Franklin Arismendi, mejor amigo de la víctima, negó que el hecho fuera producto de una discusión por un videojuego. Rubén Mayor, de 23 años, era de Mene Grande, estado Zulia.
Caracas. Después de más de dos años sin verse, Rubén Eloi Mayor Mendoza acordó reunirse con Juan Chávez, un gamer –jugador de videojuegos–. Se había distanciado de él porque este lo había amenazado de muerte por un altercado.
Ambos eran compañeros en un cyber de juegos en Bellas Artes. Juan, junto con otros amigos, solía hacerle bullying a Rubén por su situación económica y aspecto físico. Ante esto, Rubén los acusó con la administradora del sitio de “traficar droga” en la sala, lo cual provocó que los expulsaran del local.
Chávez estaba interesado en saber de la vida personal de Rubén. Se acercó hasta el sitio de su residencia en el edificio Korsaka, en el municipio Chacao, y le hizo creer que lo había perdonado. En una semana lo visitó dos veces, la segunda vez fue para matarlo.
Cerca de las 9:00 p. m del miércoles, 13 de marzo, Juan subió al segundo piso, ingresó en el apartamento 34 y apuñaló 11 veces a Rubén.
Los vecinos escucharon gritos y alertaron a efectivos de Polichacao, quienes subieron y tumbaron la puerta del inmueble y vieron al agresor que atacaba repetidas veces a la víctima.
Franklin Arismendi, quien también vive en el mismo apartamento y era el mejor amigo de Rubén, fue uno de los primeros en enterarse de lo ocurrido. Se encontraba en la plaza Francia de Altamira y un vecino le avisó que “habían robado el edificio”. Cuando regresó se encontró que su apartamento estaba lleno de funcionarios y su amigo ya estaba muerto.
El responsable fue detenido por los funcionarios de Polichacao y quedó a la orden del Ministerio Público.
Por otro lado, Franklin Arismendi, desmintió la versión que circula en redes sociales, de que ambos discutieron y pelearon por una partida de videojuegos. Adicionalmente, negó que Rubén fuera a agredir sexualmente al victimario y que este solo actuara en defensa propia.
Lamentó que la vida de su mejor amigo terminara de esa manera y recordó con tristeza que Rubén tenía planes de irse para España y gestionaba los documentos para salir de Venezuela.
La víctima era de Mene Grande, estado Zulia, mestizo de la etnia Wayúu. Vivía desde hace siete años en Caracas, alquilaba un apartamento en Chacao.
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