No hay tickets multiabono porque el Gobierno le debe biyuyos a la casa fabricante

La operatividad el Metro de Caracas cada día deja mucho que desear: los retrasos son constantes, los vagones sin aire, las escaleras mecánicas dañadas, los robos y la falta de mantenimiento son algo que no pasa desapercibido ante la mirada de los usuarios.

Caracas. El sistema Metro de Caracas está sobrealimentado, es decir, tiene un exceso de usuarios que no se puede cubrir con la oferta. Y eso no hay necesidad de que lo diga un funcionario público. Basta con entrar al subterráneo y darse cuenta de los andenes, vagones y escaleras mecánicas repletos de pasajeros a toda hora del día.

Pero lo que hace mella es la calidad del servicio: torniquetes dañados, escaleras mecánicas fuera de servicio, vagones sin aire, áreas verdes deterioradas y convertidas en baños públicos, retrasos por fallas eléctricas y arrollamientos, y ahora se suma a este rosario de penas la escasez de tickets.

Desde noviembre de 2016 no hay multiabonos, según la información reportada por Ricardo Sansone, coordinador de la A.C Familia Metro, porque el Gobierno no ha pagado el costo a la empresa fabricante de origen francés.

Consolidado comentó que les deben dinero del material enviado en 2015 y 2016. El monto de la deuda en dólares no lo informó, pero ratificó que la causa de esa escasez es la falta de pago.

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Y ya se está observando en estaciones de la Línea 3 que no hay boletos ida y vuelta: “Estaban entregando cinco ida y vuelta por el valor de un multiabono. Pero ahora están dando los tickets simples que tienen un costo de Bs. 4.

“Ese un pasaje  muy barato y por eso hay tanta demanda en el sistema. La gente no puede pagar Bs. 100. Se va en Metro y se ahorra ese dineral. Y a veces ni pagan, pues los torniquetes están liberados porque están dañados o porque se colean”.

Explicó que el problema es que, por ejemplo, en la Línea 1 solo caben 42 trenes, no se pueden meter más, ese el máximo de la capacidad. Aún así no hay cómo compensar la demanda:

“En la Línea 2 lo que hicieron fue cambiar los azogues de los durmientes y los cambiavías para inyectar los trenes de Los Teques. Y eso es bueno para el usuario, pero no para la vida útil de los carros que al principio recorrían 15 kilómetros y ahora le das el doble de recorrido. Pero en la Línea 3 no hay cómo compensar la demanda, y aunque haya retraso no hay suficientes trenes para desahogar los andenes, entonces el intervalo de espera es de dos o tres minutos y eso es muy largo. Por ende, se ve el sistema colapsado”.

Pero no solo de trenes adolece el sistema. La otra pata coja son las escaleras mecánicas. En noviembre de 2016, la compañía Metro de Caracas manifestó que harían mantenimiento a 55 escaleras, 18 de la Línea 1. Además, reforzaría el  mantenimiento y la rehabilitación del servicio con la incorporación de los mismos trabajadores para abaratar los costos. Hacerlo así le ahorraría al Estado ocho millones de dólares.

De hecho, sustituyeron escaleras en Pérez Bonalde y Plaza Sucre:

“Cosa muy mal planificada, pues están cambiando el mecanismo por unas escaleras más angostas que el diseño original y para remediar la mala planificación, colocan unas láminas de aluminio en los huecos a los lados de la escalera. Es una mala inversión que se hizo”.

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Ahora los problemas operativos están a la orden del día. Esta semana se reportaron fuertes retrasos: el día martes, al final de la tarde, en las Líneas 1 y 3 los usuarios esperaron hasta 30 minutos para abordar un vagón. Reportaban por los parlantes un arrollamiento en la estación Mercado, en el caso de la Línea 3. El miércoles 25, antes de las 7:00 a. m., hubo fuerte congestión en el mismo tramo y el viernes 27 una falla eléctrica dejó sin servicio a mitad de mañana varias estaciones entre Chacaíto y Palo Verde.

Eso denota un tema de inversión y de mantenimiento que no está siendo atacado oportunamente. Incluso, informó Sansone, en 2016 hubo 1.500 solicitudes de denuncias: “El personal está mal pagado, tiene un HCM que no funciona, un contrato vencido y una Caja de Ahorros que nunca está disponible. Tan es así, que en el edificio Administrativo colocaron un papel de que no se recibirán más renuncias” (sic).

Foto referencial: Mariana Mendoza


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