Mujeres enfrentan un camino espinoso para llegar a las posiciones de poder en Anzoátegui

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A pesar de tener un trabajo social demostrable en las comunidades del estado Anzoátegui, las mujeres se sienten desplazadas al momento de elegir cargos de poder en la política.

Barcelona. Es 12 de noviembre de 2023 en el sector La Ponderosa de Barcelona. La agenda del sábado está marcada por la entrega de las bolsas del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) y de alimentos en el comedor social de la comunidad.

Estefanía* y Doralys* crecieron en el sector III de este barrio. Actualmente pertenecen a la estructura de las Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCh) y son quienes se encargan de organizar todo en su sector: desde el cobro de las bolsas hasta el comedor.

Encabezan la figura de jefas de calle. Ambas atienden en promedio a más de 200 habitantes de La Ponderosa. De esas 200, estiman que alrededor de 40 vecinos, personas mayores, se benefician del comedor social.

Hacen un trabajo de hormiguitas en la comunidad. Cada día recorren las cuatro calles en las que trabajan. Hablan con los vecinos y, en algunos casos, gestionan medicamentos en instituciones municipales para las personas que quedaron solas debido a la migración de sus parientes.

Las mujeres se dedican más a la labor social.| Cortesía Alberto Blanco

La Ponderosa es uno de los cuatro barrios que se encuentran en la salida de la capital del estado Anzoátegui. Apenas existen unas pocas calles asfaltadas, hay deficiencias en el servicio de agua e iluminación y no existe la conexión telefónica. A finales de los años 90 la Cantv instaló las primeras líneas pero años después la delincuencia se robó los cables y los vecinos dejaron de contar con el servicio.

Representación de mujeres

Estefanía y Doralys decidieron identificarse así porque temen que los compañeros chavistas las tilden de opositoras si se atreven a denunciar algo que no funcione en La Ponderosa.

Ambas mujeres hacen trabajo social porque les mueven las necesidades de quienes habitan en su zona, que ellas también tienen. Sin embargo, se sienten desplazadas a la hora de ser tomadas en cuenta para una tarea mayor a nivel político.

Aunque el protagonismo de la mujer ha ido en aumento, aún en la política hay mucho machismo, el egoísmo entre los compatriotas es grande, sus beneficios personales y no el de una localidad o sector están por encima de todo, cuenta Doralys.

Ambas consideran que las mujeres que están en las bases de los partidos políticos pasan desapercibidas y esto las hace sentir desplazadas. Creen que su trabajo no es visible, que trabajan más bien para impulsar a las figuras de poder.

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Mayor apoyo en todos los niveles es clave para las mujeres tener protagonismo en la sociedad.| Foto Cortesía Alberto Blanco

Según el programa ONU Mujeres, 27 % de las mujeres latinoamericanas tiene representación en los órganos deliberativos locales o, como se conoce en Venezuela, el Concejo Municipal.

Aunque el programa afirma que las mujeres demuestran liderazgo y trabajan por encima de las diferencias partidistas, alcanzar la paridad en los cargos directivos gubernamentales, parlamentos nacionales, estadales y locales con los hombres está lejos de alcanzarse.

Brecha política

Un informe del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) y la Red Electoral Ciudadana, reveló que la brecha actual representa un retroceso considerable en la participación de las mujeres en la vida política nacional.

En 2021, en los comicios regionales, solo dos mujeres fueron electas. Lizeta Fernández (Delta Amacuro) y Karina Carpio (Aragua) del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Ambas representan 9 % de la voz femenina en esos cargos, lo que se traduce en retroceso si se compara con el evento de 2017 en el que hubo 22 % de representación.

En los últimos 23 años solo 11 mujeres de tendencia oficialista ocuparon cargos en la gerencia municipal en Barcelona, Píritu, Guanta, Anaco, Onoto y Puerto La Cruz. Se trata de: Inés Sifontes, Rita Jiménez, Natalí Bello, Sugey Herrera, Rosángela Martínez, Francisca Rojas, Ingrid Cortez, Maricela Taguaripano, Nedymar Marcano, María de Salazar y Herminia García.

