Sindicato de Cantv denuncia que 96% de las centrales telefónicas de la Gran Caracas presenta fallas

serctor El Manicomio

El presidente del sindicato de Cantv Caracas, Juan Véliz, pone sobre la mesa los datos de una crisis que embiste a una compañía cuyos primeros pasos se remontan a 1930. Con la crisis en curso, dice Véliz, 96% de las centrales telefónicas ubicadas en Gran Caracas sufren los estragos de la desinversión oficial.

Caracas. Los trabajadores de Cantv no solo le toman el pulso a la conexión del país, la más lenta de la región, según coinciden informes. Los técnicos y empleados de la estatal de telecomunicaciones también jadean la crisis económica que desarticula las redes de telecomunicaciones de una nación cuyos habitantes parecen estar destinados al cierro. Este martes, el personal activo y jubilado de Cantv vaticinó en la avenida Libertador el desatino de una empresa que en lugar de unir a las familias las separa, incluso fronteras adentro donde la conexión a Internet se ubica entre 1,8 y 2 mbps.

El presidente del sindicato de Cantv en Caracas, Juan Véliz, pone sobre la mesa los datos de una crisis que embiste a una compañía cuyos primeros pasos se remontan a 1930. Con la crisis en curso, dice Véliz, 96% de las 78 centrales telefónicas ubicadas en Gran Caracas sufren los estragos de la desinversión oficial y no hay sustitución de equipos para garantizar el suministro de Internet. El déficit de módem, para proveer servicio a los domicilios, se orquesta a escala nacional, lo cual impide ampliar la oferta a pequeños consumidores.

Sin embargo, el problema es aún más profuso. Desde el año 2007, advierte el sindicato, no se ha materializado la inversión para renovar la tecnología de la empresa y los planes ofertados a quienes demandan mayor calidad en la conexión son la entelequia de unos ejecutivos que pretenden atender más de 10 millones de clientes con una visión de servicio anacrónica, venida a menos.

Somos testigos de cómo Cantv ofrece planes hasta de 10 mbps, pero en el mejor de los casos, la capacidad de velocidad de las centrales no superan los 6 mbps, sostiene Véliz. Los propios trabajadores de la estatal califican de estafa un servicio que tiene más detractores que partidarios. La precaria conexión y la inestabilidad del servicio dejan al país rezagado si se le compara con la oferta de naciones como Ecuador y Perú donde la conexión ordinaria alcanza los 12 mbps, toda una novedad para los venezolanos que lidian contra las fallas eléctricas, otro problema que arrincona a Cantv.

No hay inversión en fibra óptica. El último plan, de dato, video y voz data de 2007 y no se hicieron las gestiones correspondientes para ponerlo en práctica y mejorar el servicio. En lugar de atender a los consumidores, Cantv se dedicó a entregar sus ganancias al Gobierno, advierten desde el sindicato.

Los reclamos por la inoperatividad de la empresa, incluyen aspectos como la falta de transporte para movilizarse hasta las zonas donde ocurren las averías. De 700 vehículos que tendrían que estar operativos para trasladarse en Caracas, Vargas y Miranda solo 40 están operativos, menos del 10%, detalla un reporte del sindicato.

Hoy más de 25 empleados activos y jubilados de Cantv padecen el déficit presupuestario de una compañía que muestra sus mayores signos de debilidad: de los más de 4 millones de suscriptores de línea telefónica fija, menos del 20% puede navegar, pues la compañía no tiene capacidad para responder a la demanda, según el portavoz del sindicato en Caracas. Se dejaron a un lado los gastos corrientes y ni siquiera tenemos mangas para empalme, un recurso que usamos para proteger las conexiones de los cables. Para sacar adelante el trabajo tenemos que usar botellas de plástico para cubrir los empates, dice.

Para los trabajadores, quienes son la cara de una compañía que dicen en ruinas, su mecanismo improvisado de trabajo no solo habla de la inventiva. Es también el mayor reflejo del “hundimiento” de una empresa de la que hoy solo quedan escombros. Quienes se formaron en la vieja guardia, aún recuerdan el mayor prestigio de una compañía que tuvo su propia escuela de capacitación, como se le reconoce al Centro de Estudios de Telecomunicaciones, ubicado en Distrito Capital. De aquella institución, que fue modelo en Latinoamérica, solo quedan aulas vacías, sin profesionales aptos para la formación del talento de relevo.

Incluso, hay quienes recuerdan con orgullo la importancia del Centro de Estudios de Telecomunicaciones, un lugar donde también se formaban los oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en ámbitos de telecomunicaciones. A diferencia de aquella época de opulencia, en la que Cantv era referencia, hoy los técnicos que ingresan a la compañía no tienen las herramientas ni la pericia para resolver los reclamos formulados por las comunidades.

En medio de todas las carencias, el sindicato de Cantv pondera un reclamo que cobra vigencia con el “paquetazo económico” oficializado por el Ejecutivo. Se trata del rezago de los salarios, que han quedado pulverizados con los tabuladores impuestos por el Gobierno a los trabajadores de la estatal de telecomunicaciones. De acuerdo con el contrato vigente, los empleados deberían estar 20% por encima del salario mínimo que actualmente se ubica en 1.800 soberanos. La convención laboral también establece una diferencia de 10% entre las 18 escalas de los empleados, además de otros beneficios contractuales. Pero en la práctica todas las cláusulas han sido incumplidas por el Gobierno.

Un trabajador que esté en el nivel 7, debería cobrar por lo menos 4.300 bolívares soberanos. Hoy solo percibe 2.070 bolívares. Fue una decisión inconsulta y unilateral que además viola los artículos 89 y 91 de la Constitución Nacional. Los bajos salarios y la poca probabilidad de mejora, sólo han profundizado algunos vicios entre trabajadores de la compañía que buscan sacar provecho de la situación, reconoce Juan Véliz.

Foto: cortesía


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