Se concentraron en las puertas del J. M. de Los Ríos, centro donde murieron cuatro niños del servicio de Hematología que esperaban por un trasplante. De ahí caminaron hasta la Cruz Roja para exigir transparencia en la entrega de la ayuda humanitaria.

Caracas. Gremios de la salud, de educación, partidos de oposición y sociedad civil se unen para exigir que se haga una auditoría a la ayuda que está recibiendo la Cruz Roja Venezolana. #Ni un muerto más fue la consigna que repitieron.

El pasado 15 de abril llegó el primer lote de insumos. Pastillas para clorar agua y garrafas para almacenarla fueron entregadas en zonas donde, en ese momento, no había agua.

Luego se habló de la entrega de plantas eléctricas a siete hospitales y se informó de la llegada de medicinas para patologías crónicas, el pasado 7 de mayo.

Nada de eso ha entrado a hospitales como el J. M. de Los Ríos, Vargas o Los Magallanes de Catia. En puestos asistenciales como esos, las carencias en materia de insumos y medicamentos llegan a 90 % según el médico Carlos Prosperi, miembro del Comité de Conflictos del Sector Salud.

Enfermeras, médicos, docentes, trabajadores administrativos se sumaron a la acción. Foto: Gleybert Asencio
Ni un muerto más

Este miércoles desde de las 9:00 a. m. médicos, enfermeras, educadores, políticos y la sociedad civil se concentraron en las puertas del J. M. de Los Ríos y usando la consigna #NiUnNiñoMás marcharon hasta la sede de la Cruz Roja Venezolana, ubicada a dos cuadras y media del hospital de niños.

La idea de la protesta era exigir información sobre la ayuda humanitaria y que se realice una auditoría de lo que está llegando y se está entregando a los hospitales.

En estos momentos, antibióticos tan esenciales como meropenem y vancomicina no hay en los centros de salud.

Prosperi no pasó por alto la crítica situación del servicio de Hematología del principal hospital pediátrico del país, en donde solo en mayo han muerto cuatro niños esperando un trasplante de médula ósea, dos de ellos en menos de 24 horas.

Se refirió también a los casos de leucemia en los adultos mayores (80 % más que los infantiles) que son atendidos en hospitales como Militar y Razetti, y propuso al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, usar el dinero recuperado por Pdvsa a través de los bonos para reactivar el convenio, bien sea con Italia o con otro país donde se puedan salvar a los pacientes que con urgencia requieren ser intervenidos.

Judith León (por los bioanalistas) y Carlos Prosperi por el Comité de conflicto del sector salud. Foto: Gleybert Asencio

En estos momentos del J. M. hay cinco niños que necesitan viajar y someterse a esas intervenciones. Pero si no hay posibilidad de recuperar las alianzas, le pedimos que haga todo lo posible para dotar de equipos y medicinas el Henrique Tejera de Valencia, uno de los centros que en el país hacen la recuperación del tejido óseo de cuerpos compatibles.

Citó que en Estados Unidos una intervención de este tipo cuesta entre 500.000  y 1 millón de dólares y en Europa entre 350.000 y 500.000 euros por paciente.

#MiUnNiñoMás se oía insistentemente en medio de sus declaraciones. “Queremos además que la Cruz Roja sea transparente y explique a dónde están llevando esa ayuda y, también nos diga de dónde salió el dinero para comprar camionetas Ford Runner y carros Aveo de la Chevrolet. Aquí lo que necesitamos es medicinas. No que las tengan en sus oficinas, mientras los pacientes mueren”.

Fueron atendidos por una comisión de la Cruz Roja. Foto: Gleybert Asencio

De hecho, Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermería del Distrito Capital criticó que un medicamento como Propofol lo tengan dentro del J. M. de Los Ríos y no esté disponible a los pacientes, porque no lo dispensan a las farmacias.

Un caso reciente lo denunció Jennifer Guerrero, mamá de Erick Altuve, niño que falleció el domingo 26 de mayo, quien dijo que a su hijo no se le suministró ese fármaco.

Pablo Zambrano, secretario del Sindicato de Trabajadores de la Salud también se sumó a la cruzada y ahondó en la persecución de la que son víctimas los trabajadores cuando denuncian las precarias situaciones del sector laboral, educativo, de salud, de los servicios. “Nos quieren pagar 10.000 por uniformes y nos están obligando a usarlos, cuando la realidad es que hay una crisis estructural. No hay ni alimentos, ninguno de los hospitales tiene presupuesto, todos los reales están centralizados, no llegan los insumos. Este es un llamado para que el fiscal y el defensor lo atiendan. Basta de irresponsabilidad. No vemos que a los patrones los pongan presos, pero al trabajador lo persiguen. Ahora mismo el Sebin siguió al doctor Prósperi desde su casa hasta el hospital. Estas son cosas que también hacen daño al paciente”.

Exigieron entrega de medicinas e insumos. Foto: Gleybert Asencio

No hay tomógrafos, no hay agua, no hay Rayos X, no hay laboratorios, no hay comida. Esas fallas son las más frecuentes que reportaron quienes se sumaron a la acción.

Las pancartas reseñaban los muertos recientes como consecuencia de las deficiencias en materia hospitalaria. También exhibieron afiches rechazando la compra de armas y exigiendo comida. Las frases #NoMasHambre, #NoMasMuerte, #NoMasCorrupción replicaron durante más de dos horas de concentración.

Así llegaron a la sede de la Cruz Roja. La reja les fue cerrada. Hicieron presencia en las afueras hasta que una comisión salió a recibirlos. Las caras visibles de los gremios, Ana Rosario Contreras, Pablo Zambrano, Carlos Prosperi, Judith León, por los bioanalistas, y Lourdes Ramírez, por los profesores, pasaron al recinto a entregar una carta, en la que exigen soluciones urgentes para mitigar el sufrimiento de los venezolanos.

En ese interín llegó un grupo de jubilados y pensionados. Con fuerza gritaban que querían medicinas y comida, y que querían morir de viejos. Reclamaron la entrega de la ayuda humanitaria pues están perdiendo los pocos dientes que les quedan, ya que no tienen acceso ni a las vitaminas. Prosperi, ya pasado el mediodía, salió e informó que fueron recibidos por el director de Salud regional de la Cruz Roja y por el director de Comunicaciones.

Indicó que les explicaron que trajeron más de 20 toneladas de insumos a través de la Federación Internacional. 70 % de ese lote fueron plantas eléctricas y el otro 30 % fueron kits que tenían desparasitantes, algunos antibióticos, vitaminas para las embarazadas y material médico-quirúrgico.

“Nos explicaron que la intención era atender en tres meses entre 5.000 y 10.000 pacientes. Y algo en lo que insistieron es que no obedecen ni al Ministerio de Salud ni a Nicolás Maduro. Todo lo están haciendo a través de la Cruz Roja Internacional”.

Para calmar los ánimos, los interlocutores les adelantaron que en uno o dos meses llegará un cargamento con antibióticos de amplio espectro y para la hipertensión.

Los gremios dijeron que serán vigilantes con los anuncios. El tema que discuten es que los pacientes no esperan. “No queremos más muertes”, dijo el médico en nombre de los asistentes.

Un contingente de la Policía Nacional Bolivariana estuvo toda la mañana escoltando a los manifestantes. No hubo cierre de calles y no se registraron agresiones.

Video: Mabel Sarmiento


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