Fábricas en frontera del Táchira están asfixiadas por la crisis económica y las pocas ventas

Comercios y productores de tabaco, artesanías y marroquinería se encuentran casi en números rojos por los costos de alquileres, impuestos y pagos de máquinas fiscales. Estos artículos no entran en el grupo de exportación.

San Cristóbal. Las empresas de la frontera del Táchira mantienen bajas sus ventas debido a la falta de compradores. El poder adquisitivo limita las compras de ciertos artículos que, si bien no son de primera necesidad, no dejan de ser importantes.

Un ejemplo de ello es la marroquinería, cuyo sector económico en San Antonio del Táchira, municipio Bolívar, está a punto de extinguirse. A quienes comerciaban con este rubro no les quedó más remedio que bajar sus santamarías para dedicarse a otras tareas. Otros optaron por huir del país en búsqueda de mejores oportunidades laborales.

Una de las “sobrevivientes” es la vendedora Mónica Carrero. Manifestó que a lo largo de la avenida Venezuela solo quedan dos negocios, los cuales se niegan a morir en medio de la crisis que padece la frontera del Táchira. Recuerda con nostalgia que hace más de 15 años tan solo en esa calle había alrededor de 30 negocios.

frontera en Táchira
Solo dos negocios de marroquinería sobreviven en la frontera. Foto: Maryerlin Villanueva

La jefa no quiere cerrar porque le da tristeza acabar con la fábrica, pues se ha dedicado a esto toda la vida; sin embargo, no le queda fácil pues las ventas son pocas”, dijo.

El inventario en este comercio es escaso, ya que el costo de los insumos es alto y se traen desde Colombia.

Para Carrero, la exigencia de máquinas fiscales, impuestos de la alcaldía y alquiler de locales genera que los empresarios no quieran invertir en este rubro.

Hace dos décadas se podían llegar a vender en un día hasta más de 10 artículos, ahora la cifra no supera los dos diarios. “Los empresarios están deprimidos porque no ven una solución a esto”, dijo.

La marroquinería es un rubro a punto de extinguirse. Foto: Maryerlin Villanueva
A media máquina

Este panorama se repite entre los fabricantes de tabacos. Y es que el barrio Pinto Salinas se caracteriza por la elaboración de este producto que es llevado hacia el interior del país. De acuerdo con los fabricantes, en el Táchira hay pocos consumidores.

Más de 3000 trabajadores llegó albergar este rubro, pero por la crisis humanitaria compleja la situación cambió. De 54 empresas, en la actualidad solo subsisten 12. Antes la producción era de 20 millones de tabacos, la cifra hoy día no supera los 500.000.

Según la empresaria Yuliana Ramírez, su elaboración disminuyó notablemente debido a la poca demanda. La pandemia hizo que esto empeorara, por lo que quienes aún permanecen tratan de sobrevivir.

Esperaba que con el restablecimiento de las relaciones binacionales entre Colombia y Venezuela todo mejorara, lo cual no fue así pues todo quedó en un “sueño incumplido”.

Esta misma opinión la comparte Nelson Jaimes, dueño de los pocos comercios dedicados a las imágenes religiosas. Sostiene que la región es asidua compradora de artículos eclesiásticos, mientras que el resto del país prefiere las esotéricas.

En el centro del país prefieren las imágenes esotéricas. Foto: Maryerlin Villanueva

Previo al cierre de frontera en el año 2015, había más de 45 empresas de imágenes religiosas, hoy apenas quedan seis, que contratan a más de 150 trabajadores.

La exportación de estos productos no es una alternativa para estos empresarios de la frontera del Táchira. Antes de que se cerraran los puentes internacionales, los artesanos migraron a territorio colombiano para elaborarlas allá, por lo que ahora es mucho más económica su fabricación debido a los costos de la materia prima.

En cifras

Cifras de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol) indican que desde enero hasta mayo de este año hubo un aumento en las exportaciones venezolanas hacia Colombia. El crecimiento fue del 117 % en comparación con el mismo período del año 2022. Se pasó de 29,5 millones de dólares a 64 millones de dólares.

Mientras que las importaciones venezolanas de origen colombiano pasaron de 224 millones de dólares a 247 millones de dólares en el 2023, lo que representa un incremento del 10 % en comparación con el mismo período del año 2022.

Esto aplica solo para los rubros como plástico, hierro, acero, entre otros; no obstante, los ya mencionados no entran en artículos de exportación.

Es por ello que la presidenta de la Cámara de Comercio en San Antonio, Isabel Castillo, de forma reiterada ha hecho un llamado al Gobierno para que se busquen soluciones para el sector comercial, que está asfixiado debido a la crisis.

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