Hacinamiento y enfermedades son la constante denuncia en los centros de detención preventivos de Monagas

Hacinamiento

El retardo procesal ha ocasionado que los centros de atención preventiva se conviertan en cárceles para quienes aún no tienen sentencia. En Monagas, el hacinamiento carcelario se ha vuelto una denuncia constante por parte de los familiares de los detenidos. En el más reciente informe de la ONG Una Ventana a la Libertad, seis centros de detención preventivos reportan hacinamiento y reos enfermos.

Maturín. El hacinamiento carcelario es un problema que denuncian constantemente los familiares de detenidos en Venezuela. Monagas no es la excepción. Las condiciones en las que conviven los privados de libertad en los diversos centros de detención son inhumanas, así lo califican sus parientes. Todas estas irregularidades han sido documentadas por la ONG “Una Ventana a la Libertad” (UVL). 

En Venezuela no hay datos oficiales sobre cuántas personas están detenidas pues el Ministerio de Asuntos Penitenciarios no ha publicado cifras, sin embargo UVL indica que de acuerdo al monitoreo realizado hasta diciembre de 2021, existen alrededor de 110.000  presos, de los cuales 65.000 están en centros de detención preventiva, que son espacios donde el detenido debe permanecer máximo ocho horas.

Desde enfermedades como tuberculosis hasta dormir de pie por falta de espacio en los calabozos, han sido algunas de las denuncias de las que tiene registro esta ONG. El pasado domingo 6 de febrero, UVL reportó que alrededor de 90 privados de libertad viven hacinados en el espacio denominado “La Carpa”, ubicado en las adyacencias del Centro Penitenciario de Oriente más conocido como La Pica.

Retraso

La Carpa es un espacio que habilitó y custodia el destacamento 511 de la Guardia Nacional. El lugar  alberga a los presos que esperan por juicio. En este lugar hay presos que tienen más de tres años de detención. A ninguno se las ha iniciado su proceso judicial.

De acuerdo con el reporte, en “La Carpa” hay cinco menores de edad, 23 adultos, un preso político y un guardia del pueblo. Conviven sin ventilación, entre aguas negras en un calabozo de 4 metros de ancho por 10 de largo.

Una fuente en la cárcel de La Pica dijo que los presos no tienen acceso a la ventilación y se turnan un espacio cerca de la puerta para tomar aire fresco durante cinco minutos al día”, dice el reporte de UVL.

Familiares de los reclusos aseguran que han denunciado esta situación en reiteradas oportunidades, pues tampoco cuentan con un espacio para las visitas tanto familiares como de los abogados. 

Patrón común

En los centros de detención preventivos de Monagas, la cantidad de presos sobrepasa el límite que pueden albergar estas celdas. Según el último informe de UVL, en la entidad oriental destacan seis calabozos donde el hacinamiento ha sido denunciado en varias oportunidades por los parientes de los reos así como también las enfermedades que padecen.

Polimonagas se diseñó para albergar 120 detenidos, de acuerdo con datos de diciembre de 2021. Sin embargo, en sus calabozos hay alrededor de 232 detenidos. Entre ellos 15 adolescentes y nueve mujeres. En este espacio hay seis reclusos con problemas circulatorios por dormir de pie o en cuclillas. También hay casos de escabiosis y tuberculosis, de los que se desconoce la cifra total de contagios.

La situación es similar en la sede del Cicpc Maturín. El edificio tiene una capacidad para 110 detenidos y actualmente hay alrededor de 303: 27 adolescentes; 266 hombres y 37 mujeres.  En las celdas del Cicpc hay cuatro presos con tuberculosis; 133 con escabiosis, 23 desnutridos.

Esta situación se replica en centros como: Polimaturín, PoliPiar, PNB y CONAS donde los casos de escabiosis y tuberculosis lideran el reporte. Aunque no se tiene clara la cantidad  total de presos desnutridos, se pudo conocer que quienes presentan este cuadro clínico son presos cuyos familiares no pueden llevarles comida.


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