“Logramos pasar la frontera y no sabemos cuándo volveremos a ver a la familia”

Selimar cruzó desde Colombia a Venezuela junto con su hijo, de dos años, y su mamá quien tiene problemas en las rodillas. Se tardó más de un día en llegar a Caracas

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. “¡A la derecha, a la derecha! ¡Suban la escalera, suban la escalera!”, gritaban funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), a quienes llegaban caminando desde Colombia hacía Venezuela por el puente internacional Simón Bolívar de San Antonio, en el estado Táchira, este lunes a las 6:30 pm.

Mientras cruzaba por el puente hacía su país Selimar (se reserva su apellido por seguridad) llamó a su esposo en lo que vio que el teléfono agarró señal. Necesitaba avisar que había podido pasar, junto con su mamá y su hijo de dos años. “Llama a mi hermana y dile que pasamos. Avisen a mí tío (en Cúcuta)”.

Pero los nervios y rumores eran muchos. Una muchacha que caminaba al lado de Selimar le pidió alarmada que guardara el celular y ella, asustada, le hizo caso sin saber mucho la razón.

Entregó sus documentos a los guardias, quienes sin detenerse tanto, las dejaron pasar junto con un pequeño grupo de venezolanos (aproximadamente 25). Un Metrobús los llevó hasta la entrada de San Antonio, aunque pensaron los trasladarían al terminal de San Cristóbal.

“Paramos una camionetica para que nos dejara en el terminal de San Antonio y cuando llegamos no había nada. Ese conductor nos llevó a todos hasta el terminal de San Cristóbal, cobró 300 bolívares por persona. Pero se accidentó como a los 20 minutos de haber salido y quedamos en plena carretera”, relató.

Sin embargo la suerte siguió del lado de Selimar, su mamá e hijo, pues a los pocos minutos apareció en la vía un camión de cochinos, que por fortuna solo trasladaba bosta, y el conductor aceptó darles la cola hasta Capacho.

“Entramos todos atrás. Cuando llegamos a Capacho eran las 8:00 pm y todo estaba solo. Afortunadamente pasó una buseta y nos cobró 150 bolívares a cada uno para dejarnos en el terminal de San Cristóbal”.

Y para sorpresa de Selimar cuando arribó a San Cristóbal, a las 10:00 pm, la realidad era otra. “La gente estaba tomando. No podía creer que en un lugar que queda como a dos horas de la frontera, donde hay una crisis, no se sentía nada”.

No les tomó mucho tiempo conseguir hotel para pasar la noche, hasta el martes, cuando tenían pasaje por avión para Caracas a las 4:00 pm, aunque el vuelo salió a las 6:00 pm y después de más de 24 horas logró pisar su casa, con el resto de su familia.

Frontera Colombia-Venezuela. Cortesía Radio Caracol Colombia.
Frontera Colombia-Venezuela. Cortesía Radio Caracol Colombia.

Rumores para tirar al techo

Selimar viajó el 14 de agosto a Cúcuta con su mamá -quien nació en Colombia- e hijo de dos años, a visitar a su familia unos días. El lunes 24 de agosto, mientras almorzaban en casa de una prima, vieron la situación Caracol TV y ante el miedo de no poder pasar a Venezuela decidió irse.

Dejó toda su ropa y la de su hijo, así como medicinas y otras cosas que había comprado, por miedo a que los funcionarios se lo quitaran. “Llevaba un bolso para el niño con comida porque no sabía cuánto tiempo estaría ahí y unas cositas en una maleta”.

Hicieron cola en la frontera de Colombia, desde las 3:00 pm, mientras esperaban poder pasar. “Vimos llegar a los deportados, descalzos o como salían de su casa. Mi mamá estaba mal, le dolía ver a sus paisanos en esta situación y los abrazaba cuando entraban. Algunos se preguntaban dónde iban a dormir esa noche”, dijo reviviendo el momento y sus ojos se abrillantaron, de tan solo recordar cómo se sentía su madre.

Esperaron alrededor de cuatro horas para pasar a Venezuela y en ese tiempo oyeron rumores como que el presidente Nicolás Maduro iba a cerrar la frontera por más de seis meses, hasta que su mamá no podría entrar al país, donde ha vivido por 50 años, porque nació en Colombia.

“No teníamos quien nos informara, eso me ponía nerviosa. Yo pensaba: Dios cierran la frontera por seis meses y cómo voy a vivir aquí, el bolívar vale menos frente al peso. ¿Cuántos bolívares tendría que mandarme mi hermana? No voy a ver a mi sobrino, a mi hermana y a mi esposo que están en Caracas”.

El martes en la noche por fin llegó a Caracas. Su mamá, quien vino a Venezuela a los 10 años y es nacionalizada, estalló en llanto apenas pisó su casa. Selimar agregó que desde entonces su madre está demasiado sensible con la situación y se pregunta si podrá volver a ver a su familia en Cúcuta.

“Nosotras logramos pasar la frontera y no sabemos cuándo volveremos a ver a la familia. Espero que todo esto se solucione pronto. Yo soy socialista y creo en el socialismo, pero esta no era la forma de atacar ese problema. Todos los venezolanos, de una u otra forma, nos hemos convertido en corruptos o el sistema nos ha llevado a eso”, detalló contundentemente.

A continuación escuche sus declaraciones:

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