Escaleras eléctricas del Metro de Caracas son una deuda pendiente pese al último plan de recuperación

Metro

Las personas con discapacidad y de la tercera edad son las más afectadas por el mal funcionamiento del Metro. El presidente de Consorven dijo que existen barreras para las personas con discapacidades motoras y visuales. Lo consideró un acto discriminatorio y un riesgo para su integridad física.

Caracas. Tania va al menos una vez por semana al Mercado Municipal de Catia a comprar comida. Usa el Metro de Caracas para llegar hasta allá desde el 23 de Enero. Hay días que encuentra las escaleras mecánicas de uno de los accesos de la estación Pérez Bonalde encendidas y otros no.

Esas escaleras llegan al cielo, dijo, sobre lo que significa subirlas cuando tiene la mala suerte de encontrarlas apagadas.

Las escaleras de concreto de esta estación, de la línea 1 de Metro de Caracas, tienen más de 50 escalones. Tania tiene 64 años de edad, y aunque disfruta de buena salud igual llega cansada a la parte alta. Tiene que ayudarse con el pasamanos. Y el calor que hace por estos días no ayuda.

Es mucha suerte conseguirlas encendidas y tú le preguntas a los operadores y te dicen que no pueden prenderlas todo el día, aseguró.

Escaleras de la estación del Metro Pérez Bonalde.| Foto: Ivanna Laura
El Metro

Con el plan de recuperación El Metro se Mueve Contigo se ha dado la reparación, o reemplazo, de nuevas escaleras mecánicas en algunas estaciones. Así ocurrió en Parque Carabobo y Bellas Artes, donde recientemente instalaron nuevas escaleras, traídas de China. Esto no ha ocurrido en todas las estaciones.

Para este nuevo plan fueron aprobados 150 millones de dólares destinados a financiar los trabajos de recuperación del sistema en general y 16 millones de euros, dirigidos en específico para trabajos de rehabilitación de la vía férrea. En los últimos tres años se han aprobado al menos tres proyectos de recuperación del Metro.

El sistema Metro de Caracas está compuesto por cuatro líneas y 48 estaciones. Traslada diariamente a al menos dos millones de personas, según cálculos de la Alcaldía del Municipio Libertador, actualizados hasta el 2015.

Durante un recorrido de Crónica.Uno, el 18 de octubre, por al menos siete estaciones de la línea 1 del Metro de Caracas, se monitoreó el funcionamiento de las escaleras mecánicas. La operatividad de estas escaleras es intermitente, por lo que hay días que algunas pueden estar encendidas o no. Mientras que otras sí están completamente desmanteladas.

Foto: Ivanna Laura
De Propatria a Plaza Sucre

En la estación Propatria, las dos escaleras mecánicas que hay están apagadas o no funcionan, no se sabe. En Pérez Bonalde, solo los accesos del lado derecho están abiertos y las escaleras mecánicas están apagadas. Solo una escalera mecánica funciona, mientras otras tres están inoperativas.

En Plaza Sucre pasa lo mismo que en Pérez Bonalde. Las escaleras parecen ser infinitamente largas y no funciona ninguna escalera mecánica. Desde allí, Domingo subió la mirada para ver todo lo que le tocaba subir a pie.

No recuerdo la última vez que las vi encendidas, dijo Domingo, un vecino de la parroquia Sucre, de 67 años de edad. Usa el Metro de Caracas al menos dos veces por semana, sobre todo para hacer diligencias.

Ahora tengo que ir hasta Petare a certificar una partida de nacimiento en el Saren. Estoy pensando en ir hasta allá porque son demasiadas estaciones y en los trenes hace mucho calor, dijo.

Foto: Ivanna Laura
A quiénes afecta más

Uno de los grupos poblacionales más afectados por el mal funcionamiento del Metro de Caracas son las personas con discapacidad. Juan Ángel De Gouveia, presidente de la Confederación de Sordos de Venezuela (Consorven), explicó que esto representa una barrera ambiental para las personas con discapacidades motoras y visuales, tanto física como emocionalmente.

Esto es considerado un acto discriminatorio, que a su vez pone en riesgo la integridad física de la persona. Esto limita las posibilidades de movilización tanto para las personas con discapacidad motora, movilidad reducida, personas con discapacidad visual, adultos mayores. La falta de accesibilidad afecta también la parte emocional justamente porque le crea dependencia.

Estación del Metro Plaza Sucre. | Foto: Ivanna Laura
De Gato Negro a Caño Amarillo

En Gato Negro solo funciona una escalera mecánica, mientras otras dos están inoperativos. En esta estación hay al menos tres accesos cerrados y uno abierto. Además, es donde menos presencia de operadores se observó.

Mientras que en Agua Salud, la mayoría de las escaleras mecánicas sí funcionan. Las otras dos que están en los andenes también sirven. Y en la salida que da hacía el 23 de Enero hay una que sube, mientras que la otra está desmantelada.

Esa tienen tiempo arreglando, pero nada que funciona, dijo Lilian, vecina de la zona, con 58 años de edad, quien usa el Metro para llevar a su nieto a la escuela e irlo a buscar. “Hay días en que estás (la encendida) está apagada. Es una lotería”.

Foto: Ivanna Laura

Las rodillas de Lilian no están en su mejor momento. Hay días en que le duelen y el hecho de tener que subir las escaleras empeora la situación. Yo quisiera que volvieran a funcionar como antes. No sé si es mucho pedir.

En Caño Amarillo, una de las estaciones más pequeñas y de pocos usuarios, no hay escaleras mecánicas encendidas.

Capitolio y La Hoyada

Capitolio y La Hoyada son dos de las estaciones que más afluencia de usuarios tienen día a día en la línea 1. En Capitolio, desde el comienzo del plan de recuperación El Metro se Mueve Contigo, anunciado en 2022, la mayoría de sus accesos están cerrados. Solo funcionan dos: uno que da hacia el Centro Comercial Metrocenter y el otro hacía la avenida Baralt.

Con respecto a las escaleras mecánicas Capitolio es de las estaciones que más tiene escaleras operativas. Entre los andenes y la mezzanina hay en total cinco escaleras mecánicas encendidas y una está desmantelada. Mientras otras están fuera de servicio debido a que están en los accesos cerrados.

Foto: Ivanna Laura

Mientras tanto, en La Hoyada, de nueve escaleras mecánicas, cuatro funcionan y una está desmantelada. En esta estación también hay intermitencia con la operatividad de las escaleras. En el acceso que da hacía la avenida Sur 5, hay días que la escalera, una de las más largas, puede estar apagada o encendida. Todo es cuestión de suerte.

Me esperas arriba, que yo no puedo subir tan rápido, le dijo Mireilis, de 68 años de edad, a su nieta de 17 años, mientras subían. Había un par de técnicos alrededor de la escalera.

A Mireilis le cuesta subir y va lento.Esto es una tortura. No tienen compasión con las personas de mi edad.


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