El proyecto de Ley de Universidades es aún un misterio. Ante el desconocimiento y la arbitrariedad, el dirigente Gabriel Cabrera protestó en la UC para activar las alarmas y estimular el sentido de protesta.
Valencia. En la Universidad de Carabobo a varios estudiantes ubicados en la Facultad de Ciencia y Tecnología (Facyt) se les preguntó sobre su conocimiento sobre la el proyecto de la nueva Ley de Universidades y la respuesta de todos fue la misma “no”. Ante el desconocimiento de la legislación, Gabriel Cabrera coordinador de la alianza, Todos Por la Educación en el estado Carabobo realizó una campaña de protesta.
El día anterior a la protesta (09/06/2022) se consignó un documento en la sede de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) Carabobo, la cual estuvo cerrada desde la pandemia. Actualmente la sede fue movida de su sitio original a Guacara. En Valencia solo funciona una pequeña dependencia dentro de otra institución.
Cabrera condena que ni siquiera en la OPSU se haya dado información sobre el cambio, además que a su juicio estas oficinas deben estar ubicadas en la capital carabobeña. En la oficina fueron recibidos por el director de la institución a quien se le entregó la misiva y se le presentó la queja del sector.
La Alianza Todos Por La Educación busca que la Asamblea Nacional electa en 2020, de a conocer un proyecto de Ley que tiene en su seno, pero que sigue siendo un misterio, y cual sostienen se está haciendo a espaldas de la comunidad universitaria.
No puede ser que si vamos a reformar la ley en cuestión, en donde se ve afectada toda la comunidad, que no es solamente profesores y estudiantes. Hay personal administrativo y obreros, no la conozcamos”, sostuvieron.
A este activista y exalumno de la UC, no le quedan dudas de que si el proyecto se aprueba, lo cual será lo más probable, muchas personas sufrirán, puesto que sería una ley que podría terminar por perjudicar al sector, debido a que sería realizada sin el consentimiento de universidades.
Si no tiene el consentimiento, ni las sugerencias de los implicados, de seguro habrán violaciones al estamento, de hecho ya las hay, porque al ser un sector específico se les tiene que llamar, pro eso protestamos”, refirió.
Según la OPSU, en Carabobo, el diputado Jesús Santander (PSUV) es uno de los parlamentarios que lideriza la propuestas. Cabrera opina que de aprobarse la ley los opositores tienen que comenzar a trabajar desde ya para hacerle frente.
Durante el recorrido por la Facultad de Ciencias y Tecnología, Cabrera dio una explicación sobre la ley y sus repercusiones. Que la mayoría de los presentes desconocieran el proyecto causó gran preocupación, por lo que los invitó a unirse a la protesta. Ante el miedo de alguno este respondió. “No le tengas miedo a la pancarta, tenle miedo a lo que la ley puede causar si se aprueba”.
Por aquí no han sido vistos
El misterio en torno al proyecto de Ley de Universidades es palpable en el rectorado de la Carabobo. Ulises Rojas, vicerrector académico expresa que se sabe muy poco, “realmente casi nada”. El Ministerio de Educación Superior quedó en abrir una discusión nacional, para que el gremio expresara sus inquietudes y tomarlas en cuenta.
“Tu sabes cómo es el gobierno. Cada vez que van a crear una ley te dicen que puedes expresarte, pero eso es mentira. Eso lo discuten entre ellos mismos”, dijo el vicerrector.
La preocupación de Rojas es el estatus de la autonomía universitaria. “Tenemos un estatus que mantener y que es un derecho constitucional, pero como todos los derechos los violan. Nos preocupa lo que harán con esta ley”.
Rojas señala que en la jurisprudencia vigente existen tres estratos sociales protagónicos dentro de la Universidad. El Primero de ellos son los profesores, luego los estudiantes y después los egresados. El vicerrector académico considera esta jerarquía como “lógica”, ya que los tres mantienen en pie a la academia desde todas sus perspectivas.
El gobierno, en los distintos momentos en los que la ley ha entrado en la discusión política, ha propuesto la idea de que el personal administrativo y obrero tengan poder de voto en las futuras elecciones de autoridades, algo que para Rojas no es más que una jugada populista. Sin embargo, el profesor recuerda que si bien ellos son parte de la universidad, no están vinculados a la academia, si no a otra área que funciona en paralelo.
Ellos posibilitan muchas cosas, pero no actúan directamente en proponer un cambio en el programa o dar soluciones en problemas académicos”, refirió.
Para el vicerrector sería más sencillo que la ley permita a estas figuras tener voz en el Consejo Universitario. “Eso me parece a mí que es una medida más seria y más sana que si tiene que ver con el trabajo que ellos realizan”.
Uno de los escenarios que Rojas ve posible es que el rector electo en un futuro, se gane el voto de estos dos sectores y luego les de la espalda. De ahí que opine que no es efectivo el recurso para buscar una representación real. Aunado a esto, considera que la Ley también debería abordar un nuevo sistema de autonomía. Específicamente en el área financiera que les permita independizarse del Estado.
En el rectorado continúan sin tener algún tipo de acercamiento con la comisión encargada de elaborar la ley.
“Nosotros no tenemos que ir a la Asamblea. La Asamblea tiene que venir para acá y nosotros los escucharemos, los recibiremos y le presentaremos a todo el sector que se pronunciaría y expondría a viva voz sus inquietudes”, dijo.
Sobre el silencio de la rectora Divo, Rojas justificó esto con que la Asamblea no ha favorecido el proceso. “Ellos dijeron que mandarían un cuestionario pero desde el ministerio y OPSU no pasó”.
Por debajo de la mesa
Otros en el sector universitario tienen una perspectiva diferente, como es el caso de Benjamín Scharifker, profesor emérito de la Universidad Simón Bolívar en la cátedra de química e Individuo Número de la Academia de Ciencias Físicas, quien recuerda que esta discusión se remonta a 2009 y que luego fue retomada por la más reciente Asamblea Nacional, actualmente dominada por el chavismo.
Pero para el que fuese rector de la Universidad Metropolitana y de la USB este proyecto no ha tenido mayor trascendencia.
Todos en el gremio están convencidos de que la ley no va a resolver los problemas de las diferentes casas de estudio”, dijo Scharifker sobre los problemas en cuanto a bajos salarios, decaimiento de los servicios al público y pérdida de estudiantes y docentes.
“No hace falta una ley. Los problemas no tienen que ver con que si la ley es buena o es mala. Por eso no ha tenido una mayor trascendencia. No solo ha pasado por debajo de la mesa, sino que ha sido ignorada porque la comunidad no espera una nueva ley, sino políticas publicas que no requieran de nuevas leyes”.
El exrector vaticina que esta ley puede ser otro caso como el de la Constituyente, en donde tras años de discusión no se llegó a nada.
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