Diversas son las tradiciones que en el Táchira hay durante la Semana Santa. Todas datan de hace muchos años y en ellas participan desde niños hasta abuelos.

San Cristóbal. El andino por tradición es sumamente religioso y este arraigo se hace ver durante las festividades enmarcadas en Semana Santa.

Desde el inicio el Domingo de Ramos, miles de tachirenses colman las iglesias de los 29 municipios en busca de la bendición de la palma la cual, por lo general, lleva forma de cruz y una vez bendita es puesta detrás de puertas y ventanas, a modo de protección.

Cánticos, alabanzas y un sinfín de oraciones dan inicio a la Semana Mayor.

Las dramatizaciones de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús forman parte de la agenda de los tachirenses, quienes no solo asisten a los templos para recordar la historia del Señor antes de su muerte, sino también forman parte del elenco que recrea estos momentos tan dolorosos.

Viacrucis

Uno de los más representativos del estado es el Viacrucis de Táriba. La Pastoral Juvenil es la que por más de una década se ha encargado de recrear, de la manera más realista, lo vivido por Jesucristo.

El acto religioso comienza el Jueves Santo a las 3 de la tarde y durante el recorrido se va orando por las principales calles de Táriba, municipio Cárdenas.

Jóvenes recrean la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús en Táriba. Foto Archivo.

La crucifixión se hace en el atrio de la Basílica de La Consolación de Táriba y precede al cierre de templos.

El Miércoles Santo se celebra una misa solemne en honor de Jesús Nazareno. Al culminar, las cofradías realizan una procesión con la imagen, la cual se prolonga hasta avanzada la noche.

Visita a los templos

Aunque las iglesias, al menos en San Cristóbal, no se encuentran una cerca de la otra, los andinos se las ingenian para cumplir con la visita de los siete templos. La tradición se realiza al inicio del Triduo Pascual el jueves, luego de la misa que recuerda la Última Cena de Jesús y la institución de la eucaristía. 

Para el padre Joel Escalante, párroco de la iglesia Dios Padre Misericordioso, esta tradición evoca los siete lugares donde estuvo Cristo antes de morir. Asegura que no es solo ir a la iglesia, sino visitar el monumento del Cristo Sacramentado.

Esta visita, la recomiendan hacer el Jueves Santo o el Viernes Santo en la mañana, antes del cierre de los templos.

Siete potajes

El andino se caracteriza por mantener vivas sus tradiciones. No importa la edad que tenga, desde muy pequeños se les enseña a los miembros del hogar a formar parte de las costumbres y la elaboración de los siete potajes es una de ellas.

Estos se preparan en los hogares el Jueves Santo. Dulces, postres, pescados, sopas, buñuelos, pasteles, empanadas, plátano horneado y jugos naturales, entre otros, hacen parte del menú de familias enteras y de vecinos para ese día.

Esta tradición no solo tiene lugar en el Táchira, sino también en las regiones andinas del país. Incluso, en el Norte de Santander, en Colombia, también se preparan estos alimentos.

Ventas de artilugios religiosos

Siempre hay quien venda souvenirs en los templos. Para estas fechas son muchas las personas que apuestan por aumentar sus ingresos con la venta de velas, rosarios, palmas y crucifijos, entre otros elementos.

María Robles, quien ya tiene dos décadas trabajando con la venta de objetos religiosos en la basílica de Táriba, asegura que logró sacar adelante a sus hijos gracias a la fe que le tiene a la virgen de la Consolación.

Quienes venden objetos religiosos esperan aumentar las ventas durante la Semana Santa. Foto Fabiola Barrera

“Cuando yo llego a abrir mi negocio le pido a ella que me vaya bien, que me mantenga sana y que proteja a toda mi familia”, dijo.

Vuelta en trompo

Para la Semana Santa, los tachirenses desempolvan sus juegos tradicionales, en especial el trompo y son muchas las competencias que se hacen con este cono de madera en diversos sectores del estado.

El Sábado de Gloria es el día escogido desde el inicio de esta tradición para celebrarlo. Niños, jóvenes y adultos disfrutan de carreras de trompo, los cuales bailan en las calles al son de música tradicional.

La Vuelta a Borotá en Trompo es uno de los evento de Semana Santa más esperados. Foto: Fabiola Barrera.

Una de las más emblemáticas es la de Borotá, municipio Lobatera. Allí además de la competencia, se hacen exhibiciones de trompos de todos los tamaños. Desde uno que mide lo mismo que una metra, hasta otro tan grande como una pelota de baloncesto.

Saltos, piruetas y acrobacias son ejecutadas limpiamente por moradores, quienes se organizan durante todo el año en busca de recursos para la elaboración de uniformes, así como de la premiación para los ganadores. Este año se celebra la edición 51 del evento.


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