Incrementan las desapariciones de personas en la frontera con Colombia por ola de violencia en Norte de Santander

17 venezolanos menores de edad están desaparecidos en la frontera entre Venezuela y Colombia. En la Asamblea Nacional será solicitada la investigación de los casos.

San Cristóbal. La violencia en la frontera colombo-venezolana parece no tener fin. Grupos armados como Ejército de Liberación Nacional (ELN), Clan del Golfo, disidencias de las FARC, Tren de Aragua, entre otros, delinquen en la línea limítrofe y las desapariciones forzadas se volvieron cotidianas.

Y es que desde la entrada del Acuerdo de Paz el 2 de diciembre de 2016 hasta diciembre de 2022, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ha documentado 146 casos de desaparición relacionados con los conflictos armados en Norte de Santander, de los cuales decenas se han reportado en las conocidas trochas.

De la cifra 129 son colombianos, y 17 venezolanos, sin embargo, la Cruz Roja estima que pudieran ser más en medio de una ola de violencia que no da tregua a los habitantes del eje fronterizo. En las últimas semanas han sido sometidos a zozobra y terror producto de los asesinatos que se han registrado.

Familiares de los desaparecidos claman ayuda para encontrarlos. Foto: Maryerlin Villanueva
Dolor

Donald Javier Aguilar es hermano de Alexis Bladimir Aguilar, quien desapareció el 16 de mayo de 2021, en la aldea Betanía, municipio Rafael Urdaneta, en la frontera con el municipio de Herrán, en Norte de Santander, Colombia.

Dijo que desde esa fecha, la familia ora por todos los días para que el vendedor informal sea hallado con vida. “Alexis es una persona trabajadora, humilde, ejemplo de constancia para muchos”, indicó.

Lamentó la poca ayuda que ha tenido por parte de autoridades venezolanas y colombianas para hallar a su familiar, y por ello, pidió que sean respetados los derechos humanos de todas las personas que desaparecieron sin dejar rastro.

Historias como estas predominan la frontera colombo-venezolana, donde concurren todo tipo de delincuentes, debido a que allí se manejan miles de dólares producto del contrabando y tráfico de drogas.

Familiares de Alexis Aguilar esperan hallarlo con vida. Foto: Maryerlin Villanueva
Cooperación

El diputado a la Asamblea Nacional, Juan Carlos Palencia, lamentó la poca respuesta por parte de ambos gobiernos, a pesar de que el pasado septiembre fueron restablecidas las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela.

Recalcó la importancia de establecer una alianza entre las fiscalías de ambos países para coordinar acciones que permitan hallar al centenar de connacionales desaparecidos desde hace varios años.

La desaparición forzada es un delito de lesa humanidad. Por ende llevaremos ante la Asamblea Nacional un derecho de palabra para exigir que sean investigados todos estos casos, pues los familiares en ocasiones no saben ni dónde acudir para exponer sus casos”, aseveró.

Manifestó que es necesario que ambos gobiernos tengan un registro donde se detalle el número de personas desaparecidas, más aún ahora que la violencia se ha incrementado en Colombia por la disputa del control de territorio para operaciones ilegales, que volvieron a la frontera en un “camposanto”.

“En Medicina Legal en Norte de Santander se cuentan más de 30 cadáveres sin reconocer, de quienes no sabemos si son venezolanos, pues muchos de ellos murieron en los caminos verdes. En Venezuela tampoco tenemos un data sobre los cuerpos sin identificar, ya que organismos no informan sobre esto”, indicó.

Denunció que en la frontera siguen apareciendo fosas comunes, por lo tanto, se hace necesario la intervención de ambos Estados para poner fin al conflicto.

“La fiscalía colombiana y venezolana les tienen miedo a estos casos. Temen hablar de desapariciones forzadas. Quieren invisibilizarlos, ya que cuando los familiares van a denunciar, los funcionarios les informan que no cumplen con los requisitos para registrarlos como una desaparición forzada”, aseveró Palencia.

Silencio cómplice

Palencia denunció que los familiares de los desaparecidos en los caminos verdes han acudido a estos sitios controlados por grupos armados, quienes les informan que no denuncien y se queden tranquilos.

“Desde el año 2015 se han alojado diversas bandas en la frontera, y son ellos los responsables de estas desapariciones forzadas, las cuales van aumentar ante los hechos que se registran en el vecino país, cuando vemos reportes de secuestros, ataques con granadas a instituciones públicas, y asesinato de policías”, acotó.

Uno de los hechos más recientes fue el asesinato de tres policías en Norte de Santander. Dos de ellos cuando se encontraban en un restaurante en el municipio de El Zulia para desayunar. Mientras esperaban, un sujeto armado ingresó y les disparó a ambos en la cabeza, para luego huir del sitio con sus armas de reglamento.

Horas más tarde, un policía que se disponía a realizar patrullaje en la zona de Tibú, en dicha región, murió al ser impactado por una bala disparada por un francotirador.

Un cilindro con la marca del ELN fue puesto cerca de la frontera. Foto: Maryerlin Villanueva
Desalojo

El excomandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, Carlos Villadiego, dijo que ahora que Colombia y Venezuela restablecieron sus relaciones, no hay excusa para que organismos militares desalojen a estos grupos armados.

Si bien no es una tarea fácil, es necesario tomar acciones contundentes que permitan frenar los actos delictivos cometidos por las bandas, que delinquen en la línea limítrofe. Precisó que usan cualquier cosa para generar terror en la población. Solo la semana pasada, dejaron un cilindro de gas marcado con ELN en la vía Agua Clara, muy cerca del lado venezolano.

Esto prendió las alarmas en las autoridades de Colombia, quienes declararon un toque de queda para menores de edad, de 9:00 p. m. a 5:0 a. m., prohibición de un hombre como parrillero en una motocicleta, entre otras medidas.

En Norte de Santander fue declarado toque de queda. Foto: Maryerlin Villanueva

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