Una ciudad que poco a poco pierde sus árboles, pierde, a su vez, aspectos que pueden ser irreparables, como el microclima que generan, la biodiversidad y el hábitat de la fauna asociada a ellos.

Caracas. Con cada lluvia que cae sobre Caracas parece inevitable la caída de algunos árboles. O al menos así ha sido en la temporada lluviosa de este 2023, la cual aún no termina. Por citar un caso, en el aguacero del pasado 20 de octubre cayeron unos 21 árboles solamente en el municipio Chacao.

Ese viernes llovió con mayor fuerza hacia el este de la ciudad, aunque el sonido de los truenos retumbaba de este a oeste. En Altamira, las ráfagas de viento fueron tan fuertes que arrastraron motos estacionadas frente al hotel Caracas Palace.

Luego del aguacero se difundió un vídeo en redes sociales en el que un gran árbol cae en dirección al estacionamiento de un restaurante en La Castellana. En el video se escucha el ruido de las grande ramas que se precipitaban al suelo mientras las personas alrededor gritan de miedo.

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Foto/archivo: Tairy Gamboa 

Pero no era la primera vez. Otra lluvia, en septiembre de 2022, también dejó unos siete árboles caídos en Chacao.

Durante las lluvias de esta temporada también han caído árboles en El Paraíso, Montalbán, La India, San Bernardino y Vista Alegre, en el caso del municipio Libertador.

¿Por qué se caen tantos árboles en Caracas cuando llueve?

Eduardo Cudevich, ingeniero agrónomo e integrante de la Sociedad de Ciencias Naturales de La Salle y de la Fundación Desarrollo Sustentable de Venezuela, explicó que “es normal cuando son eventos extraordinarios”, es decir, cuando hay lluvias intensas sobre espacios naturales, porque estos son procesos naturales.

Aunque ahora con el cambio climático, estos eventos no solo se producen con mayor frecuencia sino también con mucha más fuerza. Entonces también va a suceder mucho más en el entorno urbano, dijo Cudevich.

Otro punto de vista es el de Aguedita Coss, arquitecta paisajista y doctora en arquitectura y proyectos de paisajismo. Explicó que la caída de árboles en espacios urbanos depende de muchas condiciones, y en el caso de la región capital, en los periodos de lluvia de años anteriores eso no era una tendencia, con excepción de algunos momentos como por ejemplo la tormenta tropical Bret del año 1993, entre otras.

Ahora, en espacios intervenidos, como las ciudades, también influye el cambio de las condiciones, tanto del árbol como del entorno.

Estos árboles pueden estar mal podados, lo que ocasiona un desbalance. Otra cosa que puede perjudicar la salud del árbol es cuando hay construcción o remodelación de aceras; durante estos trabajos se puede dar el corte de raíces.

Foto/archivo: Lucía Fernanda Ramírez. 

Otra causa puede ser la siembra de árboles no adecuados para el entorno urbano, ya que pueden requerir unas condiciones profundidad de suelo y de resistencia que pueden no tener.

Tenemos árboles con maderas muy blandas y de crecimiento muy rápido, que normalmente son muy quebradizos, y al no hacerles el mantenimiento respectivo, se caen, dijo Cudevich.

De igual forma, Coss, explicó que la caída de árboles en Caracas, es un un tema complejo que no se puede ver desde una sola arista, por un lado están estos vendavales tan fuertes y atípicos, y también un arbolado urbano que ha envejecido y no ha tenido por tiempo prolongado los cuidados y tratamientos fitosanitarios necesarios y adecuados.

La responsabilidad del mantenimiento

En el caso de la responsabilidad del mantenimiento y de la siembra de árboles en áreas públicas es de las alcaldías o de sus contratistas, dijo Cudevich.

Una persona que quiera sembrar un árbol en algún espacio de la ciudad debe tramitar un permiso ante la alcaldía correspondiente. La alcaldía también es responsable de la siembra adecuada de árboles, es decir, deberían ejercer vigilancia, control y mantenimiento.

Muchas veces las alcaldías no tienen los recursos necesarios, no solo en herramientas sino también en personal adiestrado y pertinente para llevar a cabo labores de mantenimiento y siembra, añadió Cudevich.

Un detalle que demuestra el nivel de importancia que se le da al cuidado del arbolado caraqueño, según Cudevich, es la falta de ordenanzas que expresen cuáles son los árboles adecuados para sembrar y cuáles no son adecuados ni tienen planes de mantenimiento. Cuando uno revisa la política con respecto a la arborización urbana es inexistente.

Foto/archivo: Tairy Gamboa 

Otra perspectiva, es que el rol de las alcaldías también debe ser educar a los ciudadanos y escucharlos en sus inquietudes para ser canalizadas, como también el de la acción. Para esto se deben fortalecer las unidades de manejo de áreas verdes en cada uno de estos entes y formar a las personas que van a tener la responsabilidad de podar y de darle el tratamiento a los árboles tanto en aceras como en los parques y todas las áreas verdes del municipio, dijo Coss.

Lo que pierde la ciudad 

Una ciudad que poco a poco va perdiendo sus árboles, pierde, a su vez, aspectos que pueden ser irreparables. El microclima que ellos generan, pierde la masa verde que cuesta mucho tiempo en recuperarse y su biodiversidad, se pierde el hábitat de la fauna asociada que hace vida en nuestros árboles ya que estos son su refugio y fuente de alimentación. Además la imagen y la memoria del paisaje que sus habitantes mantienen dentro de ese imaginario urbano, añadió Coss.

Mientras que Cudevich asocia esta pérdida con la de muchísimos beneficios. No solo la minimización de los efectos del calentamiento global por temperatura, también por sombra, captura de carbono, emisión de oxígeno, minimización de niveles de ruido y partículas en el aire, la lucha contra erosión y todo lo que tiene que ver con ornato.

El hecho de ver un área ornamentada, bonita, verde, natural, genera toda una serie de beneficios psicológicos, además de la calma y la paz que requerimos todos los ciudadanos.

árboles en Caracas
Foto/archivo: Tairy Gamboa 

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