Productores de hortalizas, lácteos y carnes advierten desde hace dos semanas que la escasez de diésel pone en riesgo la movilización de las mercancías. Sin embargo, pese a las dificultades para trasladar los alimentos, había variedad en el mercado de Coche este martes. Para algunos vendedores la oferta de víveres era regular, aunque advirtieron que el domingo entraron menos camiones.
Caracas. En la entrada del Mercado Mayor de Coche el tránsito de los consumidores que van en busca de ofertas de hortalizas era regular la mañana de este martes 23 de marzo. El lunes comenzaron a regir dos semanas de cuarentena radical en el país para hacerle frente al aumento de los contagios de COVID-19, que en los últimos días repuntaron, según el reporte de las autoridades.
Productores de hortalizas, lácteos y carnes advierten desde hace dos semanas que la escasez de diésel pone en riesgo la movilización de las mercancías, así como la operatividad de las maquinarias y el próximo ciclo de siembra. La preocupación también escala en el sector industrial. Sin embargo, pese a las dificultades para trasladar los alimentos, el mercado de Coche mantenía la oferta de víveres este martes.
En un largo pasillo que improvisan los vendedores, los tomates, cilantro, célery, cebollas, remolachas y papas lucían diversas ofertas, la mayoría por un dólar. Ni la crisis sanitaria por la COVID-19 ha logrado que el mercado sea un lugar más salubre, el hedor a orina, las aglomeraciones y la falta de mascarilla por parte de algunos usuarios y vendedores son también parte del lugar que está ubicado en el municipio Libertador.
En el mercado mayorista se podían conseguir este martes ofertas de cinco kilos de tomate por $1, cinco melones por el mismo monto y un kilo de ají por Bs. 700.000 o lo que equivale 0,38 centavos de dólar, calculados a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela, que se ubica en Bs. 1.827.910. Para algunos vendedores la oferta de víveres era regular, aunque advirtieron que el domingo entraron menos camiones.
Los padecimientos de los productores para abastecerse de combustible son de vieja data en el país. En mayo de 2019, en ese mismo mercado los ferieros contaban que hacían viajes más largos, debido al tiempo que pasaban en las estaciones de servicio, y para entonces ya muchos pagaban el litro de combustible por encima de los dos dólares. La escasez los ha llevado a hacer maromas para llegar a la capital, por ejemplo, comprar el combustible “bachaqueado”, como expresó este martes Adolfo Puertas, un vendedor de hortalizas.
Otro de los ferieros que viene al mercado mayorista a vender tomates dijo que este último viaje fue como el de tantas otras veces. “En las bombas no hay combustible, entonces uno lo carga en pimpinas, pero también es un peligro porque te pueden parar (las autoridades)”, explicó.
La semana pasada la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) y la Cámara Venezolana de la Industria Láctea (Cavilac) informaron que habían solicitado autorización al gobierno para poder importar gasoil ante la escasez. Hasta la fecha, el gremio, que demanda 25.000 barriles de gasoil diarios, se mantenía a la espera de una respuesta.
Foto: Archivo. Luis Morillo
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