Solo una parte del centro de Caracas y uno que otro sitio emblemático de la capital parecen ser la excepción de la realidad que afecta a millones de ciudadanos todos los días, que lidian con la falta de servicios como la electricidad, la recolección de basura, el alumbrado público y los semáforos.
Caracas. La Navidad llegó a Caracas, nuevamente, por adelantado y a los sitios típicos que en los últimos años han sido “privilegiados” con luces y adornos de la temporada. La decoración de plazas y paseos emblemáticos pone a pensar a más de un caraqueño que quisiera ver toda la ciudad de esa forma.
Mientras esperaba a un amigo que tenía meses sin ver, Erika Millán miraba de lejos las fuentes, luces y adornos con los que decoraron la plaza Bolívar, en el centro de Caracas. De lejos porque no está permitido el paso, pues la plaza más emblemática del Casco Histórico no está abierta al público por la pandemia, según funcionarios que la custodian.
Erika, al igual que otros caraqueños que día a día pasan por el lugar, ve con impresión que las fuentes decorativas no han dejado de funcionar, a pesar del fuerte racionamiento que deja sin agua a toda la ciudad y que en algunas zonas llevan más de un mes sin recibirla.
Solo una parte del centro de Caracas y uno que otro sitio emblemático de la capital parecen ser la excepción de la realidad que afecta a millones de ciudadanos todos los días, que lidian con la falta de de otros servicios como la electricidad, la recolección de basura, el alumbrado público y los semáforos.
A pocas cuadras de la plaza Bolívar, que por las noches muestra todo su esplendor navideño, vecinos de la urbanización El Silencio pasaron más de 12 horas sin servicio eléctrico entre jueves y viernes, un claro reflejo de la realidad que palpan los caraqueños y a la que se enfrentan diariamente al llegar a sus hogares.
Claro que me parece bonito lo que están haciendo, pero ojalá así mantuvieran toda la ciudad. Yo vivo en Antímano y por allá hace años que no le hacen un cariñito, solo se acumula la basura”, señala Mabely García, transeúnte.
Sin contraloría a la vista, se desconoce el monto de la inversión que año tras año se hace en parte del Casco Histórico. Trabajadores de las obras de restauración desconocen si estas son ordenadas por la Alcaldía de Caracas, Gobierno del Distrito Capital o el Ejecutivo nacional.
A pesar de la presunta decisión del cierre de la plaza Bolívar, por los alrededores están sus visitantes habituales, sentados en las orillas de las cercas y algunos con tapabocas mal puestos y sin distanciamiento físico.
La plaza El Venezolano sí está abierta al público, pese a que aún no ha sido decorada en su totalidad, y es el último vestigio navideño que hay en zona, aunque los obreros señalan que en los próximos días decorarán también parte de la avenida Universidad.
Pero no se menciona el resto del centro caraqueño. Zonas como Candelaria, la avenida Urdaneta y el bulevar Panteón difieren de lo que se ve a unas cuantas cuadras de distancia. Basura y falta de iluminación son la norma allí.
Lugares representativos e históricos, como la Plaza de los Museos o los alrededores del Teatro Teresa Carreño, yacen en el olvido a diferencia del Casco Histórico, la “taza de porcelana” del gobierno con su conocida “esquina caliente” y mítines de celebración que realizan allí en época de elecciones.
En San Pedro llegó la Navidad y siguen los problemas
Desde hace varios días los obreros identificados con franelas de Juntos Todo Es Posible empezaron a montar las luces y adornos navideños en los emblemáticos paseos Los Ilustres y Los Símbolos, en la parroquia San Pedro, sitios que fueron restaurados en su totalidad el año pasado.
Más de 60 trabajadores forman parte de las cuadrillas que laboran en el lugar, y que estuvieron días previos en unos galpones armando la decoración. Los vecinos aplauden la iniciativa, aunque algunos critican que solo se ilumine “por donde pasa la reina”.
Yo pienso que a los venezolanos nos gusta que decoren las calles con motivos navideños, pero eso también tiene que verse reflejado en nuestra calidad de vida. El momento alegre que paso cuando vengo aquí a caminar se me quita al llegar a casa y ver que todavía no ha llegado el agua”, expresa Manuel Carrillo, vecino de Los Chaguaramos.
Luzbenia Romero, residente de la avenida Victoria, señala que asuntos como la inseguridad en la zona, la mendicidad y falta de transporte son problemas que se deben resolver si lo que se pretende es atraer personas al lugar.
“Aquí la gente viene por las noches y se toma sus fotos, pero si no tienes carro difícilmente podrás disfrutar el espacio como se debe, porque aquí el Metro no funciona y las camionetas trabajan hasta las 6:00 de la tarde. Caminar por la avenida Victoria o Santa Mónica después de esa hora es muy difícil por lo oscuro”, dice Luzbenia.
Se espera que la decoración con luces y adornos navideños en la zona llegue hasta la entrada de la Plaza de los Estadios, según afirmaron los trabajadores, aunque desconocen si ello conllevará también arreglar la iluminación en lo que resta de la avenida, cuya oscuridad es criticada por la comunidad y es propicia para que el hampa haga de las suyas.
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