La celebración de San Juan es “una ofrenda que se convirtió en fe” en la parroquia San Agustín del Sur. El santo llegó a la comunidad hace 35 años, como un regalo de una cofradía de Maracay, para que reinara la paz y la tranquilidad en la comunidad.

Caracas. San Juan pasa todo el año en interior y franelilla en casa de María Teresa Cagua, en la cuarta calle del barrio Marín, parroquia San Agustín, lado sur. Esa es la casa de San Juan Bautista desde hace 12 años, cuando la cofradía de la parroquia asignó a María T, como le dicen sus vecinos, cuidadora del santo, luego de que la familia que lo hacía se mudó del barrio y no pudo seguir con la tradición.

María T solo viste a San Juan cuando sale en procesión o llega una visita para él a la casa. El sitio del santo es una repisa que está en lo alto de una de las paredes de la casa donde María T, de 71 años, vive con su hija y su nieto desde hace más de 30 años.

Foto: Tairy Gamboa

María T es de Colombia, específicamente de Bogotá, pero hace 45 años se enamoró de un venezolano que conoció en Cúcuta y por amor emigró a Venezuela, de donde más nunca se mudó.

San Juan llegó a San Agustín del Sur hace más de 35 años. Una cofradía de Maracay, estado Aragua, lo donó como una ofrenda a la comunidad luego de la muerte de los integrantes del grupo musical Madera, mientras cruzaban el río Orinoco, y debido a los niveles de violencia que se vivían en los años 80 en la parroquia.

Una ofrenda que se convirtió en fe, así definen los vecinos de San Agustín la celebración de este santo.

Foto: Tairy Gamboa
La vestimenta de San Juan

No hay un año en que el San Juan de San Agustín no estrene ropa. Además de tenerlo en casa, María T se encarga de confeccionar los vestidos con los que San Juan sale en procesión cada 24 de junio, cuando según el calendario católico se celebra su natividad. Los vestidos de San Juan son coloridos y con adornos.

María T compra las telas más finas en los lugares más reconocidos de venta de Caracas. Los diseños del vestido, la capa y el sombrero los empieza a pensar desde febrero. Ella se encarga de los gastos de uno de los vestidos y los otros dos vienen por cuenta de otras dos personas como parte de sus promesas a San Juan.

Nosotros no lo vestimos con cualquier cosa. Nosotras con él somos muy delicadas, porque él es muy coqueto.

Foto: Tairy Gamboa
La festividad

En la mañana del 24 de junio la cofradía realiza una misa en la capilla de la Virgen del Carmen y de allí salen en procesión por varias zonas de San Agustín del sur y norte.

Hace unos 30 años, cuando María T entró en la cofradía, la procesión comenzaba a las 10:00 a. m. y terminaban a las 11:00 p. m., pero la inseguridad de la época redujo el recorrido.

Nosotros empezamos con él el 23 de junio a las 12:00 m., que comienza el despertar de San Juan. En ese momento se le toca la tambora para dar inicio a su festividad.

Foto: Tairy Gamboa

Para evitar enfrentamientos violentos, los antiguos capitanes de ruta solían hablar con los cabecillas de las bandas de la zona para que respetaran el recorrido de San Juan, sin embargo, este acuerdo varias veces no se cumplió, a pesar de que en la procesión van niñas, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.

Antes caminábamos por todo el cerro y salíamos hasta la avenida Victoria. La cofradía solía recorrer toda la parroquia. Muchas veces nos tocó correr por los tiros, pasaba que dentro del recorrido se encontraban las culebras. A raíz de eso recortamos la procesión y ahora solo vamos por las calles principales.

Foto: Tairy Gamboa
La cofradía

Dentro de la Cofradía de San Juan de San Agustín del Sur existen varios cargos. Está el capitán de la cofradía y los capitanes de ruta, quienes son los que van guiando a la procesión durante el baile a San Juan.

Los burritos son los encargados de bailar al santo por todo el recorrido. Todos son hombres, entre niños y adultos. Además están los tamboreros, que hacen retumbar el cuero durante la procesión.

Foto: Tairy Gamboa

Las mujeres no pueden bailar a San Juan, según las tradiciones de la cofradía porque fue una mujer quien mandó a matar a San Juan, dijo María T, haciendo referencia a lo que dice el Evangelio sobre la muerte de San Juan.

Dentro de la cofradía, los cargos de las mujeres son de cuidadoras, lo que hace María T junto con Merlina La Rosa y Cristina Toro, “las más viejas de la cofradía”, dijo María T bromeando sobre ser las mujeres de mayor edad en este momento dentro de la cofradía, que en total está conformada por 30 personas.

Dentro de la cofradía hay mucha juventud.

Foto: Tairy Gamboa

También están las banderas, que son las jóvenes que se encargan de bailar con las banderas más grandes “para limpiar el camino de San Juan” durante el recorrido, y las mariposas, que son las niñas, y danzan con banderas pequeñas.

La tradición de la cofradía establece que las mujeres no pueden bailar con las banderas si tienen la menstruación y que los hombres que son burritos no pueden tener relaciones sexuales por al menos tres días antes del 24 de junio.

Foto: Tairy Gamboa
Patrimonio

En diciembre de 2021 la Unesco declaró la festividad de San Juan Bautista como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconocimiento que incluye a las numerosas cofradías sanjuaneras que existen por en el país.

Las prácticas y conocimientos culturales vinculados al ciclo de celebraciones en honor de San Juan Bautista en Venezuela datan del siglo XVIII, y se originaron en las comunidades afrovenezolanas esclavizadas en los dominios coloniales españoles de aquella época, explicó la Unesco en la declaración.

Otras expresiones culturales venezolanas que han sido declaradas Patrimonio Cultural son los Diablos Danzantes, la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire y el Carnaval de El Callao.


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