Mientras Lacava inaugura centros privados de boliche el Polideportivo Batalla de Carabobo se cae en pedazos

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La Secretaría de Educación y Deporte contaba, de acuerdo al presupuesto regional 2023, con 9.023.796,36 de dólares pero para el 29 de marzo de 2023, la devaluación transformó esta cantidad en 3.829.770,93 dólares. Cuesta creer que algo de este dinero termine en el polideportivo.

Valencia. El deporte en Carabobo ha sido vendido por el gobernador Rafael Lacava como una prioridad, con la recuperación del Misael Delgado en Valencia, el llamado “Drácula” reiteró su idea, pero en la región son muchos los espacios deportivos desasistidos, uno de ellos es el Polideportivo Batalla de Carabobo.

Este espacio se ubica en la urbanización La Isabelica, en el suroeste de la ciudad, y el complejo cuenta con instalaciones para entrenar deportes como: lanzamiento de jabalina, bala y martillo, atletismo en sus distintas versiones, deportes de combate, entre otros.

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Polideportivo Batalla de Carabobo en La Isabelica, Valencia. Fotografía: Armando Díaz

Aunque la mayoría de los que entrenan ahí son jóvenes posicionados en rankings nacionales e internacionales, su lugar de entrenamiento no es ni remotamente parecido a los espacios en los que entrenan deportistas como Yulimar Rojas, Antonio Díaz, Daniel Dhers o Rubén Limardo. 

Cuestión de privilegios

El complejo, que ocupa prácticamente una cuadra y cuenta con una escuela bolivariana especializada en deporte, está en total abandono. Es el reflejo de la desigualdad entre el mantenimiento hacia los espacios deportivos en el norte, principalmente de Valencia o en su defecto Puerto Cabello, de donde proviene Lacava.

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Fotografía: Armando Díaz.

No obstante, hay que destacar que muchas de las ofertas deportivas hechas por el gobernador son una especie de fusión entre lo privado y lo público, como ocurre con el Centro Nacional de Tenis Puerto Cabello, el cual fue sede de la Copa Davis y el Drácula Open, o Pin 5, un centro de boliche que tras años de abandono fue recuperado e inaugurado por Lacava.

En el caso del Polideportivo Batalla de Carabobo, ni las cuantiosas denuncias hechas en prensa, ni las peticiones de profesores y deportistas han logrado captar su atención.

La lanzadora

Una lanzadora de jabalina está entrenando bajo el inclemente sol valenciano a las 11:00 de la mañana. No viste ropa de marca y tampoco tiene zapatos especiales para su deporte. Las jabalinas son prestadas y la pista en la que hace cada lanzamiento puede prenderse en candela por la aridez.

Atleta Victoria Díaz practica lanzamiento de jabalina. Fotografía: Armando Díaz.

Victoria Díaz lleva cuatro años practicando con la jabalina y ha estado cerca de ganar trofeos y medallas, pero una lesión en la espalda arruinó todo. Sigue entrenando, pero la lesión no ha sido bien tratada.

De vez en cuando me hace un recordatorio, me dice: ‘mira sigo aquí’”, dice en referencia al dolor.

Para Díaz, sería bueno contar con una pista techada. Hacen al menos 32 grados en la ciudad y la sensación térmica es mayor, por eso le pide a la gobernación que arreglen la pista y que mantengan el campo.

Semanas atrás, Diosdado Cabello, número dos del chavismo, estuvo presente en el sitio para dar un discurso.

“No debería haber propaganda política, esto es un lugar de entrenamiento. Eso incomoda, esto no es un partido político para beneficiar a quien sea”, comentó.

Atleta practicando lanzamiento de bala. Fotografía: Armando Díaz.
El costo del deporte

Díaz considera que el Estado debería inyectar dinero en el sector y facilitarles la vida a estos deportistas, quienes deben correr con todos los gastos que se les presenten en su carrera: traslados, hoteles, indumentaria, alimentación y competencias.

Entre 50 y 60 dólares es lo mínimo que puede costar participar en una competición y para recolectarlo su familia trabaja, al igual que ella, incluso venden rifas.

Fotografía: Armando Díaz.

Díaz sueña con tener sus botas de entrenamiento, las cuales van desde los 100 dólares, mientras que una jabalina puede costar 600 o incluso 1200 dólares.

Apartados de Díaz se encuentra un grupo de unos siete atletas. Están en un precario banco de cemento cambiando sus deteriorados zapatos. La mayoría son velocistas, decatletas, unos especialistas en 200 metros, otros en 400 metros planos.

Las condiciones de aquí son pésimas comparadas con otros países de alto rendimiento”, dicen eufóricos varios de los deportistas, quienes comentan que incluso en estados como Miranda hay mucho más apoyo.

Atletas del Polideportivo Batalla de Carabobo. Fotografía: Armando Díaz.

Cuando mucho, a estos deportistas les cubren el transporte, otros no pueden viajar fuera del país por falta de apoyo.

“Quieren implementar una disciplina, pero al final se hace lo que ciertas personas quieren”, dice uno de los velocistas.

Si no aplaudes no hay beca

En el grupo hay medallistas, subcampeones y preselección. Pero la entrevista es interrumpida por uno de los entrenadores: “Cualquier información debe tener la aprobación de arriba”.

Mientras conversa con el equipo explica que en oportunidades anteriores Fundadeporte ha tomado represalias contra deportistas que han declarado a El Carabobeño, “el pase de factura existe y no va contra los periodistas, sino contra ellos”.

Fotografía: Armando Díaz.

Este entrenador, que prefirió no dar su nombre, dice estar consciente del deterioro de las instalaciones, pero sabe que cuando pasen la lista para las 10 becas, ahí es en donde van a acordarse de las entrevistas. “Te dicen que esos no tienen becas”.

Fotografía: Armando Díaz.

A su juicio, para el gobernador es más importante el éxito que tuvo Carabobo en la Copa Libertadores que estos chamos, a quienes solo reciben sus padres al llegar con medallas.

Estos jóvenes han hablado incluso con el ministro del Deporte, quien les prometió que conversaría con el gobernador Lacava, pero aún no ven resultados.

La culpa es del Saime

Lo que sí ven es falta de apoyo. Ejemplo de ello fue uno de los atletas, que no pudo viajar por falta de pasaporte.

“¿Sabes qué dijo Vizcaíno? Que no iba a dar la orden para sacar los pasaportes”, dijo en referencia a Gustavo Vizcaíno, director del Saime.

Además de sus carencias, el polideportivo ha sido víctima de asaltos, es centro de reunión para drogadictos y sus gradas y zonas más vacías son lugares para hacer actos lascivos, mientras que los baños carecen de agua y fontanería. Sin contar con que los habitantes de la zona usan las instalaciones para trotar, cuando se supone que es de uso exclusivo para atletas. “Si esto fuera el José Bernardo Pérez, no pasaría”.

Baños del polideportivo. Fotografía: Armando Díaz.

Es entonces cuando deportistas de vieja data recuerdan el trabajo hecho durante el gobierno de los Salas, en el que Carabobo se posicionaba como uno de los mejores o el mejor estado para hacer deporte.


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