Adultos mayores de Sucre cada día más invisibilizados y sin atención a su salud mental

Alzheimer

Expertos coinciden en señalar que faltan políticas públicas a través de pensiones o trabajos mejor pagados, para hacer más llevadera esa etapa de la vida en el país.

Cumaná. Javier González y Daniel López son un par de amigos, comerciante y médico respectivamente, que además comparten la responsabilidad de tener a sus mamás postradas en cama con el avanzado deterioro provocado por el Alzheimer. 

Sin embargo, ninguno de los dos tiene capacidad para costear una cuidadora para sus madres con Alzheimer y por ello, sus hermanas y esposas comparten la responsabilidad de atenderlas. 

Asumir el envejecimiento como un triunfo y no simplemente como la proximidad a la muerte es muy difícil en países como Venezuela, debido a las limitaciones en el acceso a la salud pública.

La situación en estados como Sucre, considerado como uno de los más pobres del país, para pacientes y sus familiares con demencia -en cualquiera de sus formas-, es cada vez más compleja.

“Las familias no tienen recursos para comprar tratamiento médico, pañales, centros de cama, ayudas técnicas, cumplir con los chequeos o controles médicos y la opción de contratar cuidadores, prácticamente está descartada”, dijo Ana Marín, presidente de la Fundación de Alzheimer -Capítulo Sucre.

Para Marín, la población envejece y no tiene opciones de servicio, mientras leyes como la de Atención Integral de las Personas Adultas Mayores, la de Servicios Sociales o la Reforma de la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social e incluso, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; solo quedan en el papel.

Ramón Ochoa, psicólogo, señaló que el estado Sucre está muy mal en materia de salud pública porque hay pocos psiquiatras en servicios de hospital y ambulatorios.

Desafortunadamente, estamos mal desde hace mucho tiempo. La salud pública es completamente privada y hay personas que no están graduadas como psicólogos o psiquiatras, pero ejercen en un área delicada, comprometida y a lo mejor tienen buena intención, pero hacen daño”, sostuvo. 

La población de adultos mayores sigue creciendo y para los expertos consultados, es de la más importante del país después de la migración, pero en varios aspectos está invisibilizada por falta de políticas públicas a través de pensiones o trabajos mejor pagados, para hacer más llevadera esa etapa de la vida. 

Déficit profesional 

Maigualida Fuentes, coordinadora de salud mental del estado Sucre, refirió que a nivel mundial solo 1% del personal adscrito al sector salud se dedica a estudiar psicología, psiquiatría o enfermería psiquiátrica.

“En Sucre tenemos seis psiquiatras y una psiquiatra infantil para cubrir todo el estado, en una dependencia en la que los pacientes con problemas o patologías mentales han aumentado. Tenemos una psicólogo para trabajar con el sector público para trabajar con niños y adolescentes aunque tenemos buenos profesionales en el sector privado”, dijo.

Fuentes aseguró que todos los pacientes reciben atención aunque no presenten patologías sino niños que se quedaron en el país tras la migración de sus padres.

“Niños, adolescentes o adultos son recibidos en la Unidad de Atención Integral (Unisama) del ambulatorio Cumanagoto, en el Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá y adiciones en la Unidad de Tratamiento al Farmacodependiente (Utaf) del sector Caigüire de Cumaná. Mientras que Cumanacoa y Carúpano tienen una psiquiatra. Con todas las debilidades pero con la disposición de salid adelante”, comentó

Otra Actitud

Sin embargo, los especialistas coincidieron al señalar que el cambio de actitud es posible.   

“Tratamos de quitar el mito de que por ejemplo: envejecer y Alzheimer son sinónimos, porque no lo son. La prevención empieza antes incluso, las personas que tiene algún elemento genético que pueda favorecer el Alzheimer, con las medidas adecuadas, se puede ralentizar, retrasar, y en  algunos casos, evitar que aparezca”, dijo el Psicólogo. 

Ochoa reconoció que hay ensayos prometedores que ya se encuentran en fase experimental, confía en que pronto puedan aplicarse en Venezuela a través de exámenes físicos y pruebas de laboratorio. 

Sin embargo, como experto insistió en la necesidad de comer sano y mantener el cerebro activo.

“Loro viejo sí aprende a hablar porque así el cerebro realiza nuevas conexiones y si indica que hay alguna dificultad, entonces esa señal puede servir para encaminar y hacer monitoreo”, añadió.


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