Expertas indicaron que al empoderar a las mujeres adultas mayores explicándoles sobre la desigualdad, la discriminación y la violencia por razones de género se da un paso importante para deconstruir las conductas normalizadas que implican los distintos tipos de violencia.

Caracas. María* normalizó que Pedro* le lanzara las compras del mercado, que sus cambios de humor fueran el permiso para los insultos y los malos tratos; y que él se sentara a esperar el almuerzo mientras ella se dedicaba a todas las tareas del hogar. 

Angustiado, el hijo de la pareja le explicó a su madre lo delicado de ese tipo de conductas hacia ella y que no debía permitir que la trataran de esa forma.

Pero María consideró que era una actitud “normal”. “Él es así”, “esa es su forma de ser”, eran algunas de las frases que usaba, pero nunca logró internalizar que era víctima de violencia porque no tenía las herramientas necesarias.

De acuerdo con expertas en materia de violencia de género, cuando se habla de mujeres mayores, estas vivieron una época donde el sistema patriarcal estaba más marcado. Entonces, no tenían tanto acceso a la información, como pueden tener las mujeres hoy en día, para identificar un ciclo de violencia. Hoy son madres, incluso abuelas y les es difícil identificarlo debido a las costumbres

Cuando se habla de la normalización de la violencia e interiorización de la misma no hay edad o género preciso, todos pueden ser víctimas, explicó Claudia López, activista y miembro de la organización Método Wom.

López considera que hacen falta más campañas y trabajo de concientización para que las personas puedan deconstruir la cultura que han repetido. 

Normalización de la violencia

La nieta de Patricia creció mientras escuchaba a su abuela decir frases que en su momento ella pensó no tendrían ningún peso en su vida. Al hombre se le sirve primero, una mujer no puede estar sola en la calle, la mujer tiene que hacer familia: tener hijos y un esposo.

Estas eran palabras de mi abuela y crecí viendo estas acciones sin que ella pudiese entender que estaba acostumbrada a lo que la sociedad decía que había que hacer, aunque no estuviera bien. Mi abuela esperaba desde el balcón a sus hijos varones que estaban de fiesta. Mientras ella se preocupaba, ellos llegaban de madrugada y solo la trataban mal. No existió agresión física, pero sí gritos e insultos.

La nieta de Patricia comentó que de esta misma forma fue criada su mamá, quien dejó su empleo formal para dedicarse al hogar que es una labor no remunerada: planchar; lavar; cocinar. Y que mi papá la trataba mal si algo no quedaba como le gustaba.

Según López, las mujeres han tenido una evolución en la cual las leyes e instituciones son machistas y para una mujer era difícil romper el silencio. 

Si, por ejemplo, tu esposo era un agresor la sociedad te decía: Tienes que quedarte porque una mujer sola está mal visto, por los hijos y así se hicieron mayores continuando en el ciclo de violencia.

Ilustración: Amadeo Pereiro.
Sin campañas informativas

Miriam* tiene 60 años de edad y su hija acudió a una psicóloga en busca de ayuda porque su madre era víctima de violencia y tenía muchos años en el ciclo.

Es madre y esposa, se dedicó al hogar y no tiene independencia económica. La hija sabe que no puede intervenir y obligar a su madre a denunciar. Debido a esto buscó el apoyo necesario para tener las herramientas y enfrentar la situación familiar. 

Verónica Colina, representante del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), explicó que anteriormente, e incluso en la actualidad, las mujeres víctimas, en el caso de las adultas mayores, no identificaban qué acciones estaban relacionadas porque normalizaban la violencia de un sistema patriarcal, en el cual los hombres tomaban las decisiones.

Ante la desigualdad de condiciones y derechos, la mayoría del tiempo las mujeres se encontraban en los hogares y no contaban con información ni orientación, ya sea en los espacios educativos, medios de comunicación u otras vías, como ocurre en la actualidad, lo que llevó a una repetición de acciones de forma generacional

Añadió que es importante promover campañas informativas dirigidas a las mujeres adultas mayores para orientar qué acciones son violentas y que tienen la misma libertad que los hombres para elegir qué desean hacer, especialmente en cualquier toma de decisión.

Informar que puede denunciar si se encuentra en una situación de violencia que le esté generando estrés, tristeza y deterioro de la salud mental, ya que el ciclo de cualquier tipo de violencia inicia en el aspecto psicológico, recomendó.

Ilustración: Amadeo Pereiro.
Violencia que pueda escalar a femicidio

Aimee Zambrano, antropóloga y directora de Utopix, alertó que en los casos de violencia contra la mujer pueden ir escalando, partiendo desde lo psicológico a lo físico. Ambos pueden inducir a la víctima a quitarse la vida o al femicidio.

En el caso de mujeres de tercera edad lo principal es empezar a explicarles cuáles son las señales de alarma y cómo la violencia puede ir escalando. Encierro, gritos, querer controlar la vestimenta, acoso, discusiones porque la mujer no tiene la comida a tiempo, todo esto es violencia que puede escalar hasta un femicidio, mencionó.

