Una estudiante de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela contó que en su escuela han ofertado una sola sección porque no hay más profesores y gran cantidad de alumnos se quedan a la espera del próximo semestre.
Caracas. “Yo inicié mi carrera en 2017. Ya tendría que haber culminado. Pero la falta de profesores y la pandemia han hecho que me atrase”, cuenta Alejandra*, una estudiante en sus últimos años de carrera en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
La estudiante de Comunicación Social recuerda que cuando llegó la pandemia de COVID-19, en marzo de 2020, no pudo iniciar el semestre debido a la falta de preparación de los profesores para el manejo de plataformas virtuales, y la carencia de herramientas para impartir clases bajo esa modalidad.
Después, cuando inició el período académico correspondiente al 2021, no pudo inscribir más de tres materias porque la oferta era limitada.
“A los estudiantes les permiten inscribir 24 créditos, es decir, siete materias. Pero solo dejaban inscribir electivas y no las obligatorias, lo que significó más retraso”.
Así como en el caso de Comunicación Social, estudiantes de otras carreras como Psicología, Odontología, Arquitectura, Estudios Internacionales y Trabajo Social aseguraron a Crónica.Uno que dicha problemática también afecta a sus facultades.
Pocos docentes y muchos alumnos
“Mi escuela ha tenido materias en las que han ofertado una sola sección porque no hay más profesores. Entonces una gran cantidad de alumnos se quedan a la espera del próximo semestre”, explica Violeta, una estudiante de Estudios Internacionales.
Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), estima que más de 93.000 maestros han emigrado.
Para los estudiantes resulta desalentador ver que, a pesar de tener buenas calificaciones, el tiempo para graduarse luce cada vez más lejano debido a problemáticas totalmente ajenas a ellos.
En los últimos dos semestres, los consejeros de escuela se han organizado para ayudar a inscribir materias a los estudiantes que se han quedado sin cupo.
“Se pusieron de acuerdo con los profesores para extender la cantidad de estudiantes en los salones, así como el abrir más secciones”, indica Violeta.
Muchos de sus compañeros decidieron abandonar la carrera, cansados de la espera y los constantes atrasos.
Sin tutores
Carla* inició su semestre de Comunicación Social en 2016. Además de la falta de docentes y el atraso que trajo consigo la pandemia de COVID-19, cuenta que conseguir a un tutor que la asesorara con su tesis fue un reto que le costó perder un semestre completo y un posterior atraso de tres años completos.
A su juicio, la pérdida de semestres al inicio de la pandemia estuvo llena de excusas por parte de algunos docentes.
“Decían que no tenían computadoras, que no tenían internet, pero muchos de ellos trabajaban en medios de comunicación, así que podían seguir con nosotros”.
Cuando la universidad inició la modalidad virtual, ella y muchos de sus compañeros hacían esfuerzos, como ir a ver clases a casa de familiares, por lo que las justificaciones de sus docentes no eran comprensibles.
“Yo no tuve internet durante todo ese tiempo y busqué la manera de ver mis clases yendo a casa de familiares. Tenía hasta un compañero que se iba hasta la parada de autobús cercana a su casa porque desde allí tenía wifi”, resalta.
Fallas administrativas
Yonathan Gustavo Carrillo, presidente adjunto de la Facultad de Centros Universitarios de la UCV, asevera que más allá de la problemática por el déficit docente, la pandemia y la deserción estudiantil, las fallas en el área administrativa también perjudican a los estudiantes.
“Muchos de ellos no van los cinco días de la semana, sino que van menos días u horas, porque hacen trabajos de medio tiempo”, dice en referencia al personal que labora dentro de la casa de estudios.
A juicio del dirigente estudiantil, el retraso en el inicio de los semestres es otro factor que juega en contra de la comunidad universitaria.
“Hay una realidad en las escuelas de Idiomas y Estudios Políticos, ambas tienen una sede transitoria que los estudiantes ayudamos a preparar, pero no están en las condiciones óptimas que deberían”, dice.
Recordó que la UCV tiene un servicio deficiente de becas en el comedor y transporte, así como servicio de salud.
“Aunque hemos visto un esfuerzo por parte de las autoridades en mejorar esto. Pero la verdad es que los estudiantes se han visto en la obligación de dedicarse a trabajar porque si no, no pueden subsistir”, subraya.
Bajos salarios
José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), ha manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación con respecto a los bajos salarios de los profesores venezolanos, por ser de los más bajos del mundo.
Después de Siria, cuyo salario mínimo es de 50 dólares mensuales, el de Venezuela encabeza la lista de los países con el salario mínimo más bajo del mundo, dijo Afonso.
A juicio del docente, los educadores hacen un gran esfuerzo al mantenerse dentro de las aulas y, quienes continúan, lo hacen por vocación.
En este sentido, la Apucv lleva un conteo desde sus redes sociales en las que muestra el número de días que llevan los trabajadores públicos sin recibir un aumento salarial por parte del Estado.
El salario mínimo fue fijado en Bs. 130 en marzo de 2022, por lo que este sábado, 25 de noviembre, se cumplen 617 días sin incremento de ningún tipo.
(*) Se modificó el nombre por medidas de protección de la fuente.
Lea también:
EN FOTOS | Comercios en Caracas reportan que el Black Friday estuvo flojo en comparación con 2022
Participa en la conversación