En la cuna de preparación de la medallista olímpica Yulimar Rojas reinan la desidia y el abandono

Salvador de la Plaza

Inaugurado en 2007, el centro de atletismo Salvador de la Plaza, ubicado entre las ciudades de Barcelona y Puerto La Cruz, fue condenado al abandono, pese a que es la cuna de preparación de la medallista olímpica de Río 2016 y Mejor Atleta del Mundo 2020, Yulimar Rojas. Las autoridades se olvidaron de su mantenimiento y para solo ver la pista hay que atravesar una selva al mejor estilo de Jumanji.

Barcelona. Haber albergado en sus terrenos la formación y desarrollo como atleta de la medallista olímpica de Río 2016, Yulimar Rojas, no ha servido de mucho para el centro de atletismo Salvador de la Plaza, espacio situado en el Complejo Deportivo Simón Bolívar, ubicado entre las ciudades de Barcelona y Puerto La Cruz, en la zona norte de Anzoátegui.

La desidia y el olvido invaden al centro de atletismo Salvador de la Plaza, recinto que además de albergar los primeros pasos de Rojas cuenta entre sus visitantes a una selección brasileña de fútbol repleta de figuras como Dani Alves, Diego y Robinho, que entrenaron en el lugar de cara a su participación en la Copa América Venezuela 2007.

El complejo fue inaugurado a principios de 2007, precisamente, como parte de las reformas realizadas en el estadio Olímpico José Antonio Anzoátegui para que sirviera de sede de tres encuentros de la cita continental, dos en fase de grupos y uno en segunda vuelta, y cuyo costo para la época fue de más de 100.000 millones de bolívares.

Aunque para la fecha las autoridades gubernamentales, encabezadas por el entonces gobernador y ahora fiscal nombrado por la ANC, Tarek William Saab, prometieron que las obras estarían culminadas a tiempo, la realidad fue que en el estadio principal no se terminó de instalar el techo, y en el complejo Salvador de la Plaza la pista de atletismo y el resto de los elementos que lo constituyen no fueron terminados, sino pasado un año de la Copa América 2007. 

En aquella inauguración, 2008, dirigentes del atletismo en la entidad, como Jesús Velázquez, descubridor y para entonces entrenador de la que 12 años más tarde se convertiría en la Mejor Atleta del Mundo, según el premio que otorga la Federación Internacional de Atletismo, Yulimar Rojas, reconoció que si bien se había construido la pista, esta no podía usarse para eventos de talla internacional, pues solo tiene seis carriles de competencia y no ocho como exige la norma internacional.

A partir de allí, el complejo inició su andar con el pie izquierdo y, según deportistas y dirigentes del atletismo, jamás recibió el mantenimiento requerido.

“Aquí todo el mundo se olvidó de este complejo atlético, está en el olvido”, apunta Velázquez, quien aún funge como entrenador en el olvidado recinto. 

Vecinos despreocupados

Del esplendor que exhibía en sus días de estreno, hoy la desidia es la constante en el Salvador de la Plaza, un espacio que, pese a tener en las cercanías la sede de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) y un destacamento del Cicpc, ha sufrido sin contemplación los embates de la delincuencia, sin que sus vecinos hiciesen algo para evitar los constantes robos. 

Salvador de la Plaza
Desde su inauguración, el centro nunca recibió el mantenimiento adecuado. Foto: Cortesía

No se han llevado la pista de atletismo porque no la pueden vender. Aquí están la UNES y el Cicpc y ni así los ladrones han encontrado oposición para llevarse todo lo que es el sistema eléctrico de las torres de iluminación; no tenemos baños desde hace tres años porque se llevaron todo; la tribuna principal, que es de aluminio, la han ido desmantelando. Salvo a los que hacemos vida aquí, a más nadie le importa este recinto”, dice el dirigente.

Las postales del Salvador de la Plaza son dignas de Jumanji. Hay que atravesar una especie de selva para ver lo que es el campo de entrenamiento de atletismo y el césped para la práctica de fútbol, tanto amateur como profesional.

Los más de 50 deportistas que hacen vida en el Salvador de la Plaza y el propio Velázquez aprovecharon la visita que el pasado 15 de diciembre hiciera Rojas al campo para grabar un video de un entrenamiento frustrado de Yulimar y difundirlo en redes sociales con la finalidad de que los organismos encargados recuperen la infraestructura.

Pero Velázquez refiere que eso puede ser un problema. Originalmente la administración de la infraestructura dependía de la gobernación del estado, pero con la llegada de Antonio Barreto Sira las instalaciones fueron transferidas al Ejecutivo de Nicolás Maduro y son las alcaldías de Barcelona y Puerto La Cruz las responsables de su mantenimiento.

Esta parte del complejo Simón Bolívar le corresponde, hasta donde sabemos, manejarla a la Alcaldía de Sotillo, pero esto es muy grande para una alcaldía, las alcaldías no tienen el músculo para esto, y ahora estamos en un hoyo negro en donde la desidia es la orden del día y este espacio se pierde”, refiere.

Velázquez afirma que han tratado de utilizar la influencia de Rojas para lograr un poco de cariño para el Salvador de la Plaza, pero ha sido infructuoso; el entrenador afirma que lo único que ha habido son ofrecimientos, pero nada concreto.

Salvador de la Plaza
Entrenar es una ardua tarea para los atletas. Foto: Cortesía

“Le propusimos a Yulimar que hablara con la gente del Fútbol Club Barcelona, su equipo en Europa, para ver si podían ayudarnos aquí, pero nos comentó que hay la posibilidad de construir un proyecto más bien fuera de estas instalaciones, algo como privado, pero con acceso para la práctica de los atletas. Y mientras eso se concreta, la desidia sigue destruyendo silenciosamente el Salvador de la Plaza”, sostiene Velázquez.

Esperanzas

Antes de la edificación del Salvador de la Plaza (2006 y 2007), Rojas entrenaba en un espacio de tierra ubicado entre el gimnasio cubierto Luis Ramos y las canchas de tenis del complejo Simón Bolívar. Velázquez sostiene que pese a las condiciones del actual recinto, hay un muchacho que puede seguir los pasos de Rojas.

Tenemos un jovencito cuyo único defecto es que no sabe bailar y eso priva un poco su coordinación para los saltos, pero por lo demás nos recuerda mucho a la Yulimar (Rojas) del comienzo, una jovencita de 14 años rozando el 1,80 metros y de condiciones únicas”, afirma.

Más allá de las condiciones del centro de atletismo, Velázquez afirma que hay otras limitantes extradeportivas que el joven y los otros atletas enfrentan a diario y hacen más cuesta arriba la preparación. Condiciones económicas y de movilidad.

Salvador de la Plaza
La visual dista mucho de los tiempos de su inauguración. Foto: Cortesía

La falta de gasolina para que los entrenadores se trasladen, el alto costo del pasaje (los atletas no tienen transporte), escasos recursos para la compra de equipamiento para la práctica de la disciplina y alimentación inadecuada, dicen los atletas que no son limitantes para cumplir su sueño de en el futuro próximo subir a lo más alto del podio en una competencia internacional y escuchar el Himno de Venezuela sonar.


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