El Observatorio Venezolano de Violencia documentó 71 eventos delictivos en el Área Metropolitana de Caracas. De este número, 20 % representa delitos no letales, como hurtos, robos y estafas, durante los primeros dos meses de 2023. Para el criminólogo Fermín Mármol García, el auge de hurtos denota problemas culturales, ética social, moral personal y poca posibilidad de castigo.

Caracas. El 2 de marzo a las 4:30 a. m., Alfredo* se asomó por la ventana de su apartamento y vio correr, en la distancia, a dos hombres. Pensó que hurtaban en uno de los edificios cercanos, pero por los gritos de sus vecinos supo que los ladrones entraron en su edificio en Montalbán, al suroeste de Caracas. 

Los delincuentes violentaron la reja del estacionamiento y le quitaron las luces a un carro. Alfredo vive en residencias Clarita, uno de las tantos edificios de esa zona que ha sido azotada por delincuentes. 

A inicios de marzo, vecinos de Montalbán denunciaron que delincuentes intentaron entrar, o lograron entrar, a los estacionamientos a desvalijar vehículos.

hurto-robo
Delincuentes violentaron la reja del estacionamiento.| Foto: Cortesía de vecinos.

De acuerdo con Fermín Mármol García, abogado criminalista y director del Instituto de Ciencias Penales, Criminalísticas y Criminológicas de la Universidad Santa María, para los ciudadanos el hurto es el tipo de delito de mayor materialización en el país. En Venezuela no se conocen cifras oficiales sobre los distintos tipos de delitos cometidos en el país. 

En cuanto al hurto agravado de bienes e inmuebles, el cual mencionó que es muy elevado en Venezuela, dijo que las bandas criminales estudian la zona.  De esta forma buscan determinar si las casas o residencias no tienen vigilancia privada, policías, circuito privado de televisión y si los habitantes no son cuidadosos con las puertas principales. 

Mencionó que hay que estar atentos al personal público y privado que labora en el lugar. Sostuvo que estos últimos deberían ser contratados por recomendación o luego de hacer una verificación exhaustiva del personal, pues se han reportado casos en los que estos podrían servir como informantes de las bandas.

En los primeros dos meses de 2023, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) documentó 71 eventos delictivos en el Área Metropolitana de Caracas, de los cuales 20 % representa delitos no letales, que constituyen: hurtos, robos y estafas. 

Hurto de vehículos en Carapita

A inicios de marzo también se registraron hurtos en la calle Santa Ana de Carapita. José* se alistaba para ir a trabajar. Mientras se hacía el café fue a “calentar” el carro. Para su sorpresa, la puerta trasera de su vehículo estaba medianamente abierta y se habían llevado la batería

José tuvo que gastar 70 dólares para reponer la batería y, además, mandó a fabricar una especie de caja de seguridad para resguardar el equipo. Días después, en la calle de arriba donde vive, unos delincuentes se llevaron la moto de unos de los vecinos en horas de la mañana

Mujeres carteristas

Entre tumultos se esconden los carteristas y se aprovechan de las temporadas en las que hay mayor flujo de personas en el centro de Caracas. 

En La Hoyada, vendedores del lugar saben quiénes operan bajo esta modalidad, pero por temor a represalias prefieren no intervenir cuando ven un acto delincuencial. Eligio* contó que allí opera una célula de mujeres de edades comprendidas entre 20 y 60 años de edad. 

Foto: Manuel Díaz

Manifestó que este grupo usa a niños en brazos como señuelo. Se aprovechan de la cantidad de personas que pasa por un mismo lugar y acorralan a la posible víctima hasta quitarle, de manera astuta y sigilosa, alguna pertenencia. 

