuentra consultando las bases a escala regional y municipal para llegar a un consenso sobre la participación.

La duda sobre las nuevas autoridades del CNE y la forma como vayan a ser elegidas, así como las condiciones electorales, mantienen a otras organizaciones a la expectativa sobre si participarán o no en alguna actividad comicial. Este es el caso de partidos como Alianza Bravo Pueblo (ABP), Bandera Roja (BR), Copei-ODCA, Movimiento Democracia e Inclusión (MDI), Nueva Visión País (Nuvipa) y Vente Venezuela (VV), que aún no definen su postura.

Partidos de la Mesa de Diálogo Nacional participarán, pero carecen de estructura

Los partidos que ya han confirmado que participarán en las elecciones, aun si las condiciones no son las idóneas, son aquellos que se encuentran desde el 16 de septiembre de 2019 en la llamada Mesa de Diálogo Nacional (MDN), instancia en la que junto con representantes del gobierno de Nicolás Maduro buscan acordar condiciones que según ellos devuelvan la confianza en el voto.

Estos partidos: Avanzada Progresista, Cambiemos, Soluciones, Esperanza Por El Cambio (EPC) y Movimiento Al Socialismo (MAS) confirmaron a Crónica.Uno que se están preparando para acudir a la contienda electoral de este 2020.

Ahora bien, aunque estas organizaciones ya se están preparando para las elecciones parlamentarias de este año, ellas mismas han confirmado a través de sus voceros que no cuentan con una estructura tan establecida y organizada como la del PSUV. De hecho, ninguno de estos partidos dijo tener representación en todos los municipios del país.

Luis Romero, secretario general de Avanzada Progresista, señaló que el partido “cuenta con un alcance prácticamente nacional” y que en este momento están creando una estructura nueva para centrar su militancia en los circuitos electorales. “Estamos en un proceso de nuclear nuestra militancia en torno a los centros electorales. Para nosotros la clave del éxito está en que la organización se haga en torno a los centros”, señaló.

En el caso de Cambiemos, Francisco Matheus, secretario de organización, explicó que el partido solo tiene presencia “en 14 estados del país”, y al ser preguntado sobre la estructura dijo que no están organizados alrededor de municipios sino de “zonas”, un total de 1140 en todo el país y que, de estas, solo están presentes en 40 %. “De aquí a abril planeamos llegar a 60 %”, añadió.

Por su parte, Alfonso Campos Jessurun, secretario general de EPC, explicó que actualmente el partido está “avanzando en los perfiles de quiénes serían los candidatos”, y que en ese sentido se están organizando en todos los municipios para “tratar de cubrir todos los circuitos electorales”. EPC, además, desde febrero está de gira nacional para “ir constatando la captación de militancia en el país”.

En general, estos partidos, que están formando parte de la MDN, han reconocido que no solo no tienen presencia en todos los municipios y circuitos electorales del país, sino que han reconocido además su imposibilidad de tener testigos en todas las mesas electorales de cara a una elección parlamentaria, algo que, han dicho, solo se puede solventar si se acude a la cita comicial en una alianza.

La preparación del chavismo y los recursos con los que cuenta, incluidos aquellos que pertenecen al Estado, ya significan una ventaja importante en comparación con la oposición venezolana, pero si a esto se le suma la carencia de organización y la indecisión de los partidos opositores sobre participar o no en las elecciones, lo que se obtiene es un panorama que favorece plenamente a Nicolás Maduro y a los partidos que lo apoyan.


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