En los cafetines universitarios las “balas frías” son el resuelve de los estudiantes

Anny prefiere comer en la Universidad Central de Venezuela (UCV) que en la calle. La estudiante confesó que, aunque siempre ve promociones en distintas aplicaciones de delivery, el gasto de envío a veces es más alto que el producto, por lo que declina de comprar.

Caracas. Nicole, estudiante de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, hacía fila detrás de unos cuantos estudiantes más para comprar subala fría en el cafetín conocido como El Redondo. Comparó los precios con los de la calle y aseguró que en el establecimiento es mucho más económico comprar comida. 

Hay combos universitarios bien resueltos y económicos

Daniel, un trabajador del Redondo, explicó que solo ofrecen desayunos, pero venden comida que sirve para amortiguar el hambre a cualquier hora del día. Hay un combo estudiantil por $2

Foto: Manuel Díaz

Al 8 de diciembre de 2022 el dólar tenía un precio de Bs. 13,59 en el mercado oficial y Bs. 16,20 en el mercado paralelo.

Los estudiantes frecuentan este establecimiento porque sus precios accesibles y las colas son cortas, aunque siempre tiene afluencia de clientes.

Los universitarios recurren a los alimentos económicos en los cafetines porque quedan satisfechos y les permite continuar con la jornada. Pero también porque a veces se les complica hacer almuerzo para el día siguiente, bien sea por el alto costo de la canasta básica o por falta de tiempo. 

La inflación, que hasta noviembre de 2022 fue de 21,9 %, y los altos precios limitan la oferta de comida para los jóvenes, por eso calman el hambre con cualquier carbohidrato barato.  

En noviembre los precios aumentaron a mayor ritmo que el resto del año. 

Foto: Manuel Díaz
El precio no determina todo

Para un grupo de estudiantes de Derecho, los lugares más baratos dentro de la UCV para comer son los cafetines conocidos como el Cuadrado y el Redondo.

El Redondo, es redondo y el Cuadrado es cuadrado, por eso les decimos así, explicó Jesús, uno de los jóvenes que estaba sentado en el cafetín. 

El Cuadrado tiene una zona de esparcimiento amplia y además cuenta con más mesas. Por eso los ucevistas tienen preferencias a la hora de comprar sus alimentos, a veces el precio no es el factor que lo determina todo. Cada lugar tiene su especialidad, dijo Jesús. 

Foto: Manuel Díaz

Anny, otra estudiante, no ocultó su preferencia por las empanadas del Redondo, mientras María, su amiga, prioriza los tequeños del Cuadrado.

Están cerca, así que compramos y luego nos sentamos en el Cuadrado porque hay más mesas.

Un trabajador del Cuadrado dijo que al lugar van más de 1000 estudiantes a diario a comprar su combo universitario. Además mencionó que los precios se estipulan lo más bajo posible para que todos puedan acceder a la comida. 

Anny, cuando almuerza en la universidad, frecuenta el cafetín de Ingeniería para comprar el almuerzo que va desde $2 hasta $4, según el día. Es un combo completo, trae hasta jugo

En las privadas se puede comer barato 

En la Universidad Metropolitana ya los estudiantes salieron de vacaciones por la época decembrina, aún así hay algunos en el cafetín Metromix, uno de los más económicos del campus universitario.  

Foto: Manuel Díaz

Neyda Escalante, trabajadora de este cafetín, aseveró que este es el único lugar que ofrece combos para estudiantes a bajos costos. En el lugar venden “todo ligero”, es decir, hamburguesas, perros calientes, granjeros y milanesa con acompañante. Los precios van desde $1 hasta $4. 

En la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), tienen un cafetín en el que internamente hay dos negocios. Ambos ofrecen combos universitarios, uno vende comida ligera y el otro tiene un almuerzo estudiantil. 

El cafetín se llena de estudiantes que no solo van a comprar, también van a usar los microondas que están ubicados en un lateral para el uso de todos los alumnos. La fila para calentar los alimentos siempre es mucho más larga que la fila para comprar, más son los estudiantes que prefieren llevar su almuerzo. 

Yo vivo en residencia y a veces no me da tiempo de cocinar, una buena opción es comerse algo aquí, en la feria todo aumenta de precio, dijo Andrés*, un estudiante del interior que se hospeda en una residencia estudiantil en Montalbán. 

Promociones en aplicaciones 

Anny prefiere comer en la UCV que en la calle, porque todo le parece más costoso. La estudiante dijo que siempre ve promociones en distintas aplicaciones de delivery, pero el gasto de envío a veces es más alto que el producto en sí. 

Además, comerse un almuerzo caliente que incluya sopa, carbohidrato, proteína y jugo no baja de $8 en la calle, reflexionó la joven.

En La Hoyada, en el centro de la ciudad, un almuerzo económico se limita a perros calientes, hamburguesas o cachapas. Un almuerzo caliente puede llegar a los $10. 

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