Zambrano destacó la importancia de la denuncia. En ese sentido señaló que si los familiares son quienes detectan que la mujer es o fue víctima de violencia, no pueden obligarla a pasar por ese proceso arbitrariamente, hasta que no esté preparada para pedir ayuda.

En estos casos se necesita acompañamiento psicológico y psicosocial para ir trabajando lo que se ha normalizado por tanto tiempo, dijo la antropóloga, miembro de una de las ONG (Utopix) que registran los casos de femicidio en Venezuela ante la falta de datos oficiales. 

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Medios de vida y empoderamiento

Zambrano agregó que es importante el acompañamiento legal, pero también los medios de vida. En Venezuela hay pocas organizaciones que tienen este abordaje, para que las mujeres aprendan oficios; puedan tener espacios de trabajo. Una de las principales razones por las que no rompen con el ciclo de violencia es la falta de independencia económica. Bien sea porque no tuvieron acceso a estudios, o fueron aisladas durante mucho tiempo por su agresor. 

La psicóloga María Mercedes Armas Barrios añadió que la violencia en mujeres mayores no se desarrolla solo por parte de la pareja, también puede provenir de los hijos u otros familiares. 

En estos casos la denuncia es más difícil que con la pareja. Se resisten a denunciar incluso cuando es violencia física y aunque la gente no lo sabe son casos bastante frecuentes. Si se llevara una estadística de eso o se revelaran las cifras sería grande. Hay casos de hasta nietos que agreden a las abuelas.

Sin registro ni justicia: Las consecuencias 

Las distintas organizaciones que defienden los derechos de la mujer hablan del femicidio como el último paso de un ciclo preexistente de violencia. 

Si hoy en día, aseguran, es difícil llevar un registro y tener cifras que ayuden a contextualizar, en la época en que las mujeres hoy mayores sufrieron violencia, los datos eran prácticamente inexistentes. 

En Venezuela no hay cifras oficiales sobre los casos de femicidio. Por esta razón, distintas organizaciones no gubernamentales llevan un registro, lo que hace más complejo que las mujeres víctimas de violencia o sus familiares obtengan justicia. 

En aquel momento tampoco había cifras y aunque en la actualidad tampoco hay oficialmente, cada vez hay más ONG que se encargan del registro de violencia y femicidio, pero no sabemos cuántas víctimas hubo en aquel momento. Como no era un tema hablado sino un tabú, ir a una comisaría si es complicado ahora en ese entonces había aún más revictimización, señaló Claudia López, activista y de Método Wom.

Estado perpetrador

Resaltó que, sin importar la edad, nunca es tarde para buscar la ayuda necesaria, porque hay mujeres mayores que continúan en el ciclo de violencia.

Aunque el Ministerio Público promueve la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, desde Cepaz han reiterado la necesidad de aplicar las leyes venezolanas ya existentes en materia de abuso y violencia contra la mujer, lo que incluye instruir a los receptores de denuncia.

En octubre del año pasado las organizaciones feministas denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que el Estado viola de forma sistemática los derechos humanos de la mujer. 

Hay ausencia de perspectiva de género y desconocimiento casi absoluto de los derechos humanos de las mujeres por parte del sistema judicial venezolano, expresó en aquel momento Venus Faddoul, abogada y directora de la organización 100% Estrógeno.

Otras consecuencias de la violencia

La violencia sostenida en el tiempo puede llevar al padecimiento de trastornos emocionales y mentales. Entre estas afecciones figuran ansiedad, pánico, trastornos del sueño y hasta demencia, alertó la psicóloga María Mercedes Armas Barrios.

Agregó que los efectos del ciclo se van profundizando a nivel psicológico, mientras que la mujer no logra buscar ayuda por pena, miedo y por falta de independencia económica.  

Estudios señalan que muchas de las enfermedades que sufren las mujeres están asociadas a relaciones violentas de larga data, como la fibromialgia, tensión arterial; distintos problemas y desordenes de salud causados por una situación estresante por años de violencia, donde la mujer puede sentirse amenazada. En el caso de la violencia física hay mujeres que quedaron lesionadas, pueden ser muchas afecciones tanto físicas como emocionales.

La psicóloga recomendó a quienes sean familiares o amigos de las víctimas que quieran ayudar que primero se asesoren legalmente y; además, psicológicamente porque nunca se puede obligar a la víctima a denunciar.

A las mujeres mayores les cuesta romper el silencio y que otras personas se enteren de sus problemas. Les da pena porque antes la educación y costumbre era: calla, aguanta, no digas nada porque los problemas de marido y mujer nadie los tiene que saber; y ante ese mandato de callar y evitar la mujer se quedaba en la relación violenta. Cuesta desde denunciar hasta hablar con un psicólogo, sentenció.

Acompañamiento 

Las víctimas de violencia cuentan con diversas organizaciones de la sociedad civil que prestan apoyo psicológico y jurídico. Estas opciones varían según el estado en el que se encuentren. 

Twitter: @_cepaz

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