Cumbe Tours es una ruta en la parroquia San Agustín que busca romper con los paradigmas de que el barrio es una zona roja donde la gente no sale porque hay violencia. Desde el 2016 han recibido a más de 3000 turistas nacionales e internacionales.
Caracas. La ciudad capital tiene potencial turístico: su clima que combina lo mejor de ser un valle y de estar tan cerca del Caribe. Es una ciudad con una gran montaña que bordea su lado norte, sin duda su mayor atractivo. Y, además, tiene con mucha diversidad cultural entre sus residentes.
Caracas tiene una población cercana a los 3,5 millones de habitantes –según Banco de Desarrollo de América Latina–, que se dividen entre este y oeste. Pocos conocen ambas caras de la ciudad.
La cara oeste es donde residen la mayoría de los habitantes. Incluye las 22 parroquias del municipio Libertador, zonas conocidas como las de mayor pobreza y problemáticas sociales. Sin embargo, no dejan de ofrecer variedad para quien esté interesado en conocerla más a fondo.
El lado oeste está lleno de íconos turísticos de Caracas: los museos, el Teatro Teresa Carreño, el Parque Los Caobos, entre otros tantos.
Pero una oportunidad de conocer la cara oeste de la ciudad es a través de iniciativas turísticas y culturales como Cumbe Tours, en la parroquia San Agustín.
Cumbe Tours es una ruta para turistas nacionales e internacionales que surgió en el año 2016 y que ya ha realizado recorridos para más de 3000 visitantes, algunos de ellos europeos, asiáticos o de otros países de Latinoamérica.
En 2016, Reinaldo Mijares, bailarín y fundador de Cumbe Tours, tocó varias puertas hasta que por fin lograron organizar dos rutas de prueba que sirvieron para organizar mejor el proyecto.
Finalmente, en 2017 las vistas guiadas iniciaron de manera formal. Todo comienza en los predios del Teresa Carreño, allí un autobús espera a los visitantes para llevarlos hasta la entrada del Metrocable de San Agustín.
Quienes asistan al Cumbe Tours con carros particulares, pueden dejarlos estacionados sin ningún problema dentro del estacionamiento del teatro.
Muchos podrían pensar que San Agustín solo es la parte sur, la que está del otro lado del río Guaire. Pero también está el lado norte, que incluye al Teresa Carreño, la avenida Bolívar y Parque Central.
Recorrido con música y parranda
Desde el Teresa Carreño arranca el recorrido que, a mitad de camino, hace una parada “inesperada”. Y como si fuera algo fortuito, en plena vía un grupo de músicos “pide la cola” y al subir empiezan a tocar dentro del autobús. Pero todo es parte de las sorpresas. Y así comienza “la música y la parranda” dentro de la ruta.
Al subir desde la estación Parque Central del Metrocable llegan a la parte alta del barrio, específicamente a la estación La Ceiba. Allí lo primero que muestran los residentes es el centro cultural donde niños y niñas percusionistas ofrecen más música para los invitados. Luego un historiador local cuenta la historia fundacional de la parroquia San Agustín.
La parranda continúa, pero esta vez camina hacia Fila de Marín, donde está en desarrollo un nuevo proyecto llamado Guaguancó de Colores, que tiene el objetivo de embellecer y mejorar los espacios abiertos de la comunidad.
Los murales coloridos que hay por todo San Agustín sirven como escenario perfecto para fotos y videos que guarden como un recuerdo el paseo turístico.
El bar los Alegres All Stars, en la Fila de Marín, no se queda fuera del recorrido. A los visitantes los reciben con boleros, en vivo, y hacen una cata de cocuy, un licor nacional.
Luego del trago, y para pasar el fuerte sabor del cocuy, viene la cata de los buñuelos de yuca de Juanita, una vecina de la comunidad que tiene más de 50 años deleitando a propios extraños con la tradicional receta.
Los buñuelos de Juanita son unas bolitas de masa de yuca impregnados de un mela’o de papelón, que le dan el toque dulce perfecto, para contrastarlo con el del tubérculo.
La degustación sigue con las empanadas orientales de Marisela, una carupanera que hace muchos años fue adoptada por San Agustín. “Comer esas empanadas te dan la sensación de estar en alguna playa del oriente”, describió Reinaldo.
La caminata se extiende hasta la parte baja, aunque a veces lo culminan en el Metrocable. De ahí llegan a Marín, la primera zona intervenida por el proyecto Guaguancó de Colores. Cerquita está el Teatro Alameda, cuya historia es contada a los visitantes.
En dicho espacio funcionan más de 16 talleres de formación para las artes como ballet, danza contemporánea y popular, y gimnasia. Asisten más de 300 niños, niñas y jóvenes. Además dan clases de cuatro, piano y guitarra.
Cierre con comida y más música
El pasaje ocho es el punto de cierre. Desde el Fogón de Emilio, un local de la zona, la agrupación Son Mondongo ofrece un repaso por la historia musical de San Agustín, y recuerdan que esta parroquia es la cuna de grupos como Madera.
El paseo por San Agustín dura al menos cuatro horas y termina al empezar la noche con un propósito: “que la gente conozca la nocturnidad de la parroquia, cómo el barrio socializa por las noches y romper con los paradigmas del barrio como zona roja en donde la gente no sale porque hay violencia”, explicó Reinaldo.
El promotor cultural cuenta que en una oportunidad una pareja contactó a la gente del Cumbe Tour. Sus hijas, que tenían dos años sin venir al país, llegaron de visita desde Estados Unidos. A los dos días de haber llegado sus padres las llevaron a conocer San Agustín. El padre al principio no estaba tan animado y se preguntaba qué iban a hacer ahí.
La madre estaba más entusiasmada. Ella había visto las publicaciones en redes sociales. “Anda, vale, vamos a conocer esa experiencia”, decía la señora. Al final asistieron en familia y en principio nadie sabía quiénes eran hasta que al finalizar el recorrido se presentaron.
El señor era un especialista en la rama turística nacional desde hace muchos años. “Cuando terminó el recorrido él se nos acercó y nos felicitó porque, a pesar de que no somos especialistas en turismo, logramos un producto turístico de tan alta calidad”. Y ahora este especialista es colaborador del Cumbe Tour.
La Real Academia Española establece que Cumbe significa: “Población formada por esclavos fugitivos en la que vivían como hombres libres”.
Con el nombre de Cumbe Tour la idea, según Reinaldo, es que San Agustín sea un ejemplo social de “paz y libertad”, como eran estos asentamientos en la época de la esclavitud.
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