Frente a la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en la avenida Fuerzas Armadas con cruce a la avenida Universidad, una adulta mayor le sacó las pertenencias del bolso a una mujer más joven. Según testigos, la policía de tránsito que estaba en el lugar no hizo nada para impedir el delito. 

https://twitter.com/LuisSucesosLuis/status/1637747738346418182?s=20

A juicio del criminólogo Mármol García, los delincuentes son personas que usan elementos distractivos para que la víctima pierda cuidado de sus bienes y un cómplice pueda llevarse las pertenencias. 

Con toda la pericia y destreza están en un perfecto estudio corporal y del entorno, esperando que esa víctima y el entorno le genere un campo propicio para rápidamente apropiarse del bien y emprender la huida, acotó.

De acuerdo con algunos testimonios, lo mismo ocurre en Capitolio, en las cercanías del centro comercial Metro Center. “Ahora no se ven muchos hombres carteristas, se ven más que todos mujeres, y mujeres mayores”, dijo Pedro*, vendedor en Capitolio. 

Sobre este aspecto, el criminólogo recomienda que se debe proteger la distancia social y no permitir que personas desconocidas se acerquen demasiado. Sugiere que se mantenga un metro de distancia. Además, estar atentos de los bienes personales.

Arrebatos 

Por su parte, Ricardo*, trabajador de una operadora telefónica en Metro Center, acotó que los arrebatos en las entradas del centro comercial suelen ser frecuentes. Contó que al menos una vez al día llega un cliente pidiendo que le bloqueen la línea telefónica justo después de que fuera víctima de hurto o robo. 

Y lo más irónico de todo es que esto pasa a escasos metros de la Asamblea Nacional. A veces cierran los accesos para la seguridad de ellos, ¿pero qué queda para nosotros?, preguntó Ricardo.

Mármol García argumentó que el tema del hurto habla de los problemas culturales, ética social, de moral personal y de poca posibilidad de castigo. Expresó que es “preocupante” porque cuando estas transgresiones a la ley no son abordadas, tienen la posibilidad de escalar a un delito mayor. 

Añadió que, aunque este sea un delito de “pequeña transgresión” –según el experto, es un delito contra la propiedad que no amenaza la integridad o la vida de la persona– es un delito que el Código Penal castiga con una pena de “menor gravedad”. 

Art. 451 del Código Penal establece que: “Todo el que se apodere de algún objeto mueble, perteneciente a otro para aprovecharse de él, quitándolo, sin el consentimiento de su dueño, del lugar donde se hallaba, será penado con prisión de un año a cinco años”.

Medidas punitivas 

El criminólogo explicó que en caso de hurto agravado, las penas son inferiores a los ocho años. 

Es poco probable, inclusive, admitiendo los hechos que el victimario tenga una privación de libertad. Lo más seguro es que haya una suspensión condicional del proceso y quede obligado a trabajos comunitarios y presentaciones periódicas en el tribunal hasta por seis meses. Y en caso de que sea condenado, su presentación y su trabajo comunitario podría ser de varios años, comentó el experto. 

La comisaria general jubilada del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Odalis Caldera, enfatizó que es necesario hacer la denuncia ante la dependencia de la policía científica más cercana para que inmediatamente se inicien investigaciones y se logre aprehender a los delincuentes.

Si la persona no denuncia, cómo van a investigar, cómo van a determinar cuál es el sector, cuál es la zona que se está repitiendo determinado delito. Es vital y necesario que se ponga la denuncia

Sin embargo, Mármol García expresó su preocupación y dudas sobre si en Venezuela existe un registro digitalizado de las personas que hayan cometido el delito de hurto o si recibieron una suspensión condicional del proceso. 

Adicionalmente, enfatizó que el Estado venezolano tiene que invertir mucho en tecnología para generar una big data donde la denuncia ciudadana esté compilada. 

Pero por otro lado, es necesario hacer campañas muy robustas, incentivando la denuncia ciudadana y entrenamiento a los funcionarios para que sepan cómo tratar a las víctimas, cómo hacer la toma de la denuncia ciudadana, entre otros aspectos”.

(*)Se modificaron algunos nombres por medidas de protección de la fuente.


Participa en la conversación