La sequía por el fenómeno climático El Niño ha mermado la producción de leche de cabra y carne en el estado Falcón, lo que se traduce en una merma de ingresos que no les permite comprar alimento balanceado para su ganado en tiempos de sequía.
Coro. La proyección de siembra en Falcón para este 2023, según el gremio de productores, es de 13.000 hectáreas, de estas sólo han alcanzado a sembrar 60 %. Mientras que la producción de leche de cabra puede disminuir 66 % debido a la sequía presente en varios municipios falconianos.
Esto es solo el principio por lo que pueden pasar los productores mientras dure el fenómeno de El Niño y que según pronósticos, para este año se espera un evento moderado de El Niño que alcance un máximo de 1,5 °C, o un evento muy grande de 3 °C.
La FAO ha advertido que Falcón será uno de los dos estados venezolanos más afectados por la sequía durante la nueva embestida de El Niño. Aunque nada se sabe del plan de respuesta para esta entidad. En la Guajira se han anunciado acciones.
Rosalba Gómez, directora del Instituto de Investigación y Postgrado de Agro y Mar de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (Unefm), manifestó que las actividades agrícolas tradicionales se verán muy afectadas por la falta de sistemas de riego, lo cual significa que hay una mayor dependencia de las aguas de lluvia para la producción así como mantener el pastoreo extensivo.
De no llover, asegura el investigador Ausberto Quero, los abrevaderos y cultivos se verán comprometidos por la falta de agua.
El potencial de producción de Falcón, sobre todo en productos básicos, es el maíz; y de hortalizas el pimiento, la patilla y el melón. En tubérculos ñame, ocumo y yuca. También se añade a la producción el cambur, el plátano y la batata, esta última usada con un triple propósito: dar cobertura vegetal a nivel de suelo grande, disminuir la frecuencia de riego y comercializarla.
Paraguaná es el mayor productor de cucurbitáceas y cebolla, pero la falta de insumos importados como fertilizantes, semillas y pesticidas han llevado la producción a niveles negativos.
Además de la fuerte afectación para exportar los productos agrícolas tras el cierre de las fronteras con las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curazao), ahora, los productores se enfrentan a mayor control, mayores registros, permisos y aumento de burocracia sin dejar de lado el factor agua, que en el eje norte de la entidad es nulo.
Por ello, la producción ha bajado y los productores han migrado a otros rubros como la batata.
A menos producción caprina
En la entidad, la producción caprina se orienta a la producción conjunta de carne y leche en 55 %; 30 % sólo a la producción de carne y el restante 25 % a la producción de leche, reflejando la importancia de este sector en el estado y destacando su carácter socioeconómico para los pobladores rurales.
Marcelo Rodríguez Sánchez, productor, asegura que el problema de la sequía es grave. El calentamiento global afectará tanto a productores tradicionales por la falta de agua como a los semintensivos, que tienen mayor afectación. Al no haber forraje (pasto) los productores deben comprar heno y cada paca de paja de 12 a 14 kilos cuesta dos dólares.
Ricardo Petit, presidente de la Asociación de productores Caprinos y Ovinos, explicó cómo ha mermado la producción de leche de cabra por la baja en la oferta forrajera. Es tal la situación que no hay siquiera la alternativa de las ofertas de forraje a orilla de camino, expresó.
En el invierno pasado pudimos paliar la sequía con el alimento concentrado comercial”, pero en estos momentos los costos están disparados de una manera brutal.
Producción de leche en merma
Durante el período 2015-2016 se contaba con la planta procesadora de alimento concentrado para animales del municipio Píritu, la cual tenía una capacidad de 90 toneladas día. Hoy esa planta ya no está en funcionamiento. El último año de operaciones de esta planta fue en 2018.
“Cuando la activan los precios son inaccesibles”, esbozó el productor.
Los productores han optado por dejar que la cabras salgan a buscar su propio alimento, en especial las lecheras, con producción de al menos tres litros de leche por cabra “para ver que consigue” afirma Petit, y la producción ha llegado por debajo de un litro de leche por cabra día.
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