Aunque la designación del nuevo directorio del CNE pudiera ser considerada un importante paso para solventar la crisis política, el órgano comicial tiene varios retos por delante.
Caracas. La designación del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) logró romper en cierto grado la inactividad de la política venezolana, particularmente en el seno de la oposición, que ahora se divide entre quienes celebran la entrada de rectores no alineados con el chavismo y aquellos que en cambio consideran ilegítimo el nuevo órgano comicial. Consolidar la opinión pública es solo uno de los muchos retos que están en el horizonte de este organismo.
Al nombramiento del pasado martes del CNE le siguió este miércoles la sesión de instalación del organismo, el cual votó para designar a Pedro Calzadilla como presidente y a Enrique Márquez como vicepresidente, algo que ha seguido la línea de concesiones que el chavismo (que sigue siendo mayoría en el Poder Electoral) ha estado realizando.
Además, este miércoles se informó la constitución de los órganos subalternos, con la Junta Nacional Electoral compuesta por Tania D’Amelio (presidenta), Roberto Picón y Carlos Quintero (suplente incorporado); la Comisión de Registro Civil integrada por Alexis Corredor (presidente), Tania D’Amelio y Conrado Pérez (suplente incorporado); y la Comisión de Participación Política y Financiamiento constituida por Enrique Márquez (presidente), Pedro Calzadilla y Leonel Parica (suplente incorporado).
Durante el anuncio de estas decisiones el propio Calzadilla reconoció que este CNE tiene ahora la “complicada tarea” de preparar las próximas elecciones que se realizarán en el país. El nuevo presidente del órgano comicial incluso reconoció que este “es solo uno de los nuevos retos” que afrontará la institución.
El reto de la legitimidad y las dudas sobre la legalidad
Francisco Castro, director de la asociación civil Súmate, afirmó que uno de los principales retos que tiene el nuevo CNE está relacionado con las dudas con respecto a su legitimidad, no solo por haber sido designado por una Asamblea Nacional (AN) altamente polémica, sino por el propio procedimiento que se usó para la elección de los rectores.
Una de las primeras cosas que puedo decir es que desde Súmate nosotros impugnamos a nueve de los 15 rectores, los principales Alexis Corredor, Tania D’Amelio y Pedro Calzadilla; y los suplentes Carlos Quintero, Francisco Garcés, Leonel Parica, Rafael Chacón, Gustavo Vizcaíno y Saúl Bernal, todos por tener vinculación directa con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”, señaló Castro.
A su juicio, que estas impugnaciones no hayan procedido dentro del Comité de Postulaciones Electorales deja una duda sobre cómo se llevaron a cabo los procedimientos legales de este organismo, que en definitiva fue el que presentó ante la AN la lista de ciudadanos elegibles para ser rectores del CNE.
Castro comentó que la falta de respuesta a las impugnaciones no es la única “irregularidad” que para él empaña el proceso, pues indica que muchos de los rectores fueron designados representando a un sector distinto al que los nominó ante el Comité de Postulaciones.
Señaló que Enrique Márquez fue designado como representante de la sociedad civil a pesar de haber sido postulado por el sector de las universidades, algo similar a lo que ocurrió con Pedro Calzadilla, quien fue designado como representante del Poder Ciudadano, pero fue postulado por la sociedad civil.
Esto mismo se repite en el caso de los suplentes Leonel Parica, nombrado por la sociedad civil y postulado por el Poder Ciudadano; Saúl Bernal, nombrado por el Poder Ciudadano, a pesar de haber sido postulado por la sociedad civil, y Conrado Pérez y León Arismendi, ambos designados por las universidades y postulados por la sociedad civil.
Cada uno de estos casos genera elementos importantes de duda en torno a la legalidad del nuevo directorio, pues pareciera ser una violación flagrante de la Constitución y la Ley Orgánica del Poder Electoral. La AN y el Comité de Postulaciones deben responder sobre este tema”, expresó Castro.
A pesar de lo señalado y de que para él existe “un claro problema y cuestionamientos en torno a la legitimidad de origen”, Castro expresó que el CNE también debe asumir el desafío de ser legítimo en cuanto a sus funciones.
“Existe otra legitimidad que es la del desempeño. A mi juicio este es el gran reto de este CNE y que en directorios anteriores nunca se asumió. Esta legitimidad es la que se consigue al actuar dentro del marco de la ley, los anteriores fueron responsables directos de la pérdida de la confianza en el voto por parte de los ciudadanos”, explicó.
El reto de recuperar la confianza del elector en el voto
Para Egleé González-Lobato, abogada, docente y experta electoral, el nuevo CNE tiene por delante una serie considerable de retos en lo operativo que llevan a una misma meta: lograr recuperar la confianza de los electores en el voto. Es, para ella, “el gran reto” que afronta la nueva directiva.
El nuevo CNE tiene muchos retos, por ejemplo, en la normativa, al evitar que haya modificaciones que afecten el ejercicio de los derechos políticos. Esto pasó en el 2020. También está el reto en el aspecto técnico, por ejemplo, el Registro Electoral es una de las grandes deudas, atender esto ayudaría mucho a generar confianza”, explicó.
Para González-Lobato, a medida que el CNE logre atender y mostrar con sus acciones y decisiones que verdaderamente será imparcial, todo sumará al rescate de la confianza en las elecciones, elemento que ella cree “puede ser fundamental para recuperar la confianza”.
Además, la experta electoral señaló que el CNE deberá ejercer una presión considerable para resolver problemas que “si bien escapan de su potestad, su aporte puede ser valioso”, y citó como ejemplos las inhabilitaciones de dirigentes políticos de la oposición y partidos políticos como Acción Democrática, cuyas directivas fueron suspendidas por el Tribunal Supremo de Justicia.
“La participación política de los ciudadanos en elecciones requiere que este nuevo CNE genere la confianza y, a pesar de que es un CNE inédito con actores muy interesantes, va a ser a través de sus acciones y decisiones que logre generar o no esa confianza para que la gente participe en las elecciones regionales y municipales”, comentó.
Otro reto importante que González-Lobato dijo que tiene el nuevo CNE es el escenario político actual en Venezuela, pues este organismo nació siendo condenado inmediatamente por un grupo de actores de la política que encabeza la Plataforma Unitaria que apoya a Juan Guaidó.
La condena política representa otro gran reto, aunque habría que ver no solo a los actores locales, sino también los internacionales. Los locales giran en torno al interinato y Juan Guaidó, pero estos tienen un gran desafío con respecto a los actores internacionales y cómo vayan a reaccionar ante este nuevo CNE. Nadie, por ejemplo, puede negar la fuerza democrática de Roberto Picón y Enrique Márquez”, dijo.
Precisamente, sobre la respuesta internacional que ha generado el nuevo CNE, la abogada destacó que existen puntos que juegan a favor del órgano comicial, como el hecho de tener dos rectores comprometidos con la democracia y también “un rector opositor en cada uno de los organismos subalternos”, esto sumado al apoyo que ha recibido de plataformas de la sociedad civil, como el Foro Cívico, crean un panorama “interesante”.
“El gran reto al final del día es pacificar. Los procesos electorales tienen esa capacidad, porque así los ciudadanos logran resolver sus diferencias de forma pacífica. Por eso es tan importante la confianza para el CNE, porque con ella se logra esa participación ciudadana”, apuntó.
Participa en la conversación