La diferencia porcentual de intención de voto entre Machado y Prosperi según la encuestadora ARC es de 65 %
Valencia. Dos candidatos cerraron su campaña a las primarias de la oposición en Carabobo. La razón políticamente ha sido usada muchas veces y es que la frase “en Carabobo nació Venezuela” se repitió hasta el cansancio en la discursiva de Carlos Prosperi por Acción Democrática y María Corina Machado, por Vente, este 5 de octubre.
La escogencia del mismo estado, la misma ciudad y hasta la misma zona de concentración sirvió para medir las maquinarias. De acuerdo con encuestas como la de la firma ARC Consultores, en septiembre Machado englobaba 68 % de la intención de voto, mientras que Prosperi ocupa la sexta posición con solo 3,4 %.
Por si fuera poco, el gobierno de Nicolás Maduro ha demostrado su particular interés en la candidata de Vente. Ese día impidieron el paso de Machado al viaducto de La Cabrera, frontera entre el estado Carabobo y Aragua, lo cual generó una cola kilométrica.
No obstante, Machado una vez más evadió los bloqueos y con ayuda de varios colaboradores salió del viaducto. Motorizados la llevaron por la vía de La Cabrera y llegó a Valencia mediante la carretera vieja, parroquia Mariara del municipio Diego Ibarra.
“¿Creían que nos íbamos a devolver? ¿De verdad creían eso?”, gritaba horas después la candidata a su público. También fue víctima de cortes de electricidad que la obligaron a cambiar tres veces el lugar de su rueda de prensa. Finalizó en el Colegio de Abogados y con el decomiso de sonidos dos veces.
El casco histórico como epicentro
Prosperi, en cambio la tuvo más fácil. No hizo encuentro con la prensa y fijó la cita a las 3:00 p. m. en la esquina de la plaza Bolívar, entre la calle Colombia y avenida Urdaneta.
No tuvo bloqueos para ingresar a la región, pero la lluvia sí entorpeció su agenda: una caminata desde la plaza La Glorieta en San Blas hasta la plaza mayor de Valencia, un recorrido de 1 kilómetro exacto por la calle Colombia, la más importante de la zona colonial.
Resultó curioso que tanto el candidato de Acción Democrática como la de Vente Venezuela decidieran utilizar la misma calle para cerrar sus campañas, puesto que las 4:00 p.m. comenzaba la concentración de Machado en la esquina de la Iglesia de San Blas y su tarima se instaló a las puertas de la plaza La Glorieta.
Los militantes de ambos lados parecían desconocer el acto del otro. Prosperi inició su caminata casi a las 4:00 p. m. y Machado se montó en la tarima a las 6:00 p. m.
El adeco con una camisa blanca sin símbolos partidistas y un sombrero de paja caminó en un grupo discreto de personas que aumentaba en la medida que sumaban calles a su recorrido, principalmente luego de cruzar el Puente Morillo donde había cerca de 200 militantes.
“Estamos a 17 días de sellar la victoria, una victoria que le tenemos que dedicar al pueblo venezolano. Estoy convencido de que, con la ayuda de Dios y este noble pueblo, el 22 de octubre no solo ganaremos las primarias, sino que también tenemos el compromiso de ganar la presidencia de la República”.
Durante el recorrido otro mensaje se repitió una y otra vez: “Este es el candidato que sí está habilitado”. Un recordatorio no solo para Machado, sino para Henrique Capriles y Freddy Superlano.
Sin embargo, la misión de Prosperi antes y después de la primaria es visitar casa a casa para “transformar Venezuela”, mientras se enclavaba en el discurso de la unidad: “Si por alguna razón los números no nos favorecen, nosotros apoyaremos la candidatura que quede electa”.
En la otra esquina
Machado se siente ganadora. Planea reunirse con su equipo en regiones para garantizar que los votos se cuenten “papeleta por papeleta”. Sin embargo le preocupa que la gente no sepa dónde ni cómo votar. “Necesitamos dar certezas, mientras el régimen busca zozobra”.
Dijo que muchos políticos se le han acercado para ofrecerle su apoyo y algunos ni siquiera con la misma ideología. “Un grupo de izquierda se va a unir y aunque soy crítica al socialismo, como dice esta gente, se trata de un tema de valores más allá de la doctrina”.
Machado también se asienta en el discurso de la unidad y reconoce los errores del pasado, pero no quiere el apoyo ni mucho menos el dinero de “los corruptos”.
Definió las presidenciales como la última oportunidad. “¿Qué es para un niño sin educación y con hambre cinco años más? Eso es condenarlos”.
La última esperanza
En una casa de San Blas, Marcos Ojeda observa desde su ventana a la gente pasar con carteles que dicen “Yo apoyo a la Mujer de Hierro” y “Hasta el final”. Toda su vida ha vivido en San Blas y afirma ver el cierre de campaña como una manera de volver a tener esperanza.
“Creer en la política ha sido difícil. Son tantas fallas, tantas promesas y luego llega ella que es tan aguerrida. No te voy a negar que me da miedo, porque aquí estamos apostándolo nuevamente todo. Tenemos todas las de perder porque no hay garantías de victoria, pero nuestra única certeza es la esperanza”.
La euforia de la “esperanza” vivida en el evento de María Corina se capitalizó en el mar de gente que querían tener contacto con la candidata.
Una pareja lloraba a sus pies. “Nos dejaron en la ruina, soy llanero y me duele ver a mi país así… Ver a mis amigos cómo se han marchado en busca de un futuro mejor, porque aquí lo tenemos todo, pero estamos en mano de unos bandidos y que lo vea Nicolás Maduro”, decía Anderson Rodríguez.
Machado apeló al sentimiento al pedir a los asistentes llamar a un ser querido en el exterior y mostrarlo desde sus teléfonos. Ella llamó a sus dos hijos y los besó en la pantalla: “Aquí están los míos. Llamen a los de ustedes y díganles que esto que estamos viendo es para traerlos de regreso”.
La desesperanza de la inhabilitación
Sobre María Corina Machado se cierne la sombra de las inhabilitaciones. En Venezuela hay 1963 personas bajo esta condición. Ante eso respondió a la prensa:
Aquí hay 30 millones de venezolanos inhabilitados tenemos que ser realistas. Cada cosa en su momento y lo político se resuelve en el plano político”.
El momento decisivo está a dos semanas de concretarse.
Machado niega que Carabobo sea un estado chavista. “No sé de cuál Carabobo me hablas”, aunque la región industrial de Venezuela lleve 11 años bajo el chavismo.
Aprovechó para decir que en la entidad se han formado muy buenos políticos y admitió que es precisa la comunicación entre partidos para lograr ese liderazgo que venza a Rafael Lacava y a Julio Fuenmayor en Valencia. “Necesitaremos los mejores de todos los sectores”.
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