La primera mujer en ser electa en el estado Anzoátegui fue Evelyn Urdaneta de Barreto (Acción Democrática), en 2004, como alcaldesa del municipio Freites. 

Foto: @EvelynUrdaneta1
Mujeres se articulan por la participación

Esther y Lucelys se articularon para promover la participación en las comunidades del estado Anzoátegui antes de la primaria de la oposición, el 22 de octubre de 2023.

Independientemente de la tendencia, lo hicieron como una forma de incentivar la toma de decisiones en la ciudadanía.

Nosotras estamos contentas con la participación que hubo en las primarias, aunque ahora pareciera que estamos en un descanso, no es así, estamos articulando las estrategias para 2024, pero por razones obvias no podemos develar todo.

Esther Núñez es abogada y Lucelys Rodríguez periodista. Ambas son integrantes del Centro de Formación para la Democracia, una organización que se dedica a formar líderes en diversos ámbitos.

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Promover la participación de la sociedad en los procesos políticos se han propuesto mujeres como Lucelys Rodríguez y Esther Núñez. | Cortesía: Centro Formación para la Democracia

Creen que el desapego por la política también es un factor que incide en que la igualdad de género esté lejos de conseguirse. En las comunidades que trabajaron constataron que hombres y mujeres se dedican más a la labor social, porque sienten la satisfacción de poder ayudar sin tanta burocracia.

Para Lucelys, hay diferencias a la hora de ver el papel articulador de las mujeres dentro de sus comunidades. Una cosa es lo que hacen los partidos políticos y otra las que se involucran con organizaciones no gubernamentales.

Suele pasar que los partidos políticos usen a las mujeres para la movilización y solo queda ahí, pero cuando se trata de organizaciones no gubernamentales serias las historia es distinta, estas organizaciones suelen buscar más a las mujeres porque ellas mueven toda la logística, hacen el casa por casa, tienen una sensibilidad mayor a los hombres e inclusive más organización, dice Lucelys.

En el trabajo que llevan adelante ambas, encontraron que algunas personas no saben qué es la democracia. “Parte de nuestro interés es que el ciudadano, sea hombre o mujer, tenga ese poder de participación y decisión”.

A nosotras siempre nos han dicho que no podemos, la mujer tiene muchas cosas que van contracorriente. Lo vemos en las comunidades, ellas organizan, hacen el casa por casa, motivan, mueven a la gente, pero no llegan al poder porque viene el hombre en su posición de poder y las priva de eso, dice.

Lucelys cree que la sororidad debe incentivarse en las organizaciones de trabajo en las mujeres han logrado tener protagonismo, pues considera que entre ellas es difícil darse ayuda mutua.

Entre nosotras no existe el compañerismo. En la política es muy difícil ver el apoyo entre mujeres.

Lucelys tuvo la oportunidad de ver recientemente, un ejemplo de articulación y solidaridad en la comunidad de Petare, en Caracas, con el programa Mi Convive. Dice que la mayoría de los proyectos que ayudan a los habitantes de la zona están encabezados por mujeres y esa participación es promovida por las mismas ONG.

Antes de ver a Mi Convive, nosotros tuvimos la oportunidad de recorrer 11 estados de Venezuela con un programa social y diagnosticamos que la gente ya está cansada de la política partidista que solo los buscan cuando necesitan votos, mujeres y hombres se dieron cuenta que no todo lo puede hacer el Estado y tienen potestad de resolver situaciones  dentro de sus comunidades, pero eso nunca se les enseñó.

Estefanía, Doralys y Migdalys Brazón tienen esperanzas de que esos cambios ocurran en el corto plazo y para ello, afirman, que quienes están en las posiciones de poder solo tienen que hacer algo elemental y básico: enfocarse en las verdaderas prioridades de los ciudadanos.

Los ciudadanos, sea hombre o mujer, deben concientizar la importancia de su participación en la política no solo como un actor que busca un cargo de elección popular, pero si como ciudadanos, todos somos necesarios y todos deberíamos cubrir esos puestos en la administración pública, pero la importancia está en que si todos participamos en la decisiones de nuestro entorno, las cosas funcionarán como queremos y no como decidan los demás, sostiene Esther.

Este es un trabajo colaborativo de Efecto Cocuyo y Crónica Uno.


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