Profesionales de la salud deben tener hasta tres y cuatro empleos para sobrevivir, pues su ingreso como enfermeros no alcanza ni siquiera para la alimentación.
Barinas. La calidad de vida del gremio de enfermería en Barinas, como en el resto del país, se desmejora a diario y aseguran que es imposible extender más la cuerda, los sueldos no aguantan un estirón más.
“Si me toca lavar y planchar lo hago en casa de las doctoras, si me toca limpiar casas, lo hago. Si me sale algún pacientico lo cuido, económico para que sean varios días. Si me sale una guardia voy y la cumplo; trabajo en quirófano obstétrico cada cinco días para que me dé tiempo de buscar el día a día, así se sobrevive”, dijo Alida Pernía, enfermera con 40 años de servicio.
Contó que no le alcanzan los ingresos: “Perdí los beneficios como jubilada porque me recontraté, perdí bonos, cestaticket, pero, bueno, pa’lante con Dios”.
La situación del gremio sigue siendo compleja, apunta la presidente del gremio de profesionales de la enfermería, Yannis González. Recientemente anunciaron la hora cero y desde Barinas intentan que se sume todo el país.
Antes podíamos comprar pan, jamón y llevarnos una jarra de jugo a la casa, hoy ni siquiera podemos hacer eso”, se lamentó González.
A esto se suma el deterioro y vulneración de los derechos laborales. “Un salario básico de una enfermera profesional ronda los 252 bolívares. La prima de antigüedad, de profesionalización también fueron desmejoradas a través del Onapre, bajaron casi en un 50 %”.
Visibilizar la protesta
El gremio se mantiene activo en las calles visibilizando el anuncio de la hora cero a través de pintas en los carros y otras acciones.
“Yo trabajo todo el día de lunes a viernes, y una noche cada seis días en el Materno Infantil. Además, hago hallacas para vender cada 15 días, vendo bisutería y trabajo en la fundación Casma”, refirió Rosalía Torres, enfermera con 32 años de servicio, miembro de la directiva de colegio y especialista en hemoterapia.
Debe mantener su casa y su vehículo, eso implica surtir 20 dólares de combustible cada ocho días. Los horarios de guardia nocturna son agotadores, los servicios no cuentan con las condiciones para pernoctar en el lugar.
Al igual que su compañera González, Torres se encuentra de permiso gremial “luchando por los salarios”.
Edgar Carrillo realiza hasta dos o tres trabajos para mantener su ritmo de vida y costear sus alimentos: “Para nadie es un secreto que el salario no cubre el valor de la cesta alimentaria”.
Por estas razones, por el deterioro de la calidad de vida, el gremio de la enfermería en Barinas se articula para una paralización de sus actividades.
“Estamos haciendo visibles nuestras intenciones para que cuando la colectividad observe nuestro anuncio de hora cero, entienda las razones que tenemos para abandonar los hospitales, es una situación lamentable. El número de renuncias de colegas se ha incrementado y están validando sus documentos para irse a otros países”, señaló Carrillo.
El gremio informó que este próximo jueves retornarán a las calles para un “grafitazo” en los carros y la próxima semana, en asamblea, está prevista la declaración de hora cero.
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